SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 2 BALAZO: EDITORIAL CABEZA: Telmex, hablando se entienden empresa y sindicato Poder definir con cierta precision las fuerzas que determinan la tradicion y el cambio en un proceso social, siempre ha sido un ejercicio intenso e inquietante para analistas politicos e historiadores. Hacerlo tambien desde otros ambitos se esta convirtiendo en una necesidad para entender el presente. Es como la exigencia de una nueva capacidad para dilucidar y esclarecer temas y asuntos de gran importancia nacional hacia los cuales -tras el debate y el analisis- debe producirse el mas amplio consenso posible pues, de una u otra forma, sus consecuencias las viviremos todos. El surgimiento en nuestro pais de una nueva cultura laboral que armonice factores que -hasta hace algunos anos- eran vistos como irreconciliables por buena parte del pensamiento economico, va mas alla de las discusiones especializadas y mucho mas lejos, tambien, de cualquier tipo de visiones inmediatas. Pueden empresas y sindicatos emprender el analisis del mundo laboral, de sus tendencias y factores determinantes, con vistas a lograr un profundo acuerdo que permita el surgimiento y la consolidacion de industrias y empresas de servicios competitivas en el plano mundial y que asegure a la vez derechos basicos de los trabajadores? La respuesta rotunda es: si. Y los ejemplos concretos comienzan a multiplicarse: Ante un mercado de intensa competencia internacional como es el de las telecomunicaciones, representantes de la empresa y del sindicato del ramo en nuestro pais expusieron ayer, ante el presidente Ernesto Zedillo, su confianza en las capacidades conjuntas para sostener sus planes de diversificacion y poder continuar el crecimiento. No es, el de los telefonistas, un sindicato desprovisto de combatividad ni de historia. Precisamente porque las tiene y las valora actua con la prevision y la responsabilidad de cualquier entidad que sabe cambiar para seguir avanzando. De ahi el franco reconocimiento presidencial al sindicato de los telefonistas por ser un gremio fuerte, democratico, autonomo y resuelto a establecer relaciones constructivas con la empresa, obligada tambien a perseverar para mantener su posicion frente a otras que ya compiten con ella o que pronto lo haran en Mexico. Una nueva cultura laboral mexicana, la de la suma de esfuerzos y capacidades, bien podra dejar atras -con los mejores augurios- los esquemas cerrados de tiempos impermeables al cambio, anclados siempre a la retorica del choque irreconciliable de los factores de la produccion. Todo es que cada quien cumpla ahora su parte. .