SEC. INF. GRAL. PAG. 14 CABEZA: Los anos de Solidaridad CREDITO: Santiago Portilla Doctor en Historia. Director de la Gaceta de Solidaridad A casi seis anos de la puesta en marcha del Programa Nacional de Solidaridad, y aprovechando la celebracion de la 5a. Semana de Solidaridad, vale la pena recordar brevemente el desenvolvimiento de la politica que le da nombre. El Programa de Solidaridad comenzo el dia mismo en que inicio su gobierno el presidente Carlos Salinas de Gortari, en diciembre de 1988. Al mes siguiente empezaron a darse las primeras concertaciones de una politica que buscaba incorporar la energia social para una mejor distribucion del gasto social entre quienes mas lo necesitaban: comunidades indigenas, pueblos campesinos de las sierras y el semidesierto, y habitantes de colonias populares en las ciudades. Sobre la base de la tradicion y las instituciones de la politica social, Solidaridad se propuso combatir la pobreza directamente en las comunidades que la padecian, bajo el principio de que nadie mejor que sus pobladores conocian sus necesidades y posibilidades. La participacion en las decisiones sobre la aplicacion de recursos, bajo el principio de la corresponsabilidad comunitaria, fue el metodo inicial de trabajo. En 1989 hubo acciones de Solidaridad en alrededor de la mitad de los municipios de los 14 estados con mayores carencias. Ese ano se desarrollo la figura del Comite elegido democraticamente en las comunidades para dirigir la participacion social: en el segundo semestre se les denomino genericamente comites de Solidaridad y en los meses finales la practica termino por definir cuatro principios basicos de Solidaridad: 1) respeto a la iniciativa comunitaria; 2) organizacion y participacion; 3) corresponsabili dad, y 4) honestidad y transparencia en el manejo de los recursos. La practica de ese primer ano mostro que las demandas comunitarias abarcaban todas las necesidades de servicios basicos y la de actividades productivas e infraestructura. En su mayoria, su satisfaccion implicaba una pequena obra, pero trascendente para la calidad de vida de la comunidad: una electrificacion, una red de agua potable o drenaje, una clinica rural, una escuela, financiamiento para un proyecto productivo, una unidad deportiva, una plaza civica... Si bien al principio las propias comunidades mostraron cierta desconfianza ante lo que podia ser una promesa incumplida mas, la respuesta se tomo entusiasta al comprobarse en los hechos la seriedad del compromiso de gobierno: se realizaba la asamblea; se priorizaban las necesidades; se decidia la primera tarea; se elegia el Comite; se firmaba un convenio de concertacion social; se asignaban y entregaban los recursos; comenzaba el trabajo corresponsable, y, lo mas importante, se terminaba. La eficacia del metodo fue evidente: las obras eran mas baratas, se hacia mas con menos, se respondia a necesidades reales y los participantes ganaban un nuevo sentido de orgullo y dignidad. Si 1989 fue el ano de prueba de la organizacion social para el beneficio propio y de una nueva relacion con el gobierno, 1990 fue el ano de extension del programa a todas las entidades federativas y a la mayoria de los municipios. Fue tambien el momento en que el Programa tomo mas cuerpo a traves de lineas de accion especificas, lo que permitio una mejor organizacion general y llegar a mas comunidades. Nacieron entonces, por ejemplo, Escuela Digna, Ninos en Solidaridad, Apoyo a la Produccion, Fondos Munic ipales, Fondos para los Pueblos Indigenas, Operacion Paisano y Contraloria Social; desde el ano anterior habia comenzado Mujeres en Solidaridad; durante los siguientes surgieron, entre otros, los programas de Jornaleros, Cafeticultores, Bufetes Juridicos, Hospital Digno, Empresas, Ecologia Productiva, Enfermeras, Solidaridad Forestal. 1991 fue el ano de la consolidacion. El Programa llego a practicamente todos los municipios del pais y se convirtio en una politica de masas, no solo por la numerosa participacion, sino principalmente porque los grupos sociales se apropiaron de el. El escepticismo inicial se convirtio en una demanda activa de participacion en lo que ya se habia acreditado como una manera diferente de hacer las cosas. El presidente Salinas de Gortari proseguia su convocatoria a la organizacion democratica de las comunidade s bajo el compromiso de apoyarlas en sus fines. El cuarto ano de Solidaridad marco pasos cualitativos. Por una parte, los beneficiados con servicios basicos que habian esperado durante anos se elevaban ya a millones de personas; eran decenas de miles de escuelas rehabilitadas y centenas de miles de ninos con una beca integral. Miles de comunidades en todo el pais, en los lugares mas apartados o en las colonias mas olvidadas, empezaron a adquirir otro aspecto. Se hizo evidente que se daban pasos importantes en la construccion de un piso basico, con la d otacion de servicios, y empezo a darse mas importancia a los programas productivos, como el segundo piso que puede dar seguridad y permanencia al bienestar; se creo asi el fondo de Empresas de Solidaridad. De esta manera, Solidaridad ha actuado en los mas diversos ambitos que alivian la situacion de pobreza: salud, educacion, servicios urbanos, caminos e infraestructura, entre otros. Se ha brindado apoyo a diversos grupos de productores y se han puesto en marcha programas de desarrollo regional, poniendo enfasis en la organizacion social. Con estas experiencias se ha encontrado un camino para promover un autentico desarrollo integral que eleve la calidad de vida de familias y comunidades. Ano tras ano, el gasto destinado a Solidaridad ha aumentado substancialmente, desde 2,317.6 millones de nuevos pesos en 1989 (de recursos federales y estatales) hasta 11,889.8 millones en 1994. El presidente Carlos Salinas de Gortari ha impulsado permanentemente el Programa, buscando con respeto la participacion convencida de gobernadores y presidentes municipales; de este modo, mas de 500 mil obras o acciones se han construido y realizado por millones de mexicanos y las instituciones que contribuyen en S olidaridad, desde una electrificacion rural o urbana hasta la seleccion de los ninos mas necesitados de una escuela y la entrega del dinero, despensa y servicio medico de sus becas, pasando por la organizacion de una empresa campesina, la constitucion de una caja de ahorro o la construccion de un puente. Este ha sido el camino de Solidaridad. Se han dado pasos importantes, como lo constataran las cifras que se dan a conocer en estos dias, pero desde las primeras evaluaciones hasta hoy siempre se ha reconocido que falta mucho por hacer. Esta por cumplirse el termino de la administracion del presidente Carlos Salinas de Gortari. El proximo gobierno federal ha sido elegido libremente por los ciudadanos. El primer mandatario ha ofrecido trabajar intensamente hasta el ultimo dia de su administracion, y la sociedad organizada ha hecho suyos los principios y el metodo de Solidaridad. Como las anteriores, la 5a. Semana de Solidaridad sera ocasion para la evaluacion y el balance, pero esta vez hay una despedida implicita, que se traducira segura mente en reconocimientos de comites y autoridades locales a la obra social de Carlos Salinas. Tenemos tambien un contexto diferente, marcado por dos hechos principales: la discusion sobre el futuro de la democracia en Mexico y el proximo cambio de gobierno federal. La experiencia de Solidaridad, donde sus principios se han cumplido cabalmente, es de democracia participativa, la de todos los dias, la que constituye una base enriquecedora de las posibilidades de la democracia electoral. Quienes dirigiran el siguiente gobierno, por otra parte, se ocupan en estos momentos de disenar sus propuestas par a dar continuidad y profundidad al esfuerzo colectivo que en estos anos ha renovado las formas de aplicacion de la politica social, en especial las orientadas a la erradicacion de la pobreza. .