SECCION ESPECTACULOS PAG. 37 BALAZO: RENEGADOS CABEZA: Efluvios de colectivos metaleros/ II CREDITO: DAVID CORTES El cielo los vio nacer, pero escandalizado por sus desviaciones los expulso. En el infierno, recibidos con alborozo, perfeccionaron las artes del embeleso hasta que Belcebu, senor de las moscas, cansado de sus coqueteos con otras artes lejanas al metal, los despidio de sus reinos. Desde entonces vagan en el limbo; hay quienes los ubican dentro del death, pero los puristas, hartos de sus devaneos con otras corrientes, prefieren ignorarlos, no sin antes maldecirlos. Si el heavy metal enfrenta actualmente una de sus peores crisis, sus cimientos, el underground, muestra signos de una vitalidad excesiva. Un alma curiosa, desprejuiciada, se topara con una abundancia de nombres, a cual mas desconocido, pero con varios ases bajo la manga. Dificilmente quien penetre en estos terrenos podria decir que lo escuchado sea un metal ortodoxo, porque en su lugar encontraran un hibrido que no teme a incorporar elementos de cualquier extraccion con el proposito de conseguir sus metas. Como ejemplo estan alli los espanoles de Elbereth, un quinteto que en ...And Other Reasons (Witchhunt Records, 1995) hacen alarde de guitarras veloces y distorsionadas, pero agregan una soprano femenina para elaborar un sonido tan duro como el acero y al mismo tiempo suave como una pluma que debe su ascendencia lo mismo al progresivo que al hard rock. Sin duda la tonica imperante dentro del underground metalero es la union de la aspereza con la sensibilidad clasica. Y en dicho campo los ingleses de Anathema son unos perfeccionistas. En Serenades y el EP Pentecost III (ambos en Peaceville) las voces vomitivas destacan en medio de unas hirientes guitarras que si bien privilegian la dureza, se dan su tiempo para fabricar hermosas melodias. Anathema se apega a los convencionalismos, pero no temen dejar a un lado las liras electricas y re currir a las atmosferas acusticas para combinarlas con melifluas voces femeninas y cantar al amor desde una optica romantica en un movimiento que hace alarde de versatilidad. Otras bandas aun mas subterraneas, como On Thorns I Lay y Maleficium, no se preocupan por la pertinencia de las influencias. Los primeros en Sound of Beautiful Experience (Holy Records) se meten por los terrenos del jazz, echan mano del pop (su cantante por momentos recuerda al de EMF!), abandonan las voces lugubres pero no la furia, y por momentos incluyen ciertos aires goticos. Los segundos tambien saben de gargolas y otros seres fantasticos y los desglosan en The Illusion of Humanity (Cybe r Music). Al lado de acidas guitarras hay una pared de teclados que por instantes es progresiva, para luego convertirse en techno, una extrana combinacion que, no obstante su disparidad, se fusiona amigablemente. Por el lado de la construccion de atmosferas tenemos a los finlandeses de Amorphis, quienes en Tales From the Thousand Lakes (Nuclear Blast) funden heavy metal, doom y black con el progresivo de los setenta, una mezcla que no se caracteriza por su novedad, pero que este quinteto ha sabido explotar con nuevos brios. Como ellos, los australianos de Pramaecium exhiben en Exhumed From the Earth (Witchhunt Records) buenas hechuras al combinar el death metal con voces de sopranos, flautas y violines. Composiciones machacantes que se alternan con pasajes lentos y comandados por una voz de la misma ultratumba. En suma, se trata de nuevos rostros, nada visibles en la superficie pero capaces de cambiar los caminos de un genero que a fin de renovarse no ha escatimado recursos. Todos conseguibles con facilidad en el Tianguis del Chopo y, con un poco de paciencia, en tiendas especializadas. .