SECCION: INFORMACION GENERAL PAGINA: 6 BALAZO: LOS HECHOS Y LOS MITOS CABEZA: Informe, crimenes, procuraduria CREDITO: Gustavo Hirales* Dicen algunos comentaristas, y politicos oposicionistas, que el Primer Informe de Ernesto Zedillo "decepciono", entre otras razones, porque no dijo nada respecto a los crimenes politicos que conmovieron al pais en los ultimos tiempos. Pero si se refirio a ellos, lo que paso fue que Zedillo no dijo lo que esperaban que dijera. Dijo el Presidente: "Desde el inicio de las investigaciones sobre los crimenes cometidos contra distinguidas figuras de la vida publica del pais se evidenciaron las deficiencias, limitaciones y falta de credibilidad social en la persecucion de los delitos". Esto es mas exacto en cuanto a impresion en la opinion publica, que en la realidad. Pienso que el Presidente se equivoca al generalizar de este modo: la verdad es que ninguno de los delitos "famosos" puede compararse al otro; y creo que el lo es producto del ambiente linchador que alrededor de estos hechos se ha formado. Como que el Presidente concede de entrada lo que el critico o el adversario da por un hecho, con el fin de no entablar la pelea alrededor de las investigaciones en si mismas, sino llevarla al terreno de los principios. En realidad el unico elemento que les es comun a los crimenes es el que se refiere a la "falta de credibilidad social" en la persecucion de estos delitos. Si damos por sentado que los casos son tres (Posadas, Colosio, Ruiz Massieu), yo diria que al menos en dos de ellos, el del cardenal Posadas y el de Luis Donaldo Colosio, las investigaciones se llevaron correctamente en lo esencial, mientras que la investigacion del caso Ruiz Massieu iba bien, hasta llegar a un momento determinado en que, sin que aun se s epa bien por que razones, Mario Ruiz Massieu, el fiscal especial, en apariencia torcio el rumbo de la investigacion. Tan es asi, que por ejemplo en el caso Posadas, y despues de haber volteado las hipotesis al derecho y al reves, Chapa Bezanilla se vio obligado a reconocer que, en efecto, Jorge Carpizo tenia razon en cuanto a la confusion como causa de la muerte del cardenal, a pesar de las protestas del boquiflojo cardenal Sandoval, sucesor de Posadas, quien esta empenado, contra toda logica, y carente en lo absoluto de pruebas que avalen su posicion, en hacer martir de la fe catolica a Posadas, y el poder proyectarse co mo el canonizador. Inmediatamente despues de la frase senalada, dice Zedillo: "Ante estos acontecimientos, y en todos mis actos como presidente, la guia, y objeto unico de mi lealtad, es la Constitucion de la Republica". Correcto, pero, a que viene esto? Entiendo que es una manera de responder al coro antisalinista que, en los medios y en la calle, ya juzgo y sentencio al ex presidente como culpable de los crimenes mencionados (en especial en el caso Colosio), y que hoy acusa al presidente Zedillo de "complicidad" por "no tr aer" a Salinas y ponerlo ante los tribunales. El presidente fue muy claro en establecer que la persecucion de los delitos pertenece al Ministerio Publico, y que la persecucion de los delitos federales es facultad del Ministerio Publico Federal, presidido por el procurador general de la Republica, "que la administracion de justicia corresponde a los tribunales, y que la imposicion de penas es propia y exclusiva del Poder Judicial". A este ultimo, dice, corresponde determinar la pertinencia, el rigor y la calidad de los elementos y pruebas que le aporta el Ministerio Publico. Por tanto, "fue mi conviccion desde el inicio, que la mejor manera de cumplir mi responsabilidad (frente a los crimenes) consistiria en promover la independencia y el fortalecimiento del Poder Judicial, y en nombrar a un procurador cuya libertad de accion y criterio estuviera fuera de duda". Por ello es que promovio las reformas constitucionales y legales que "refuerzan la autonomia y atribuciones del Poder Judicial", y designo como procurador de la Republica a un destacado integrante del Poder Legi slativo y miembro distinguido de un partido de oposicion: el PAN. Es decir, ante el ambiente social de falta de credibilidad, de rumores y las interminables suspicacias, el Presidente decidio que la unica salida era sacar al Presidente de la Republica de la investigacion y sancion de los delitos, justamente para descontaminar los procesos. No es que antes el presidente juzgara y sentenciara, pero era tal su influencia sobre todas las partes del proceso judicial, que practicamente el lo determinaba. Ahi esta el paradigmatico caso de La Quina, para no ir muy lejos. Si regresamos a la pregunta inicial: por que no informo el Presidente de la marcha de las investigaciones?, la respuesta parece caer por su peso: porque no le corresponde. El Presidente de la Republica no es Ministerio Publico, y no manda al Ministerio Publico para que este haga lo que el Presidente quiere. De las investigaciones y sus resultados dara cuenta entonces no el Presidente, sino la dependencia del Poder Ejecutivo encargada por ley de la persecucion de los delitos: la PGR. Y del juicio que merezc a esta labor, daran cuenta los jueces. Hay otras razones para que el Presidente no hubiera informado de la marcha de las investigaciones (que comentare en otra ocasion, y que tienen que ver, por ejemplo, con el desvanecimiento de la teoria del complot en el caso Colosio), pero yo creo que la principal es esta: Zedillo esta iniciando un proceso de "sana distancia" entre Presidencia de la Republica y Ministerio Publico, proceso que ya muestra sus bondades, y que en algun momento debera adoptar una sancion juridica, una reforma legal que convierta esta sana distancia en algo irreversible, no sujeto a los vaivenes o humores del titular del Poder Ejecutivo. Dijo Zedillo: "El procurador general de la Republica sabe que debe llevar a cabo sus tareas con absoluta libertad, sin mas limites que la ley y sin preparar en presiones de ninguna indole. Mi unica instruccion ha sido buscar la verdad y lograr la justicia, cumpliendo estrictamente con la Constitucion y las leyes". Esto es lo unico que el Presidente le puede pedir al procurador, y esto es lo unico que la opinion publica le puede pedir al Presidente. Cualquier otra cosa atenta contra la autonomia rela tiva del Ministerio Publico, necesaria para el mejor desempeno de su labor, y solo sirve para apuntalar un presidencialismo omnimodo que ya no es funcional y menos republicano. * Politologo. .