SECCION ESPECTACULOS PAG. 43 BALAZO: DEBUT CABEZA: Manoela Torres, noche de recuerdos CREDITO: ROGELIO SEGOVIANO No recuerdo bien, pero creo que dijo que se llamaba Laura. ĻO era Lorena? En fin. Su rostro tampoco lo recuerdo del todo. Es mas, si nos encontraramos a la luz del dia, tal vez ni siquiera nos reconoceriamos el uno al otro. Creo que ese es el riesgo de conocer a alguien a la media noche en un elegante bar que intenta pasar por centro nocturno. De lo que si me acuerdo es que Laura, o Lorena, vendia cigarros, dulces y chicles en el bano de las mujeres. No me consta, pero cada que entraba alguien "al tocador" (decia que se oia feo decirle bano) abandonaba corriendo la oculta mesita en donde estabamos. Por mas que insisti, nunca quiso aceptar un trago. Supongo que porque si la cachan la hubieran corrido. Tambien recuerdo que cuando se acerco a la mesa por primera vez me pregunto si era "de los reporteros" que habian ido al Prestige "para lo del debut de la senora". Luego me dijo que si le daba chance de sentarse ahi un ratito, que queria ver parte del show. Pense que ya habia ligado y que era un mero pretexto para iniciar algo. Todavia ingenuo, le pregunte si esa tactica la habia aprendido leyendo la celeberrima Zona de tolerancia de cada viernes. Ella hizo una mueca medio extrana, y luego me volvio a aclar ar que lo unico que queria era que la dejara ver desde ahi "el espectaculo de Manoella Torres". Y de veras, lo unico que deseaba era disfrutar de las interpretaciones de la asi llamada Mujer que nacio para cantar, artista que la noche del pasado miercoles inicio su temporada de cuatro semanas en el Prestige, alla por San Jeronimo. "Soy una superfan de Manoella. Lo mejor que me pudo haber pasado fue que viniera a actuar aqui", dijo. Se lo crei de inmediato, pues apenas acabo de mencionarlo, ya cantaba una de las melodias mas conocidas de la espigada vocalista, quien demostraba al publico sus extraordinarias cualidades. Si el quererte es un pecado,/ pues yo soy tu pecadora./ Yo te quiero por prohibido./ Que perdone tu senora", repetia, al igual que muchas otras personas en el bar. Una a una, Laura, o Lorena, canto todas las canciones de Manoella. Desde una llamada Fijate que no (que siempre no), hasta otra que dice: Somos dos,/ el gorrion y yo (... el otro esta prisionero en una carcel de amor), pasando por una clasica de cuando iba a la secundaria: Te voy a ensenar a querer/ carino de mi corazon.... En el pequenisimo escenario, Manoella parecia recibir la entrega de los asistentes, pues conforme transcurrio la velada la artista resultaba mas cautivadora. Mi acompanante solo se escapaba por algunos instantes cuando veia que alguien se disponia a entrar "al tocador", pero regresaba de inmediato. Cuando el show hubo terminado (despues de unas cuatro veces que la gente pidio que Manoella volviera a cantarles otra mas) me despedi de Laura, o Lorena, quien me dijo: "ĻA poco no esta para regresar de nuevo?" .