SECCION ESPECTACULOS PAG. 39 BALAZO: ABUCHEOS PARA EL CINE DE HOLLYWOOD CABEZA: Cinta vietnamita, ganadora en Venecia VENECIA (Agencias).- En forma unanime el jurado otorgo el Leon de Oro al vietnamita Tran Anh Hung, por Cyclo, y dividio en cuanto al Gran Premio Especial entre el filme portugues A comedia de Deus, de Joao Cesar Monteiro, y el italiano Luomo delle stelle, de Giuseppe Tornatore, confirmo las versiones de la vispera que daban a estos tres largometrajes como los grandes favoritos para los premios oficiales del 52 Festival de cine de Venecia, que concluyo ayer. El filme franco-vietnamita Xich Lo/Cyclo, de Tran Anh Hung, que gano el Leon de Oro, cuenta la historia de un ciclista-taxista que se ve envuelto en una serie de actos delictuosos, mientras su hermana se prostituye por amor en una ciudad Ho Chi Minh (ex Saigon) ruidosa y caotica, presa de las bandas mafiosas. Es el segundo largometraje de ficcion del autor de El olor de la papaya verde, de 32 anos, ganador de la Camara de Oro al mejor debutante en el Festival de Cannes de 1993 y candidato al Oscar destinado al cine extranjero de ese mismo ano. El Gran Premio del Jurado se dividio entre una pelicula italiana y otra portuguesa. En Luomo delle stelle, de Tornatore, un estafador lucra con las ingenuas esperanzas de los pobres sicilianos, que ven en el cine una posibilidad de escapar de la miseria y de la marginacion. A comedia de Deus, del portugues Monteiro, es una lenta pero divertida narracion, de casi tres horas, sobre un anciano irresistiblemente atraido por las lolitas. Tornatore, de 39 anos, gano el Oscar al mejor filme extranjero por Nuovo Cinema Paradiso (Cinema Paradiso) en 1989, mientras Monteiro, de 56 anos, interprete de todas sus cintas, ya habia ganado el Leon de Plata en Venecia en 1989 por Recordaoes da casa amarela. De este modo, el balance del recien concluido Festival de Venecia confirma el dicho de que la caridad bien entendida empieza por casa, con los premios otorgados a sus tres candidatos italianos, pese a que los mismos criticos nacionales no se pusieron de acuerdo sobre sus valores. Gran decepcion causo que no hubiera premios para la pelicula cubana Guantanamera, de Tomas Gutierrez Alea y Juan Carlos Tabio, unanimemente elogiados por la prensa, y tampoco para el anciano actor mexicano (casi 80 abriles) Fernando Torre Laphame, en su primera interpretacion protagonica tras una vida dedicada a la ensenanza, sublime como el anciano que busca una tardia felicidad en Sin remitente, de Carlos Carrera. El cine latinoamericano esta, en cuanto a la carencia de premios, en buena compania con la mucho mas potente industria de Hollywood. No obstante haber llenado las pantallas del festival con los proximos exitos "de boleteria mundiales", en efecto, Hollywood no consiguio siquiera un premio para Jack Nicholson, excelente protagonista de The Crossing Guard, de Sean Penn cuyo filme suscito empero una algarabia de silbidos en todas sus proyecciones, ni para Harvey Keitel, lo unico salvable en la ultima pelicula de Spike Lee, Clockers. La LII edicion del Festival de Venecia sera recordada como una de las mejores de los ultimos anos, aunque de ella no haya salido ninguna obra maestra, aunque si el descubrimiento de por lo menos un nuevo talento, el del japones Hirokazu Koreeda. El nivel medio fue bueno, con pocos largometrajes que generaran un rechazo unanime de critica y de publico, y las reacciones encontradas a todos los premios del jurado demuestran la gran variedad de amantes y detractores de cada uno de los galardonados. El festival se dividio entre el relativo conservadurismo de la resena en concurso y la de Noches venecianas y la novedad continua de Ventana a la imagen, una informativa abierta a la experimentacion y curiosa de todo lo que se hace de original en el mundo del cine. El programa estuvo integrado por 143 filmes distribuidos en siete secciones, con un total de 373 proyecciones en 11 dias y en siete salas con una capacidad para 3.794 espectadores. Mas de 3 mil periodistas de todo el mundo asistieron al evento, quebrando un nuevo record de la Mostra, mientras supero todas las expectativas el numero de los jovenes que llenaron diariamente cada una de las salas de proyeccion, sobre todo las funciones matutinas de la Sala Grande y las de todo el dia de Ela Palagalileo, que les estaban reservadas. De las 17 peliculas en concurso, nueve eran primeras o segundas obras, y una de estas se llevo el Leon de Oro, Cyclo, del vietnamita Tran Anh Hung, mientras otra, Maborosi no hikari (La luz de la ilusion), del debutante japones Hirokazu Koreeda, fue la verdadera revelacion del festival, aunque fue premiada solo por un jurado "menor". Tematicamente, la violencia predomino por sobre el amor, que aparece solo en version desesperada en el mexicano Sin remitente, de Carlos Carrera, no correspondido en Cyclo, no recompensado en el italiano El hombre de las estrellas, obsesivo en el portugues La comedia de Dios, y solo triunfa en el cubano Guantanamera y en el ingles En medio de un frio invierno. La relacion con la muerte fue el tema obsesivo del japones La luz de la ilusion y del norteamericano The Crossing Guard. Estilisticamente, el cine de la LII Mostra se movio por los carriles mas trradicionales de la narracion cinematografica y solo la resena paralela Ventana a la imagen dio espacio a algun tipo de experimento con la imagen. Geograficamente, Venecia abrio sus puertas de par en par al cine de Hollywood, y si bien ninguno de las dos cintas en concurso, Clockers de Spike Lee y The Crossing Guard, se llevo un premio oficial y solo reprimendas de parte de la critica, las peliculas norteamericanas acapararon la seccion Noches venecianas y menudearon en las restantes, certificando asi el cambio de actitud de los productores estadounidenses, que ya desde este ano empezaron a ignorar a Cannes, otrora su festival preferido. LEON DE ORO A MARTIN SCORSESE Martin Scorsese, con sus 53 anos, es el mas joven y seguramente el que mas proyectos tiene entre los acreedores de los ocho Leones a la carrera otorgados en el 52 Festival de Venecia, segun lo declaro el mismo hoy en conferencia de prensa antes de retirar el trofeo. En efecto, Scorsese debera volver manana a Nueva York para asistir al estreno de Clockers, de Spike Lee, que el penso dirigir y al final solo produjo; por ahora esta terminando el montaje de Casino, con Robert De Niro, Joe Pesci y Sharon Stone, sobre la mafia de Las Vegas de los anos setenta y ochenta. A mediados de enero espera iniciar el rodaje de su tantas veces pospuesto filme sobre la vida del Dalai Lama, y mas adelante realizara una vida de George Gershwin escrita por el premio Pulitzer John Guare (Seis grados de separacion) y otra pelicula sobre la odisea de sus propios padres, inmigrantes sicilianos. Dijo Scorsese que el largometraje que mas lo retrata es su primer documental, ItalianAmerican; que lo que mas le interesa en un filme son los personajes, y que de vez en cuando intenta hacer una pelicula, si no comercial, cuando menos "en la onda del momento" (mainstream), como Cape Fear, "que afirmo en Venecila trate de realizar como lo hubiera hecho un artesano de peliculas de serie B de los anos cuarenta y cincuenta". Se considero afortunado por hacer el cine que quiere y "con el dinero adecuado, que no es excesivo", y hablo tambien de sus grandes vocaciones: la restauracion de viejas peliculas (declarandose entusiasmado porque al final la Universal se decidio a restaurar Vertigo, de Alfred Hitchcock, en la version original inedita de 70 milimetros); la difusion de los clasicos europeos (los ultimos son Belle de jour, de Luis Bunuel, y Mamma Roma, de Pier Paolo Pasolini), y el patrocinio de grandes cineastas veteranos (Michelangelo Antonioni, David Lean), que sin su nombre no lograrian la venia de las companias de seguro para el rodaje de sus filmes. BIEN REPRESENTADO EL CINE LATINOAMERICANO EN VENECIA Pocas veces en la historia del Festival de Venecia el cine latinoammericano estuvo tan bien representado como en esta quincuagesima segunda edicion. Dos filmes en concurso: Guantanamera, de los cubanos Tomas Gutierrez Alea y Juan Carlos Tabio, y Sin remitente, del mexicano Carlos Carrera; un argentino, Caballos salvajes, de Marcelo Pineyro, que abrio la prestigiada Noches venecianas codo a codo con los mejores filmes de espectaculo de Hollywood y Europa, mas ocho en la seccion Ventana a la imagen provenientes de Mexico, Brasil, Cuba, Bolivia y Puerto Rico, entre cortos y largometrajes, cintas de ficcion y documentales, dan la idea, aunque no sea numerica, de esta presencia. El pais mas representado fue Mexico, que vuelve a demostrar su potente renacimiento, fruto de una atenta politica de aliento a la produccion por parte del Estado, que parece faltar en los demas paises del subcontinente. Ademas de la triste historia de soledad que cuenta Carrera en Sin remitente, se distinguieron en Ventana a la imagen dos documentales de novedosa factura, La linea paterna, de Jose Buil y Marisa Sistach, un intento de contar la historia menuda de Mexico a traves de filmes amateurs del padre del primero, y El abuelo Cheno y otras historias, en la que el hijo del escritor Juan Rulfo, Juan Carlos, entrevista a sobrevivientes de la Revolucion mexicana, entre los cuales muy bien podria estar el asesino de su abuelo. En cambio, Roberto Rochin Naya, se inspiro en un cuento del mismo Rulfo, Un pedazo de noche, el corto homonimo de media hora en el que se descubre el talento de este nuevo realizador, que renueva la gran tradicion del cine de su pais, tanto a nivel narrativo como estilistico. Cuba puso al desnudo su dificil situacion economica en el nuevo largometraje del duo creador de Fresa y chocolate, Guantanamera, presentado en concurso, donde entre rafagas de humor negro por el viaje de un ataud de un extremo al otro de la isla se muestra a un pueblo que trata de sobrevivir a todos los embates y a una maestra idealista que encuentra la fuerza para desbloquear su vida sentimental, y con un corto de animacion de 8 minutos de Igor Leon, Pedro, sobre el sueno americano de un joven que se embarca en una balsa para ir a Miami. En resumen, aun sin llevarse ninguna recompensa del Festival de Venecia, el cine latinoamericano ha demostrado haberse despertado del torpor en el que se habia sumido en los ultimos anos y confirmado que el renacimiento mexicano no es un fenomeno aislado en el subcontinente. .