SECCION CULTURA PAGINA 38 BALAZO: OFUNAM CABEZA: Euforia por los clasicos y su brillantez CREDITO: ROBERTO GARCIA BONILLA Con seguridad el programa estimulo a los jovenes, universitarios en su mayoria, a resistir una tardia lluvia mas del verano; incluso aceptaron ver el concierto en alguno de los monitores colocados en el vestibulo central de la sala, o simplemente verlo a traves de los cristales del tercer piso. La OFUNAM interpreto el Huapango de Jose Pablo Moncayo (1912-1958), La noche de los mayas de Silvestre Revueltas (1899-1940), la Obertura Fantasia Romeo y Julieta (1840-1893) y el Bolero de Maurice Ravel (1875-1937). Para un publico, que en porcentaje no reducido esta era la primera vez que presenciaba un concierto en vivo, los detalles no fueron importantes. Asi, ante una sala pletorica, Sanchez Zuber prefirio explotar la potencia de la masa orquestal en obras que ya de suyo son brillantes. Las cuerdas de la OFUNAM mostraron uniformidad y claridad melodica, aunque hubo pasajes en todas las obras donde no se oyeron. Fue en el Huapango que mas se acerco a una interpretacion, por su fraseo, ritmo acentuado, melod ias destacables, etcetera. El resto de las obras fue un homenaje a la potencia sonora, que alcanzo su climax en la primera y ultimas partes de la musica hecha por Revueltas para la pelicula del mismo nombre (Noche de los mayas y Noche de encantamiento), y en la conclusion del Bolero donde instrumentistas de distintas secciones parecian extraviados. Sanchez Zuber, actualmente director asistente de la Orquesta Sinfonica Nacional, si bien acentuo los tiempos, no alcanzo a relajarse suficientemente. Aunque la dinamica corporal de un director no explica necesariamente el resultado sonoro del conjunto, en este caso la OFUNAM respondio a un ritmo marcado: movimientos regulares aunque cortos y tensos de brazos. En la obra de Chaikovski por momentos parecio una marcha solemne, pero sin el lirismo melodico que posee esta partitura. Sanchez Zuber nos hizo reco rdar al Enrique Batiz que dirigia tambien ante audiencias incipientes y avidas de musica clasica hace unas dos decadas los domingos, en el alcazar del Castillo de Chapultepec. Cierto desbordamiento en el podio con gestos histrionicos. El director huesped de la OFUNAM, satisfizo a un publico que queria conocer o reconocer obras populares dentro del repertorio clasico. El concierto fue un exito (el termino puede parecer muy superficial); fue una muestra de que hay un publico deseoso de la musica clasica, que por desgracia carga su dosis de prejuicios como el resto de los generos. Escuchar una orquesta sinfonica o un cuarteto de cuerdas en menor medida puede ser tan cotidiano y gratificante como escuchar a un grupo o vocalistas asi lla mados que se oyen hasta la saciedad en las estaciones de radio comerciales. Claro, quien no escucha la musica y solo la utiliza como escenario animico o ambiental, nunca apreciara ninguna musica, incluso siendo conocedor de nombres, epocas y mas. Este concierto desde el punto de vista estrictamente musical fue uno mas, pero ademas fue muy estimulante para los organizadores: la OFUNAM tiene un enorme auditorio potencial. Aunque tampoco se quiere llegar a la idea tramposa de que todo el mundo puede apreciar todas las manifestaciones artisticas (¨por que tendria que ser asi?). Tampoco es cuestion de jerarquias (por ejemplo, cultivados y safios); en el fondo el asunto es mas complejo, delicado y no menos escabroso, tiene que ver tambien con una e ducacion social y familiar. LA OFUNAM, en este concierto multitudinario, gano adeptos entre los universitarios; algunos podran convertirse en asiduos asistentes durante la temporada que empieza este fin de semana. .