SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 4 CABEZA: Chuayffet: preservacion de la politica CREDITO: JORGE CALVIMONTES Y C.* La aparicion de la guerrilla acabo perfilandose como la necesidad de una solucion politica y no de un conflicto militar Nunca como ahora, desde la aparicion del conflicto armado en Chiapas, se habia contado con los elementos concretos para iniciar el entendimiento como via de solucion a los graves problemas que confrontan el gobierno, la sociedad y sus instituciones ciudadanas. Tal situacion emana de la forma como se ha conducido la politica interior desde la Secretaria de Gobernacion y del espiritu de las negociaciones de Larrainzar VI, donde los delegados del gobierno, la Comcopa y la Conai, asi como los representantes del EZLN desenganaron a los catastrofistas y establecieron una sustantiva voluntad para avanzar conjuntamente en la reforma de Estado y hacerlo con las herramientas del dialogo y la conciliacion. Emilio Chuayffet, cuarto secretario de Estado responsable de la politica interna despues del 1 de enero de 1944, al comparecer ante el Poder Legislativo para absolver cuestionamientos relacionados con su area en el Informe presidencial, tuvo la feliz oportunidad de anunciar que en Mexico se puede continuar con la reforma de Estado, como una tarea de apertura y perseverancia en la que participaran los institutos po liticos tanto como las voces claras de los encapuchados que se alzaron en Las Canadas para poner alto al rezago ancestral de las autoctonias. Dijo el funcionario que el gobierno espera la presencia de los demas protagonistas para emprender esta etapa del camino. Los acuerdos de San Andres Larrainzar muestran, con mucha claridad, que los procedimientos y tramites politicos han dejado de cenirse por los resabios de las formalidades, que eran mas bien reparos de intocabilidad en los que la institucion gubernamental escondia su falta de disposicion para asumir acuerdos, ententes. De ese modo, el comportamiento de quienes participaron en la VI reunion de San Andres, dejando de ser puramente formal o equivocament e simbolico, se ha consagrado como un paso de consciente apego a la realidad. Lo adjetivo y superficialmente protagonico cedio el paso a la sustantividad que debe hacer estable la vida nacional. Esta misma forma de ver las cosas ha determinado que, lejos de proseguir en la estrategia de las dilaciones y de los condicionamientos circunstanciales, se comprenda la justeza de los reclamos planteados por los zapatistas y la necesidad de atenderlas, en el convencimiento de que los males padecidos por los indigenas de Las Canadas no son de su exclusividad regional, y que alla donde viven minorias etnicas o mayorias sociales, economica y culturalme nte discriminadas, hay llagas de injusticia que deben ser restanadas. Dos lecciones significativas pueden anotarse en el cuaderno de la experiencia: Uno: Tiene que pasar mucho tiempo, a veces siglos, para que la injusticia sea advertida y, para advertirla, las victimas