SECCION CULTURA PAGINA 29 BALAZO: LOS DELEITES DE LA RAZON CABEZA: Saborear la danza de las abejas CREDITO: ALBERTO RUY SANCHEZ Indira Gandhi afirmaba que si de verdad se quiere conocer a la India es indispensable vaciar la mente de todas las ideas preconcebidas que se tengan. "India es diferente -afirmaba-, es una y es muchas. Y asi quiere seguir siendo. Si quieren entenderla tienen que partir de cero". Octavio Paz nos muestra ahora, con sus Vislumbres de la India, que una de las formas de ese cero consiste en ser mexicano. La afirmacion no es tragica, ni comica, aunque lo parezca. No es lamento ni es broma. "El hecho de ser mexica no -dice Paz- me ayudo a ver las diferencias de la India, desde mis diferencias de mexicano. No son las mismas, por supuesto, pero son un punto de vista". En todo caso, sus observaciones de muchas de las asombrosas semejanzas entre Mexico y la India, o de sus tajantes diferencias, recorren todo el libro. Sus reflexiones sobre la comida son apasionantes y no lo son menos sus anotaciones al caso de Catarina de San Juan, la china poblana, que era de la India y se hundio en la religiosidad novohispana con beatitud delirante. Hace algun tiempo comence una novela sobre ese personaje, en el espiritu de mis Demonios de la lengua, y puedo decir que tiene razon Paz al tomarla como sintoma historico del encuentro de dos mundos dispares, equivocos y en algo paralelos. Tambien es terriblemente lucida la semejanza que senala Paz entre los obstaculos de los dos paises frente a la modernidad: anclas diferentes que nos unen. Me gusta en este libro que el analisis historico y politico esta subordinado a la comprension del arte. Una escala de valores opuesta a la que vivimos cotidianamente en nuestros periodicos, en algunas de nuestras revistas literarias, y en nuestra industria editorial del chisme disfrazado de analisis. Sucede lo mismo en la India? Mexico y la India no son, como dice la cancion caribena, dos alas del mismo pajaro, pero si tal vez dos orejas del mismo elefante. Claro que seria un elefante con una oreja muy grande y otra muy pequena. No importa, Octavio Paz se enfrenta al problema con la desenvoltura de quien tiene pasion por las disparidades, por las grandes diferencias culturales. O como diria un poeta indio describiendo al dios con cabeza de elefante, Ganesha: "un corazon danzante entre dos orejas". Y la danza, ya lo sabemos, es en I ndia una de las maneras de describir poeticamente al pensamiento creador, al pensamiento clasificado como aquel que induce en nosotros sus lectores, un estado de felicidad lucida. El tipo de pensamiento que nos permite experimentar eso que ellos llaman: los deleites de la razon. Vislumbres de la India es evidentemente un libro de este genero danzante: un ensayo desenvuelto en sus movimientos que lo mismo analiza que recuerda, sintetiza nociones y aventura hipotesis. Libro viaje, libro acto, como son actos s us poemas. Actos de pasion ritual, como la danza. Estamos ante el libro de un escritor mexicano que a finales del siglo XX nos invita a presenciar una parte de su ya largo e intenso dialogo amoroso con la India. Ella lo transformo y tal vez todo lo que ha escrito despues lleve de una u otra manera esa huella. A partir de su experiencia de la India, la poetica de Paz se convirtio en una erotica. Asi, no solo la poesia de su libro Ladera Este, donde incluye Blanco (brillantemente analizado por Eliot Weinberger en su ensayo "Paz en la India") o la prosa poeti ca y ensayistica de El Mono Gramatico estan tocados por la magia de la India, toda su obra a partir de entonces adquiere una nueva consistencia vital. Y fue en la India, como se sabe, donde conocio a Marie Jose. "En la India, dice Paz en una entrevista, encuentro un tejido de sensaciones, de ideas, de experiencias. El erotismo, por ejemplo, no me acerca ni me aleja de lo sagrado. Experiencia que para un occidental es muy dificil. El erotismo es la sexualidad convertida en imaginacion. El amor es esa imagina cion erotica convertida en eleccion de una persona. Y eso es lo que descubri en la India y lo que probablemente cambio mi poesia. Por una parte dio mas realidad, mas densidad a mis palabras, se volvieron mas gravidas. Por otra se volvieron mas lucidas. Fue, en cierto modo, recobrar la realidad de este mundo a traves de la persona amada". En esta cita estaba ya la semilla central de lo que varias decadas despues seria su libro La llama doble, donde hace de su poetica/erotica clave de vida. En Vislumbres de la India encuentro en acto un concepto que siempre me ha llamado la atencion al leer historiadores indios del arte (como Coomaraswamy): dicen con frecuencia que tal obra tiene Rasha, o no lo tiene. Y me parece entender que Rasha es la gracia de una obra, pero tambien su esencia, entendida esta no solo como un contenido sino como un sabor, un goce y una profundidad a la vez. El Rasha es analizado en las teorias del teatro como la fuerza expresiva que tiene una obra para producir en los espec tadores diferentes estados o sentimientos. Esos sentimientos se clasifican normalmente en nueve categorias. (Con razon senala Paz que los indios tienen pasion por las clasificaciones infinitas, por las diferencias sutiles, como lo ejemplifica el Kama Sutra). El Rasha central, Rasharaja, o rey de los sentimientos esteticos es el sentimiento erotico (Shringara). Todos los otros sentimientos esteticos se conectan de una u otra manera con este. El sentimiento erotico es clave para obtener los deleites de la raz on. En la poesia de la India se menciona con frecuencia, como una de las sensaciones excitantes que deleitan a los sentidos, entre el tacto de la seda y la vision de una sonrisa de mujer, el zumbido de las abejas. El sonido de su danza. Y entre los poemas clasicos que Paz traduce al final del libro hay uno que habla de "Dos lotos que se abren, sus pechos apretados/ Casa de dos abejas: sus pezones obscuros". Algunos libros, como este, parecen tener como eje vital y poetico el Rasharaja del erotismo, y eso los ha ce a nuestros oidos como zumbido de abejas que buscan su casa. Escuchemos su danza para hacerla nuestra Texto leido durante la presentacion de Vislumbres de la India, anoche en Casa Lamm. .