SECCION CULTURA PAG. 34 CREDITO: ELENA PONIATOWSKA* CABEZA: La Jicara chiapaneca Que pasa cuando se hace un libro con la pulpa de un arbol, con las flores del campo, con las hierbas, los pastitos, el agua de lluvia? Nos ensenan en la escuela que para tener papel hay que cortar arboles, que las hojas blancas son de savia y somos muchos los que estamos acostumbrados a pensar que el libro es un objeto hermoso compuesto de materiales nobles a los que hay que rendirles homenaje encuadernandolos en piel y ribeteandolos en oro. Los tomos de La Jicara nos devuelven a la tierra, so n barco y hojarasca, limo y corteza, jejenes y cigarras. La Jicara es un acordeon de 32 paginas dobladas dentro de una corteza de arbol, "codice rupestre" le llaman quienes la editan, Taller Lenateros. "Revista-objeto de arte que presenta lo mejorde la literatura actual inedita, testimonios y cantos del pueblo impresa en serigrafia y con grabados originales". Sus disenos "recuperan motivos de arte popular y de la tradicion maya de ceramica y codices". Taller Lenateros "es un espacio de experimentacion y creatividad en el que desarrollan colectivamente nuevas idea s todos los dias". Explican: "Como los lenateros, que a diario cargan su lena en mecapal, trabajamos muy duro y con nuestro esfuerzo generamos el sustento de mas de 30 familias". Ambar Past y su grupo vuelven posible el milagro de que los arboles den frutos luego de ser arrancados de la tierra. Florecen en poemas y cuentos, porque en Chiapas la literatura brota por todas partes. Un escritor que lo es deveras, ya se sabe, escribe hasta en las paredes de los banos si no encuentra donde mas, pero la tarea editorial del Taller Lenateros da un significado nuevo a la publicacion de textos. Nos devuelve la capacidad de asombro ante su reinvencion del concepto de libro. Elena Jordana hacia libros con papel de estraza amarrados con un mecate sin importarle que la criticaran diciendole que eran ediciones de la Conasupo. Era admirable, pero mas lo es, considero, Ambar Past. Frente a ella nadie hace escarnio no solo porque ya saben que usa machete, sino porque maravillan las texturas, los olores, los sabores, los tintes, la grama y la gramatica de estas hojas, hojas de arboles inmunes al otono, a las que nunca se les ocurriria cantar aquella ronda infantil del norte: "Las hojitas, las hojitas de los arboles se caen, viene el viento y las levanta y se ponen a bailar". Estas hojas chiapanecas se expanden selvaticas, exuberantes como enredaderas y llegan hasta aca, para envolvernos en sus fascinaciones por encima del pavimento helado y los rascacielos inhospitos. Don Artemio de Valle Arizpe, cuenta Monsivais, llevaba su amor a los libros a los planos del tacto, del olfato y del delirio. Derramaba su pasion en ellos, enfundado en su bata de rojo carmesi: "No estoy hecho una hemorragia?". En similares incendios de excitacion volcanica me he visto presa frente a los ejemplares de La Jicara que toco extasiada y huelo y saboreo. A cualquiera le sucede, supongo, porque concentran en ellos toda nuestra esencia. Son un pase directo al frenesi, tambien, por lo que encierran , la calidad extraordinaria de sus textos. Vaya el siguiente poema de Javier Molina como ejemplo: Algo me pico en el pie./ No se que, pero fue algo que paso, rapidisimo./ Una vela que no existia se encendio./ Un dia inexistente amanecio./ Una luna lejana aparecio./ En el atlas de la mesa, el muchacho recordo al mar, la lluvia, los cuadernos de la escuela, los maestros, las sirenas y, sin saber de donde, la musica lleno aquel cuarto tan lleno de silencio. Algo ha de tener Chiapas que Javier Molina, desde que se regreso a su tierra aunque cuando fui nunca tuve la suerte de encontrarmelo escribe mas bonito. De por si. Quise saber mas sobre los autores de esta notable tarea editorial, y me encontre la informacion escrita y publicada por ellos en su prodigioso papel-madera: "Taller Lenateros es una sociedad artesanal integrada por mujeres y hombres mayas y mestizos, quienes producen papel hecho a mano, libros impresos, serigrafia y grabados en madera. Desde hace 20 anos, el taller ha impartido cursos a grupos de campesinos acerca del uso de las plantas y flores para extraer de ellas tintes naturales y fabricar papel. "La materia prima de su trabajo proviene de los campos, bosques y selvas del sur de Mexico. Para crear sus productos utilizan flores, bejucos, liquen, cepa de platano, rastrojo de milpa, velo de novia mahagua y bambu, junto con papel y huipiles reciclados". Que recetario, Dios mio! Entre los ingredientes solo les falto la manga del muerto y pelos de alla. La publicacion de La Jicara se hace posible en parte gracias a obsequios, regalos y becas. Les encanta que vayan a verlos hacer el papel, los libros y las tarjetas, demostrar sus gracias frente a las visitas, alla en San Cristobal de las Casas, siempre y cuando no lleven la intencion de convertirlos en una estrella mas del Canal de las Estrellas. En la calle Flavio A. Paniagua, que era nombre como de director de orquesta de Marimba Paniagua, si uno va de noche cuando todo el pueblo esta silencio, se escucha el eco del toquido en el patio y en la calle y en los muros. Ahi, sobre una mesa de palo, Ambar recibe a los lenateros y La Jicara resuena con su generosidad, su espiritu de empresa, su esfuerzo por conseguir una vieja impresora, ruidosa, Chandler. Tambien en ese mismo taller se da hospedaje a los artesanos que van de paso y encuentran su refugio en el numero 54 que es el de su suerte, asi como el nuestro es el de este dia en que tenemos la oportunidadde tomar esta Jicara que nos bana con su transparente agua de lluvia. Ambar Past, ni quien lo dude, es ave de buen agero, un talisman infalible como la piedra que le da nombre. Donde ella se aparece esta la suerte. *Periodista y escritora. .