SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 10 CABEZA: Informe presidencial: federalismo y reforma de los gobiernos locales CREDITO: TONATIUH GUILLEN LOPEZ * ENTRETEXTO: La modernizacion de los instrumentos de participacion pudiera contemplar la apertura de nuevas instancias de intervencion ciudadana El mensaje presidencial del pasado 1 de septiembre, tanto en la ceremonia como en su contenido, constituye una agenda dirigida a limitar los poderes del presidencialismo y a modernizar la actual estructura de gobierno del pais. En ese sentido pueden comprenderse las propuestas del presidente Zedillo al Poder Legislativo para incrementar las atribuciones de este y para extender las atribuciones y recursos de los gobiernos estatales y municipales. Por el camino del equilibrio de poderes y del fortalecimiento del federalismo se esta construyendo asi un escenario que repercute directamente sobre el horizonte del presidencialismo, recortando sus muy amplias capacidades gubernamentales al compartir poder y atribuciones. Por el lado del federalismo y sus repercusiones sobre los gobiernos estatales, que es el proposito de este comentario, la propuesta presidencial se concentra en politicas de descentralizacion que fortalezcan las capacidades y responsabilidades de los estados, con los recursos financieros y aparatos del gobierno federal descentralizados. Sin embargo, conviene hacer notar que la descentralizacion por si misma no garantiza mejores condiciones operativas de las funciones publicas trasladadas a las entidades estatales, si bien es reconocido que los estados pueden cumplirlas con mayor eficiencia simplemente al evitar los tiempos y burocracia duplicada que representaba el gobierno federal. Idealmente esta inicial ventaja que permite la descentralizacion debiera ampliarse, considerando a la actual coyuntura como una oportunidad para el rediseno de la funcion publica (modificando su organizacion, normas, recursos, tecnologia, procedimientos de decision mas plurales), que mejoren su eficiencia, eficacia y equidad. Ya sea que se trate de salud, educacion, comunicaciones o manejo de agua, la descentralizacion debiera acompanarse de un esfuerzo de modernizacion de esas responsabilidades publicas, t anto en si mismas como en su articulacion con otras responsabilidades que ya tienen los gobiernos estatales. De la misma manera, la modernizacion de las areas descentralizadas pudiera incluir en su programa mecanismos e instancias que permitan decisiones plurales sobre sus politicas concretas, favoreciendo la participacion de los ciudadanos, de tal manera que se erradique el centralismo que tambien son capaces de reproducir los gobiernos de los estados y los ayuntamientos. Precisamente, en el escenario de la participacion social, la coyuntura del nuevo federalismo tambien es una buena oportunidad para modernizar los instrumentos vigentes de participacion ciudadana, comenzando con los comites de planeacion (Coplade y Copladem) contemplados por el sistema nacional de planeacion democratica, que en general han resultado ser figuras notoriamente inoperantes por su subordinacion externa a los ejecutivos estatales y a los presidentes municipales. Esa dependencia ha convertido a las instancias de participacion mas en figuras formales que en instrumentos que hagan operativos sus objetivos, debido a que su funcionamiento por lo general tiende a ser discrecional de los ejecutivos estatales y municipales. De la misma forma, la modernizacion de los instrumentos de participacion pudiera contemplar la apertura de nuevas instancias de intervencion ciudadana en la definicion de las politicas, como puede ser -en el escenario municipal- formalizar la presencia organica de los ciudadanos en l as comisiones de los regidores, que actualmente tienden a ser instancias fantasmas de los cabildos municipales; y algo similar pudiera pensarse para los congresos estatales. De manera paralela, las politicas de descentralizacion y el fortalecimiento de los estados implican importantes reformas a los actuales instrumentos de coordinacion intergubernamental, en particular de los actuales Convenios de Desarrollo Social. La normatividad que regula esos convenios debiera ser objeto de revision, pues ya en su momento actual no corresponden a las capacidades instrumentales de las entidades estatales, pues la federacion establece mecanismos de control excesivos que duplican procedimien tos, burocracias y tiempos. Con las nuevas politicas de descentralizacion -al fortalecerse los gobiernos estatales- ese desfase simplemente se incrementara, lo que obliga de antemano a replantear las reglas de la coordinacion intergubernamental. Ademas de revisar el centralismo que expresan sus regulaciones, otro aspecto central de reforma de esa coordinacion es la inclusion de los gobiernos municipales como actores del proceso de negociacion, pues actualmente se encuentran dependientes a la vision del desa rrollo regional que tienen los gobiernos estatales. Desde la perspectiva de los gobiernos municipales, la incorporacion de su perspectiva es necesaria no solamente como un recurso de pluralidad, sino como un insumo que estimule la racionalidad de los acuerdos intergubernamentales en la definicion de prioridades, de los programas concretos, de la distribucion de recursos y de las responsabilidades. Finalmente, ante el nuevo escenario institucional de los gobiernos estatales y municipales que se avecina (e incluso ya como parte de sus necesidades actuales), el fortalecimiento instrumental que procedera de las politicas de descentralizacion y/o de sus nuevas atribuciones fiscales debiera acompanarse de un proceso paralelo de modernizacion politica. De lo contrario, el nuevo federalismo se reduciria al fortalecimiento de instituciones cuyo perfil politico, organizacional y normativo todavia transpira cen tralismo y autoritarismo en su propia dimension social y de gobierno. Para evitar esa posibilidad, el nuevo federalismo podria asumir una vision mas integral e incorporar entre sus objetivos explicitos la reforma del Estado desde el escenario de los gobiernos locales. En este rubro al menos dos objetivos son esenciales: la integracion efectivamente plural y proporcional de los ayuntamientos y de los congresos locales, como instrumentos decisivos que garanticen un minimo de equilibrios politicos y de supervi sion de la gestion gubernamental de los ejecutivos estatales y municipales. Por otro lado, la revision detallada de las atribuciones en ocasiones extremas de gobernadores y de presidentes municipales, que en los estados y municipios encarnan la herencia del autoritarismo regional y, a su manera, la herencia de los viejos cacicazgos regionales. Ambas circunstancias, la no pluralidad efectiva de cabildos y congresos y las muy amplias atribuciones de los presidentes municipales y gobernadores, son probablement e los obstaculos mas fuertes que inhiben la modernizacion politica e instrumental de esos ordenes de gobierno. Ademas de desconocer la pluralidad politica del pais, constituyen un costo economico muy alto que ya no deberia estar pagando la sociedad nacional. * Profesor Investigador. Departamento de Estudios de Administracion Publica de El Colegio de la Frontera Norte. .