SECCION: ESPECTACULOS PAGINA: 37 BALAZO: SE PRESENTO EN EL TEATRO DE LA CIUDAD CABEZA: Lucha Villa: de Chihuahua para el mundo CREDITO: FERNANDO FIGUEROA Lucha Villa ha perdido la figura con la que enfebrecio -a traves del cine- las mentes de millones de mexicanos en los anos setenta, pero sin duda cada dia canta mejor. Ambas verdades quedaron de manifiesto el fin de semana cuando la grandota de Camargo ofrecio tres conciertos en el Teatro de la Ciudad. En la segunda funcion del sabado, con la butaqueria a medio llenar, Lucha canto durante dos horas ante un publico entregado que la ovaciono sin cesar de principio a fin. Cuando Lucha salio al escenario la gente se puso de pie y le aplaudio su sola presencia; posteriormente, las muestras de jubilo se irian desgranando cada vez que la cantante creaba momentos sublimes. Rara vez se produce una conexion tan intensa entre interprete y publico, excepto cuando se combinan adolescentes y cantantes de moda, o en el mundo del rock. Luego de 30 anos de carrera artistica, Lucha Villa esta mas alla del bien y del mal. Durante la primera hora canto al hilo 20 temas de desamor creando un ambiente como de ceremonia azteca, donde todo se hace a corazon abierto. Despues de iniciar con El corrido de Chihuahua, la senora interpreto cada vez mas intensamente Te parto el alma (Cuco Sanchez), Extraname (Jose Alfredo Jimenez), Echame a mi la culpa (Ferrusquilla), Cuando yo quiera has de volver y Te voy a olvidar (Juan Gabriel), entre otras. Con esa voz androgina que la caracteriza, Lucha solo requeria decir "Sabes a ciencia cierta que me enganaste", para que el publico reaccionara como si tuviese varios tequilas entre pecho y espalda. Con Lena de pirul (Tomas Mendez) la queja alcanzo alturas insospechadas y Cheque en blanco (Emma Elena Valdelamar) acabo con cualquier sintoma de condescendencia para los traidores en asuntos de amor. El ultimo trago y Que te vaya bonito, de Jose Alfredo, parecian el final amargo de la primera parte pero Lucha prefirio dejar un ambiente menos agresivo al cantar Tiempo (Fuentes-Leduc) y Tu nombre me sabe a yerba (Serrat). En la segunda parte se combinaron amablemente canciones de amor y desamor hasta lograr el equilibrio perfecto. Desde El unicornio azul (Silvio Rodriguez) hasta Si nos dejan, pasando por No discutamos (Juan Gabriel), fueron temas que mostraron a una mujer en plenitud de facultades. .