SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 10 BALAZO: CABEZA: Rechazados: chantaje a la UNAM CREDITO: ARIEL GONZALEZ JIMENEZ * ENTRETEXTO: Por muchos anos la UNAM ha sido detenida en su proceso de reforma por estos grupos que defienden el privilegio de pagar unos cuantos centavos por inscripcion Como institucion unica y ejemplar, la UNAM ha mantenido vigentes a lo largo de su historia tres valores fundamentales: libertad, tolerancia y pluralidad. Cualquiera que haya pasado por sus aulas no puede dejar de ver en ellos el principal y mas solido basamento de la vida universitaria, sin el cual la reflexion, la investigacion y la ensenanza misma equivaldrian a letra muerta o a groseras simulaciones. Este ambiente privilegiado ha hecho posible la convivencia de las mas disimbolas posturas ideologicas y politicas. Todas las ideas y planteamientos, en todos los campos del conocimiento cientifico, humanistico y social, han tenido cabida en nuestra universidad. El respeto de la individualidad critica, la tolerancia hacia las opiniones de los otros (Voltaire se ha paseado por toda la UNAM), son algunas de las mayores aportaciones de nuestra maxima casa de estudios a la sociedad mexicana. Sin embargo, a ultimas fechas se ha abierto un proceso (en realidad es un chantaje) en su contra, por medio del cual se busca presentarla como intolerante e injusta, tambien excluyente y elitista. El motivo: los miles de aspirantes rechazados en el ultimo periodo de examenes de admision. Los acusadores: una docena de alumnos malogrados (obsesivos residuos de lo que fue el CEU); algun diputado perredista que concibe el mundo (la universidad incluida, por supuesto) como una gran asamblea en dond e la minoria mas gritona debe sobreponerse necesariamente a la mayoria silenciosa; y ciertos sindicalistas que acarician la posibilidad de ganar para todos sus afiliados el derecho a un ano sabatico o el derecho a decidir (junto con "los companeros academicos") los planes y programas de estudio. El objetivo que persigue este peculiar conjunto no es nuevo: maniatar a la universidad y convertirla en eso que ya fueron otras -"criticas, democraticas y populares"- aun pagando el mismo costo, que se resume en rotundos fracasos y rezagos como centros de ensenanza superior. Tanta posmodernidad ha obsequiado el sub Marcos a las catacumbas de izquierda, que no faltara quien piense que exagero y que esos proyectos de universidad ya no son recogidos por nadie. Empero, el punado de hu elguistas de hambre que bloquea desde hace varias semanas el acceso principal a la Torre de Rectoria, esgrime en los hechos las mismas formulas demagogicas de antano y utiliza los mismos metodos y recursos: el chantaje y la presion. La inmensa mayoria de quienes reprobaron el examen de admision a la UNAM -jovenes que legitimamente aspiran a continuar sus estudios y que para ello ya han iniciado o concluido tramites en otras opciones educativas- no se ha dejado atrapar por este discurso que pretende "repartir" la matricula universitaria, lo mismo que otros intentan repartir puestos de trabajo o tierras. Pese a ser ignorados por sus supuestos "representados", los huelguistas de Rectoria mantienen su tentativa de instaurar ofici almente una suerte de corporativismo juvenil (lugar asegurado + agradecimiento incondicional por concepto de gestoria = afiliado al CEU) que por lo demas podria estar a la disposicion, previa lista de asistencia obligatoria a mitines y otros actos, de algunos sempiternos candidatos presidenciales o de otras causas como las desacatadas consultas del EZLN. Por muchos anos la UNAM ha sido detenida en su proceso de reforma por estos grupos que defienden el privilegio de pagar unos cuantos centavos por inscripcion y otro tanto por examenes extraordinarios; de eternizarse como "estudiantes" adeudando 20 materias; de pasar del bachillerato al nivel superior automaticamente (dejando de lado a los jovenes provenientes de otras escuelas del Distrito Federal y de provincia); en fin, el privilegio de ser mediocres y llamarse universitarios. No obstante, hay en estos tiempos un privilegio adicional, absolutamente dudoso pero real al fin y al cabo en medio de una sociedad civil complaciente y patrocinadora de estas actitudes: ser conservador (porque esencialmente se teme al cambio y se recurre a la defensa corporativa) y autodenominarse estudiante en lucha. Y si la lucha adopta la forma de una huelga de hambre -recurso extremo en todo el mundo- pues que mejor, diran nuestros nuevos luchadores estudiantil es, porque de esa manera se dramatiza artificialmente el asunto y se presenta a las autoridades universitarias como unas desalmadas que dejan sin escuela a miles de muchachos y encima no se conmueven ante sus famelicos "representantes". Que a nadie parezcan duras estas afirmaciones, porque con ellas simplemente se quiere dar cuenta del timo que un punado de activistas aspira cometer contra la sociedad mexicana y su universidad: hacer creer que la demagogia lastimera puede sustituir a la razon. * Periodista. .