SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 2 BALAZO: CUADERNO DEL SABADO CABEZA: Del progreso y del populismo CREDITO: IKRAM ANTAKI* Del progreso: hemos creido en el hasta perder el alma. La historia mayuscula era una espiral que siempre sube, deciamos, parafraseando a Marx. No una linea recta que apunta hacia el infinito, no... La figura de la espiral nos satisfacia: las pequenas curvas que voltean la cara hacia atras no serian mas que conjeturales. Lo esencial era el progreso. Nos tranquilizabamos. Hemos pasado del caos a la organizacion, de los bandidos de altos caminos a la policia de las carreteras, de los principados medieval es al Estado, del buen placer del monarca al derecho. La burocracia no fue lo peor que hemos inventado. Madre de mediocridades y corruptelas, generadora de lentitudes frente a la urgencia y de insensibilidad frente a las tragedias, garantizaba sin embargo cierto funcionamiento de la cosa publica, a pesar de los cambios en la cumbre y de la imprevisibilidad de la politica. Su obesidad misma era un progreso. Hoy, volvemos a los grupos de fuerza que cortan los caminos, a las peticiones de autonomia de las loca lidades, a los poderes de presion frente al poder unificado. En lugar del Estado, las regiones; en lugar de la burocracia organizada, los corporativismos; en lugar de la politica nacional, los grupos armados; en lugar del mandatario, los jefecillos...; el progreso, les digo! Del populismo: hay una cierta logica en el encadenamiento de los hechos. Si se acepta que un grupo armado puede otorgarse -sin sufragio de ninguna especie- la representatividad de los indigenas, y de lo que, en una nacion, se llama "pueblo"... Como sorprenderse despues de que, a escala local, un grupo de pobladores se reclama "pueblo tepozteco", secuestre, golpee, corte caminos, para a los transeuntes, les esculca, les pide sus papeles, les obliga a abrir sus caju elas, logra por fin lo que quiere, sin ley ni razon, por la sola fuerza del terror de sus metodos? Aquellos que aplaudieron los gritos y los harapos, como marcas indelebles del "pueblo", luego casaron la manifestacion con la razon, deberian ponerse, por fin, a pensar: como en la revolucion cultural china, como en la Camboya de Pol Pot, como antes, en la URSS de los anos 30..., sus heroes acabaran por voltearse en contra del amigo intelectual, sus gafas y sus libros, sin importarles que este los haya alabado . El populismo no tiene aliados, y menos aun en el campo del pensamiento. Solo tiene su propia dinamica. Del ultimo libro de Octavio Paz: se abre con una cita del Diccionario de Autoridades, del padre Alonso de Ovalle: "...para no caer en los errores en que estuvieron los antiguos philosophos, que creyeron no habia antipodas". Me encanta el uso de la "ph" en lugar de la "f". Vuelvo a mi herencia. Vuelvo a recuperar la fi. Y, como si fuera natural, apunta sus narices Epsilon. Mi graciedad contra la India, contra? Me gustan los delirios de Paz sobre la India o lo que sea: mas que aprender de el. La India me gusta que la piense y la atraviese. Mi deuda con el es inmensa: No es la de un alumno hacia un maestro; es la de un recogedor de dudas hacia un sembrador de dudas. Cuando habla de la arquitectura islamica, "el anhelo de orden, el amor a la proporcion", reconozco mi herida y lo que me hace falta, en el Mexico de mi adultez: ellipsi: "lo que hace falta", "el orden y la proporcion". En la presentacion del libro hablaron los especialis tas. Nada hay, mas comun que los especialistas. Se las arreglaron para ignorar la mitad de su tema: la India islamica. Los escuchaba y pensaba cuanta falta de gracia, de capacidad de reflexion y de anchura! Datos, datos, datos. Luego entendi algo luminoso: en esta busqueda de la perfeccion propia, en esta pretendida incapacidad de ayudar a los demas antes que de alcazarse a si mismo, en esta falta de sentimiento, de campasion oculta detras de la modestia, en esta negacion de la accion que se llama a si mis ma discrecion, esta la infinita crueldad de una civilizacion que se presenta bajo los rasgos de la dulzura. No, no me acerque a la India, me hice mas occidental, oh grandeza de Occidente! Con su aceptacion de su propia imperfeccion, con su solidaridad ateniense, con su caridad cristiana, con su esperanza, con su desesperanza. El amor es nuestro invento, como lo fue la Republica, la democracia y el sueno de justicia. Oh, admirable utopia de bien, honor de Occidente!... Vassili Grossman habla, en Vida y destino, de la "pequena bondad" que va de un hombre a su projimo. Sufre los embates del mal que no puede, ella, pequena bondad, vencer o correr. Solo va de un hombre hacia otro hombre. Pero es el unico refugio de esperanza en el ser... Pienso que Levinas no hubiera sido posible en la India l *Antropologa, escritora, autora de El Espiritu de Cordoba. Por no haber aparecido El Nacional el 16 de septiembre, dia de descanso obligatorio, presentamos hoy Cuaderno del Sabado. .