SECCION CULTURA PAG. 35 BALAZO: SERGIO FERNANDEZ, AUTOR DE OLVIDAME CABEZA: La cultura, predestinada a las mujeres CREDITO: CYNTHIA PALACIOS GOYA Con el libro Olvidame novelas de amor para la monja portuguesa, que esta integrado por cuatro novelas cortas (Por lo que toca a una mujer, Hoy tengo ganas de ti, Olvidame y Pero sobre todo suename suename siempre), cuyo tema central es el universo femenino, el escritor Sergio Fernandez (DF-1927) cierra un ciclo. Asi lo manifesto el mismo minutos despues de que Miguel Angel Quemain y Sealtiel Alatriste hablaran de su obra que esta en circulacion bajo el sello de Anagrama y de que Jose Luis Ibanez leyera algunos fragmentos de la misma el jueves pasado en el Museo Soumaya: "Estas novelas seran las ultimas que escriba; termino bien a bien mi ciclo de narrador; ahora quiero escribir un libro sobre arte, que es la puritita sensualidad, y aprender a escribir cartas, memorias y viajes". "Siento dijo que los mexicanos estamos demasiado apegados a nosotros mismos y que nos faltan por contar estas aventuras, aunque ya tengamos muchas otras. Ya cerre este periodo y me encuentro, como diria Quevedo, no en los albores de la juventud sino en la plenitud de la vejez. En este momento quiero abdicar de muchas cosas; me queda el lujo de saberme solo, de saberme acompanado por aquellos que no van con las aguas del rio y acompanado tambien por una escritura que pienso sea distinta. Entonces, para ter minar, en lo que creo es en esta maravillosa soledad de compania que dan las amistades, aun cuando estas sean peligrosas". El autor de Los peces explico que al ser fiel observador de uno de los grandes focos que despiertan el amor y el odio, que son las mujeres, estuvo muy pendiente de este mito llamado la diva, que es una concentracion de esto que nadie sabe mas que ellas que es el eterno femenino: "Que a mi me parece absolutamente inalcanzable por ser eterno, y en estas cuatro novelas esta representado en honor de la monja portuguesa Mariana Alcoforado, porque es un arquetipo del amor romantico, entendido el objeto del amor como ausencia". "Ella comento hace del oficial frances de sus amores objeto de su persecusion, de su mania, porque sabe que ese objeto de persecusion se va a escapar siempre de sus manos. Escribe unas cuantas cartas que a mi me parecen francamente sinceras, es decir, francamente malas, que reiteran constantemente la situacion terrible que la acongoja, que no puede trascender y que precisamente por eso, por ser una mujer asfixiada, se convierte en arquetipo de una mujer que ama y sufre intensamente. Es lo que yo creo que ya no se da en la actualidad; por eso yo la tomo como referente ultimo en el que hay un horizonte determinado, en el que hay un mar de por medio y que ya no nos permite a nosotros viajar en el. Siento que el gran barco que es el amor, como el Titanic, se hundio; que para nosotros no digo a mi, porque soy de las generaciones que si lo vieron triunfar todavia el amor ya no se cuece en este mundo. Todas estas marejadas de rabia, de ferocidad, de desatino, de violencia, de drogas, de guerras acabaron c on eso que se llamo romanticismo. Este hundimiento es para mi, el hundimiento de los sentimientos". Ante un vasto auditorio, el tambien autor de Los signos perdidos afirmo: "Para mi, la mujer siempre constituye un reto, porque ella y esto lo estamos probando hoy en dia alcanza ya casi su total poder. Me parece que lo unico que le faltaba era el poder politico y este se le esta concediendo, aunque tengo mis dudas porque no se si una vez conseguido este factor tu, ella, lo pueda hacer bien, ya que no tiene experiencia previa; pero si se que nosotros lo hemos hecho muy mal, que el varon no ha llev ado con buen timon nuestra cultura. Que esta segun yo predestinada a las mujeres; ojala en sus manos lleve mejor timon; pero asi y todo, fascinado por esto, me dedique a escribir esas cuatro novelas consecuencia del amor y del desamor que son la consecuencia del odio y, finalmente, la consecuencia redonda de la soledad. .