SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 10 CABEZA: Buena y mala prensa CREDITO: JULIO POMAR * ENTRETEXTO: El esfuerzo por entender la comunicacion social lo hacen los politicos y los funcionarios por si mismos, empiricamente las mas de las veces Buena prensa y mala prensa. Estas son dos preocupaciones en torno a las cuales gira, segun la experiencia y los indicios, la atencion o la angustia, segun sea el caso, de los protagonistas del poder, la politica y la administracion publica. Apenas el politico o el funcionario ascienden a niveles en que su accion es motivo de compulsa publica, sienten el latigazo que su presencia publica desata en los medios. De inmediato, entonces, recurren a las oficinas de prensa propias, o se rodean de asesores en la mat eria, o intentan e inventan alguna estrategia de comunicacion, y mas humildemente, solo tacticas de prensa. El problema se complica mas tarde. Si los zarandeos de la prensa son muy recios, entonces y solo entonces se preocupan por entender que pasa con los periodistas, que es eso de la comunicacion social. Todo funcionario u hombre del poder que se respeta sabia que la prensa era manejable, era solo uno de tantos factores a considerar en su accion administrativa o politica, era un "tramo de control" mas, y solo, o basicamente eso. Pero resulta que la prensa, aun la obsecuente y colaboradora, se muestra gradualmente mas desobediente al esquema de trato anterior. Es cuando al funcionario, al politico, empieza apenas realmente a "caerle el veinte" de la complejidad del mundo de la comunicacion social. En la sociedad preindustrial en que para fines de movilidad social era suficiente, hasta el Mexico de los 60, una prensa minima, de cortos tirajes, ya que solo llegaba a una elite de lectores, en la actual sociedad, que no acaba por transformarse en plenamente industrial pero ya es mayoritariamente urbana, la prensa es una necesidad y da por resultado la proliferacion de publicaciones, estaciones de radio, de television: la sociedad exige mas comunicacion. Y eso rompe los viejos moldes. Esto tan simple parece no estar en la mente de la mayor parte de los gobernantes. Por fortuna no todos, sino solo la mayor parte, pero sigue siendo la mayor parte. No se sabe que en su preparacion academica o politica los politicos y los gobernantes se preparen en esta materia tanto como esperamos se preparan en las materias juridica, economica o administrativa. El esfuerzo por entender la comunicacion social lo hacen los politicos y los funcionarios por si mismos, empiricamente las mas de las v eces y solo en contadas ocasiones autodidacticamente, o sea, por medio del auto-estudio de la comunicacion social. Los problemas de "imagen" de un gobierno vienen en gran parte de esta ignorancia, de este analfabetismo comunicologico. Son los mismos que se aprecian actualmente en Mexico y en amplias zonas del planeta Tierra, tan comunicado y tan incomunicado. Y el problema se complica cuando las politicas que se aplican, ya no en materia de comunicacion social, sino en las de sus propias funciones, o no satisfacen a todos, o son -como lo son- frecuentemente adversas a los intereses del pueblo y sus muchos sectores. Debe entenderse que la imagen de un gobierno, de un presidente, de un ministro, vaya!, hasta la de un diputado local o la de un edil, no se construye basicamente en el mundo de los medios masivos, sino principalmente en la practica cotidiana del bien gobernar. Naturalmente que esta requiere tambien de una adecuada politica de comunicacion social, que no desvirtue ni las caracteristicas ni los propositos de la accion de gobierno. Malo seria poner un buen huevo y no saberlo cacarear. Pero igual de malo es qu e, como frecuentemente ocurre, se pongan malos huevos y se pretenda cacarearlos como buenos, cuando son vanos, simplemente infecundos o mentirosos, o de plano estan podridos. El ambito de la desobediencia de la prensa ha de crecer mientras la accion de gobierno sea mala. De una forma u otra, los primeros que no la pasen por buena seran los comunicadores. * Periodista. .