PAG. 30 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: COORDENADAS CABEZA: LA INEVITABLE RETIRADA AMERICANA CREDITO: IKRAM ANTAKI Kuwait, Somalia, Haiti... Dice Alain Minc: "habia realmente que ser un marxista bien primario, para imaginar los Estados Unidos como una potencia imperialista, alimentando un apetito exclusivo de dominacion: Republica imperial, no imperialista, sufre de su propio dinamismo mas que no lo pone al servicio de una estrategia preparada larga y cuidadosamente". El comunismo y su prosperidad natural habian llevado los Estados Unidos a ser lo que fueron. La muerte del primero, la disminucion de la segunda le dieron el jaque. Estamos tan acostumbrados a confundir los EU con las elites "wasp" de la costa este, que no nos damos cuenta de la volcadura de este Estado-continente sobre si mismo, alrededor de una falla continental que va desde el Oregon, para terminarse en el Mississippi. Solo se desdoblarian y se implicarian si algun drama ocurre, con Rusia como su actor principal. Muchos se sorprenden de que Washington haya estado tan presto a restablecer la soberania de Kuwait, para luego jugar al Poncio Pilatos en los Balcanes. Sin embargo, todo es diferente entre estos dos asuntos. El primero era real y tangible: tenia al petroleo como eje. Alrededor de este eje, se pudo mezclar la exigencia moral con el interes inmediato, ya que la proliferacion nuclear hubiera podido tomar una amplitud insoportable con Iraq en posesion de la bomba. El segundo asunto no era mas que virtual. El primero se habia producido gracias a un azar increible con, a su cabeza, un presidente acostumbrado al juego internacional, capaz de insertar un evento en una vision del mundo, y caracterizado por un temperamento intervencionista. El segundo ocurre en medio de un poder mucho mas tradicional: pusilanime hasta el punto de declarar que no expondra a ningun soldado americano al fuego y exponiendose, por este simple hecho, a perder toda capacidad de discusion, tradicional en su desinteres por la politica extr anjera, poniendola -segun su vieja costumbre aislacionista- lejos detras de las exigencias de politica interior, un poder "a ideologico" y, por lo tanto, incapaz de reaccionar frente a los eventos a partir de una vision del mundo. Sera por las limitaciones que les impone su "democracia de opinion", pero Estados Unidos reacciona siempre a posteriori. No tiene la posibilidad de tomar riesgos militares anticipadamente. Basta con leer el libro de Bernstein (el de Watergate) "The agenda" sobre un ano del funcionamiento de la Casa Blanca bajo Clinton, para darse cuenta del vacio sideral que reina en ese campo: "Jamas he visto a Bill Clinton consagrar mas de cinco minutos a un problema internacional". Y basta con leer "Los locos de la paz" de Marek Halter y Eric Laurent para confirmar esta misma idea: "mientras que Baker podia apoyarse sobre un presidente, George Bush, que mostraba un verdadero activismo en politica extranjera, Christoper vivia en estado de orfandad... Desde que un tema de politica extranjera surgia -Bosnia, Somalia, Rusia o Medio Oriente- el presidente se dirigia a Christopher: "Ese dossier le toca a usted, senor secretario de Estado". La Providencia, si es que existe en la historia, no podia hacer mejor las cosas al poner a Bush al volante en el momento de la caida del Muro, de la desaparicion del comunismo y de Kuwait. Desde entonces, no ha sabido renovar su acierto. Aquel gendarme americano podriamos echarlo de menos. Con el, el orden no estaba garantizado. Sin el el desorden lo esta. Hace algunos anos, existia un mecanismo regulador. Hoy pareciera que todos los sistemas de control que buscaba mantener el orden han desaparecido. Estos habian ayudado al concierto de las naciones a funcioanr de una manera mas o menos medida, hasta que el Congreso de Viena vino a transformar este espiritu y esta practica en doctrina. El equilibrio duro un tercio de siglo. El mas eficiente de los mecanismos reguladores fue la guerra fria, que habia asentado el statu quo que el mas absoluto sobre la peor de l as amenazas. Aquello solo podia desembocar sobre la inmovilidad total. De ahi, los exitos de ayer. Y las incertidumbres de hoy.¨Donde estaran, en adelante, los chivos expiatorios que nos obligaban a un minimo de cordura, los lideres susceptibles de jalarles las riendas a sus clientes, los imperialistas a la vez moderados y saludables, las tensiones estabilizadoras?. En cuanto al lider, a la vez democratico y tutelar, liberal y autoritario, susceptible de tener en su mano todos los hilos del tejido mundial ¨ acaso existe su nombre siquiera? Es inutil buscarlo. Para aquellos espiritus simples, acostumbrados a las estructuras claras y ordenadas -aunque sea en apariencia-, las dificultades para aprehender la nueva realidad son inmensas. Mas facil resulta agarrarse de un medio poder en desherencia y envolverlo con un vocabulario viejo de varias decadas: colonialismo/neocolonialismo/neoimperialismo, etc... El tiempo de las respuestas simples se ha acabado y los gestos politicos pueden entrar en contradiccion con la realidad de las relaciones de fuerza militares. El ti empo es, el de un desafio sin precedente y, quizas, quizas habra que esperar el relevo de una generacion de la post-guerra fria, que estara mas familiarizada con los conceptos de complejidad, de acciones y reacciones, de causas primeras y de efectos perversos, de los espejismos de la memoria y de las astucias de la historia. .