PRIMERA DE PRIMERA BALAZO: EL F-5 ALCANZO A UN T-33 CABEZA: DE LA EUFORIA DEL DESFILE A LA CONSTERNACION, EN MENOS DE 30 SEGUNDOS CREDITO: GABRIEL ANDRADE SANCHEZ Alegria en la tierra, dolor en el aire. Epilogo de las ceremonias conmemorativas del 185 aniversario del inicio de la lucha por la Independencia de Mexico. Septiembre, mes de la patria, en el que los mexicanos reafirman el orgullo de ser. 16 de septiembre de 1995. Dia de fiesta que tambien sera recordado con tristeza, porque este dia, seis pilotos aviadores mexicanos perdieron la vida. El General de Ala, Gonzalo Curiel Garcia, el Mayor Jose Rivera Gutierrez, el Capitan Hector Ricardo Trejo Flores y los Tenientes Mario Humberto Sanchez Garcia, Jorge Vergara Mogollon, Gustavo Perez Estrada, murieron; y el Teniente Gerardo Ceballos Peraza, se encuentra grave en el Hospital Central Militar. Ellos, en cumplimiento de su deber, abordaron sus poderosos aviones a reaccion. Lo hicieron con la alegria y la seguridad de siempre, confiados en su pericia y en sus maquinas. Sabian, sin embargo, que en cada vuelo se juega la vida; aceptaron el reto, pero esta vez la fortuna no estuvo con ellos. Aquellos que los conocieron: sus maestros, sus companeros, sus alumnos, cuentan que eran como son todos los pilotos de combate: alegres, extrovertidos, de esa clase de hombres que viven la vida a plenitud, intensamente, porque saben que en cualquier momento puede acabar. Antes de conocerse la tragedia, cuando frente al balcon central del Palacio Nacional marchaban, haciendo gala de su adiestramiento, disciplina y organizacion los elementos del ejercito mexicano, un piloto retirado de la fuerza aerea mexicana explicaba, al paso de los aviones y helicopteros que llenaban el cielo de Mexico, lo dificil que es volar en formacion, en vuelo rasante a baja altura y en un cielo sobrepoblado. A diferentes alturas y velocidades, coordinando rumbos y tiempos, aviones a reaccion F-5 y T-33; bimotores king air C-90, Arava y Turbo Commander; monomotores pilatus PC-7; aviones de transporte Boeing-727 y C-130 Hercules; asi como helicopteros MD-530F, Bell 212 y Sikorsky, formaban una singular coreografia aerea con el ruido de sus motores como musica de acompanamiento. Para los inexpertos era solo el regalo que en forma de espectaculo entragaban al pueblo de Mexico aquellos que tienen la encomienda de velar por la soberania, la independencia y la paz de la nacion. Para los conocedores, era el resultado de horas y horas de estudio y entrenamiento, de calculos y ensayos. Ellos sabian lo complicado de las maniobras, lo arriesgado de los lances, pero sabian del temple, preparacion y arrojo de los pilotos mexicanos. Antes de la tragedia, senalaron que la visibilidad no era la optima para maniobrar las aeronaves a reaccion, como los F-5 y los T-33, que debido a la velocidad que desarrollan necesitan de un amplio campo de accion. Pero ahi estaban, en perfecta formacion. Dos veces paso el escuadron aereo de defensa 401, el formado por los diez aviones F-5 que son capaces de volar a mil 400 kilometros por hora y a una altitud de hasta 10 mil metros. Los escuadrones de T-33, por su parte, cumplian tambien con su papel a la perfeccion. Estos aviones que sirven precisamente como de transicion en el entrenamiento de los pilotos que posteriormente pasan a los supersonicos F-5, mantuvieron su formacion en todo momento. Extranamente a la tercera pasada del escuadron de los F-5 ya no iban los diez aviones y en la cuarta pasada solo iban seis en formacion y otros mas volaba, alejado. Esa fue la ultima vez que se les vio pasar. En tierra, para entonces, terminaba de pasar frente al balcon central el contingente del ejercito mexicano y empezaba a desfilar el de la Armada de Mexico. Abajo, ante el paso de banderas y estandartes surgia, espontanea, la emocion y la alegria, acompanada con los irrefrenables gritos de Viva Mexico! Hubo ojos que se humedecieron ante el paso de los 500 zacapoaxtlas y xochapulcos, descendientes de los valerosos hijos de aquellos que se enfrentaron con machete y a pecho descubierto con el agresor extranjero. Hoy, todavia con machete, sombrero ancho de palma, pantalon de manta hasta la pantorrilla, son el simbolo perenne de la unidad nacional. Ellos abrieron el desfile, y siguieron el agrupamiento de fuerzas especiales, la infanteria, los granaderos de fusil, el grupo de ametralladoras, morteros, lanzacohetes, guardias presidenciales, ingenieros de combate, fusileros paracaidistas, policia militar, los conscriptos del servicio militar, los planteles militares, la escuela militar de clases de armas, la de materiales de guerra, la de transmisiones, la de oficiales de sanidad, la medico militar, la de odontologia, la de ingenieros, la de tropas espe cialistas de la fuerza aerea. Tambien, en uniformes de gala, marcharon con la misma gallardia los elementos de el Colegio del Aire, la Escuela Militar de Enfermeras, el Heroico Colegio Militar, los grupos motorizados, de canones de 106 mm, de infanteria mecanizada, el agrupamiento blindado y los variados tipos y modelos de vehiculos, la artilleria, asi como los Cuerudos de Michoacan, de prosapia, linaje y abolengo, que nacieron para la historia en Apatzingan, Michoacan, durante la guerra de independencia. Y ahora, a caballo, con machete en mano, pistola al cinto, paliacate en la cabeza y forrados de cuero rojo hicieron honor a la tradicion. Comenzaban a desfilar los miembros de la Armada de Mexico, elegantisimos todos ellos, con los colores negro y blanco que distinguen a los marinos, cuando los primeros indicios de la tragedia empezaron a llegar. Por los rumbos de Cuajimalpa, se decia, habian caido unos aviones. En un principio se hablo de uno, luego de dos, mas tarde de tres, de cuatro y hasta de cinco. La confirmacion vino pronto. El comandante de la columna del desfile, General Antonio Lopez Portillo Leal, al rendir el parte informo al Presidente que "tenemos que lamentar un accidente en el que se colisionaron tres aeronaves un F-5 y dos T-33, produciendose tres bajas. Ya se procede a investigar las causas del accidente" Mas tarde, con mas elementos de investigacion se logro determinar que el avion F-5 piloteado por el capitan Hector Ricardo Trejo Flores, alcanzo en vuelo a un T-33 que a su vez provoco una colision con otros dos aviones T-33. En total fueron cuatro los aviones accidentados, con un saldo de seis los muertos. En el T-33 matricula 050 volaban el General Gonzalo Curiel Garcia y el Teniente Gustavo Perez Estrada, en el T-33 matricula 049 volaban los Tenientes Mario Humberto Sanchez Garcia y Jorge Vergara Mogollon y en el T-33 matricula 036 volaban el Mayor Gonzalo Curiel Garcia y el Teniente Gerardo Ceballos Peraza. Todos murieron, excepto el Teniente Ceballos Peraza quien se encuentra delicado en el Hospital Central Militar. La noticia, como es de suponerse, resulto anticlimatica. De la alegria se paso al dolor, de la festividad a la consternacion. En medio del pesar, aquellos que conocieron a los caidos, aseguran que no hubieran cambiado en nada su vida: su pasion era volar y lo hubieran hecho mientras pudieran, como el General Gonzalo Curiel Garcia, Comandante de la 2/a. ala de pelea, que era un ejemplo para los jovenes Tenientes que apenas sobrepasaban los 20 anos. .