SECCION CULTURA PAGINA 35 BALAZO: Brasil, su nueva novela CABEZA: John Updike, a favor de la integracion racial CREDITO: ROSA PEREDA J.D. Salinger, al que John Updike confiesa admirar, definio el peculiar lenguaje que se habia acunado en torno a The New Yorker, un lenguaje ironico y ostensiblemente inteligente, apto para las buenas revistas literarias norteamericanas de los ultimos cincuenta y primeros sesenta. Evidentemente, el propio Salinger y por supuesto Updike, y la mayor parte de los hombres del Yorker, cargaron sus novelas con explosivos de profundidad, que sin duda les hizo menos En 1960, cuando los norteamericanos no se habian dado cuenta todavia de que se acababa la caza de brujas, pero ya eran absolutamente conscientes de la Guerra Fria, aparecio en las librerias la historia de Harry Armstrong, un dubitativo vendedor de quinta fila llamado Despues vinieron otras muchas; la saga de Conejo, la de Bech, En mes de domingos, La version de Roger, El centauro... y, sobre todo, Parejas. Ahora aparece en Espana, Brasil (Tusquets editores), una hermosa novela de amor y aventuras, donde Tristao, un muchacho negro de la calle, e Isabel, una estudiante radical y blanca, se encontraran para siempre en una playa de Rio, y encarnaran, ya desde sus nombres, el viejo mito de Tristan e Isolda, la tragedia y el amor eterno. Como en el mito, Isabel y Tristao establecen su fuerte lazo de pertenencia cuando ella le entrega su virginidad. volver a contarla en terminos modernos Cuenta Updike que la primera vez que trato el mito fue en un poema de los anos sesenta, Se refiere al En Brasil los protagonistas son conscientes de si mismos y grandes amantes a pesar de ser personajes poco importantes, casi anodinos; creo que ellos se ven como seres cuya tarea es personificar el amor para el resto del mundo Brasil mira, el blanco tambien El propio Updike propone una lectura politica de su novela. su precio por convertirse en un hombre blanco y ella hace un gran sacrificio en el intercambio de pieles, porque, finalmente, es su piel blanca, ahora la de el, la que le mata... Si, en algun sentido es una tragedia, pero creo que el mensaje del libro esta explicado en ese primer parrafo. El libro, como yo mismo, esta a favor de la integracion volvi a ver en video Orfeo negro, y me avergonzo algo, como se parece mi libro a aquel filme, sobre todo, en la favela de la montana, la idea de que hay gente que solo posee unas maravillosas vistas. Brasil, aunque es tan grande, no es muy visible, en Estados Unidos tenemos muy poca informacion, no ha producido una literatura con el impacto de los novelistas argentinos o colombianos, y, pese a ser tan grande, tiene la cualidad de lo oculto. Eso es lo que mas me ha atraido la realidad estaria interfiriendo continuamente en los hechos narrados. Debo decir que ha sido tambien una aventura personal escribir una novela en la que pasan cosas violentas y sorprendentes Hace muchos anos, en los setenta, Updike, que habia criticado con furia la sociedad puritana de los cincuenta y se habia sumado a la revolucion de los sesenta, denunciaba la crisis moral de la sociedad norteamericana, el vacio moral que dejo la demolicion de valores, de Berkeley a Vietnam. Ahora, en este libro reivindica la pertenencia amorosa mas alla del sexo. Cuestionado sobre su relacion con el haya sido un exito. Se podria decir que Brasil es un libro sobre el compromiso reciproco. De una manera curiosa, es una historia sobre el matrimonio, y quiza pueda decirse en ese sentido que es un libro conservador, que apoya la familia nuclear, porque, a pesar de sus amantes, los dos se tienen una fidelidad profunda y mutua. Pero yo no me veo como parte del llamado rearme moral. He llegado a una especie de vida conservadora, vivo en un barrio residencial, soy un hombre de familia... pero no podria soportar ver que los americanos pierden las libertades privadas que ganaron para si en los sesenta. Toda esa palabreria sobre el hogar y los valores de la familia me produce claustrofobia. Creo que debemos encontrar nuestra identidad en la libertad, y no podemos volver a los cincuenta. La nueva moralidad tiene que venir de la mano de la tolerancia y la receptividad .