SEC. INF. GRAL. PAG. 4 CINTILLO: POLEMICA CREDITO: RUBEN ALVAEZ CABEZA: Muerte en Chalcatzingo A la memoria de Manuel Altamira, gran reportero que ahora estaria camino a Chalcatzingo Una pequena y pacifica comunidad del estado de Morelos, Chalcatzingo, vivio la mas terrible de sus noches el domingo pasado, cuando una porcion importante de ese poblado detuvo a tres presuntos secuestradores, los llevo a la plaza principal (y unica), efectuo un juicio sumario y, ahi mismo, resolvio darles muerte. El suceso pudiera ser uno mas de los miles de hechos violentos que ocurren cotidianamente en el pais e inclusive no trascender las paginas de las llamadas notas rojas, de no ser porque es el mas reciente de una cadena de hechos similares que tienen lugar en esa region morelense colindante con Puebla. Y lo es tambien porque se trata de una de las zonas mas deprimidas de la entidad pero, sobre todo, donde la injusticia y el abuso de autoridades judiciales campean y donde el desempleo, combinado con las malas cosechas, han agotado ya la paciencia de los lugarenos. Conozco muy bien el lugar. Con amigos queridos he caminado las calles de Chalcatzingo (lugar de ruinas arqueologicas al que tambien se conoce como Chacaltzingo) y he convivido con los lugarenos, de quienes no puedo expresar mas que simpatia por su nobleza y buen talante. Pero, por desgracia, la violencia campea en las inmediaciones y, por lo que se vio ya, ahi mismo. Se dira que cuando la gente se cansa, cuando ya no encuentra respuesta de parte de las autoridades locales y estatales encargadas y obligadas a dar seguridad, entonces no queda otro camino que el de la justicia por mano propia. Y, sin embargo, la sociedad entera no puede permanecer impasible frente a acontecimientos como los del domingo pasado, sin que se pida o se exija que de inmediato se ponga un hasta aqu i a la descomposicion social que muestra ya la peor de sus facetas y se atiendan las demandas de la region. Habra quien encuentre justificable la violencia en Chiapas, que ha sido una forma mas sofisticada y arropada ideologicamente de hacerse justicia por mano propia y, al mismo tiempo, condene a los desesperados de Chalcatzingo y pida que se desate una caceria de habitantes de esa localidad. Ni la violencia mortifera de Chiapas, ni la de Morelos ni la de ninguna otra parte del pais, pueden, de ninguna manera, justificarse. Pero como se ha procedido en el sureste, el gobierno de Morelos tiene ahora la obligaci on de explicarse y explicarnos convincentemente el origen de las acciones que condujeron al linchamiento de tres personas que delinquieron al intentar secuestrar a tres ninas de 14, 10 y siete anos, respectivamente. La Procuraduria General de Justicia del Estado rechazo anoche que los tres linchados tengan nexos con bandas de secuestradores que operan en esa region oriental de Morelos. Carlos Peredo Merlo, procurador estatal, dijo que "eran campesinos que buscaban salir de la pobreza por una via equivocada como la del secuestro". Agrego que en las ultimas tres semanas que lleva como procurador, ha logrado la detencion y formal prision de 15 personas relacionadas con la actividad del secuestro, en tanto que existen otras nueve con orden de aprehension, ademas de tener identificadas a dos bandas de secuestradores. Peredo Merlo considero que los acontecimientos de Chalcatzingo "tienen causas muy profundas y de tiempo atras que ahora se busca resolver mediante el reforzamiento del programa de seguridad". Pero, anadimos aqui, no es solo un problema de seguridad que pueda ser resuelto con el envio de algunos cientos de efectivos de las distintas policias del estado. La solucion no sera el inicio de cacerias de brujas, en una busqueda desesperada de la autoridad por demostrar que si actua, como, tampoco, dejar que las cosas ocurran asi nada mas, es decir, que frente al enojo y la desesperacion de poblaciones enteras, no quede mas remedio que ser testigos de acciones como el linchamiento de Chalcatzingo y sen tarnos a esperar el que siga. El 19 de mayo pasado, ocurrio una accion similar en el municipio de Axochiapan, a unos 30 kilometros de Jantetelco, cabecera municipal a la que pertenece Chalcatzingo, cuando unos delincuentes fueron ultimados tras haber asaltado una combi de transporte colectivo y golpeado a sus ocupantes. Entonces escribi sobre la preocupante violencia que campea en Morelos, en una reflexion que hago extensiva al penoso asunto que hoy nos ocupa: "Algo realmente torcido pasa cuando la sociedad entera es testigo de un acto horrible en el que una gavilla de bandoleros asalta a una combi en la que viajaban el conductor y siete pasajeros, cuatro de los cuales asaltan al resto, les quitan sus pocas pertenencias, retienen al chofer y dueno del automovil, le dejan en libertad unas horas despues, se dirigen a un poblado cercano, compran y consumen cervezas y al poco rato son linchados por una turba enfurecida que ya no creia en nada, mucho menos en el imp erio de la ley, y que deja sus cuerpos yertos, exanimes, frente a la municipalidad, sin la menor intencion de declarar o denunciar a los directamente responsables del multiple homicidio y convocando, asi, a una complicidad colectiva que pone los pelos de punta. "Se dira que en un pais donde un grupo numeroso de indigenas chiapanecos, encabezados por uno que no lo es, se levanta en armas y tensa con sus acciones a toda la sociedad, o donde un personaje extrano actuando solo o bajo las ordenes de sabe Dios quien asesina a un candidato a la Presidencia de la Republica, o en el que se repiten los secuestros de prominentes y acaudalados hombres de negocios, un suceso como el de Axochiapan, Morelos, es apenas un dato anecdotico, nada para preocupar ante la magnitud de los eventos antes mencionados. "Pero se equivoca quien asi lo piense. El imperio de la ley de la selva, es decir, aquel en donde todos se hacen justicia por mano propia y donde la ley se aplica a conveniencia de los poderosos y nunca o casi nunca en favor de los que menos tienen, no es mas que la antesala de situaciones explosivas como las que presenciamos en Chiapas el primer dia de este convulsionado 1994. "Los habitantes de esa region -escribimos en mayo- no son pandilleros ni complices de estos por naturaleza. No se puede considerar -y seria un error de elevados y gravisimos costos politicos y sociales asumirlo asi- que el linchamiento es un asunto del fuero comun sin complicaciones posteriores. "Los robos, asaltos y secuestros de gente pobre en la zona ocurren con regularidad insolita. Es una violencia diferente a la de Sinaloa o Tijuana, pues no hay indicios de que el narcotrafico este involucrado, pero similar en cuanto a su frecuencia. "Se trata de acciones desesperadas por parte de pobladores que ven burlada su dignidad y a los que la autoridad no presta la atencion que la gravedad de los hechos amerita. "Lo de Axochiapan, ocurrido el jueves pasado (19 de mayo), es el mas grave caso de violencia que afronta el gobernador Jorge Carrillo Olea en su brevisima estancia al frente de la administracion morelense. El linchamiento tuvo lugar menos de 24 horas despues de que el sucesor de (Antonio) Riva Palacio rindiera su protesta. "El asunto es muy sencillo: En esa zona de Morelos no se aplica parejo la Ley. Y los habitantes de Axochiapan, Jonacatepec, Marcelino Rodriguez y otras poblaciones de la entidad, simplemente, estan hartos". "Hace falta que la justicia llegue a ese rincon de Morelos. El gobernador Carrillo Olea tiene la palabra". .