SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CINTILLO: CON RESORTERAS LIBERAN A DETENIDOS CABEZA: Encono y frustracion, tras los desalojos e el Soconusco CREDITO: SUCHIATE, Chis., 19 de septiembre.Encono y frustracion quedaron como saldo del desalojo en seis predios del Soconusco, invadidos desde el 7 de septiembre. Durante el operativo de hoy se proponia restituir una decena de terrenos a sus duenos. Sin embargo, solo se logro hacerlo con cuatro, ya que en los otros se registraron enfrentamientos que dejaron heridos y acentuaron la fragilidad social que impera en esta zona. Estos predios que se encuentran localizados en el municipio fronterizo de Suchiate, fueron e fectivamente evacuados y detenidos sus ocupantes. A un centenar de ellos, entre hombres y mujeres, los metieron en la caja refrigerada de un trailer, para enviarlos a la Judicial de Tapachula. Pero en menos de una hora despues de la accion, fueron liberados cuando los ejidatarios de la libertad tomaron y destruyeron el vehiculo en el que eran conducidos. Los predios que habian sido desalojados, volvieron a manos de los invasores: miembros de la Organizacion Proletaria Emiliano Zapata (OPEZ), parte del Conse jo Estatal de Organizaciones Indigenas y Campesinas (CEOIC). La historia de este operativo se inicio en "El Criminal", como es conocida la antigua carcel de Tapachula, que ahora es sede de la Direccion de Seguridad Publica del estado. De esa corporacion, 350 elementos mas 50 de la Policia Judicial del Estado, comenzaron a reunirse a partir de las 5 de la manana. Estuvo dirigido por el procurador de Justicia de Chiapas, Arturo Becerra Martinez y el coordinador de la Policia Estatal, Augusto del Pino Estrada . Clareaba ya cuando el procurador anuncio que el personal iba sin armamento, solo con lanzagases. El res a ambos lados. Dos helicopteros sobrevolaban bajo, a veces casi rasantes para elevarse de subito antes de alcanzar los predios invadidos. Quedaba la precaucion que no tomaron dias antes, cuando en Tuxtlachico fue apedreado el aparato en el que volaba el procurador. El ruido de la turbina a chorro, el intermitente y bofo de las aspas, desprendian parvadas de cotorras, garzas y pijuyes. Con la presencia de los policias y lanzagases, el paisaje evocaba el escenario de esas peliculas de guerra en el tropico o en el Paraiso. La caravana se detiene, bajan los guardianes con sus armas y garrotes, escudos de plastico endurecido para defenderse tambien de los garrotes. Entre los uniformados hay muchos jovenes vestidos de civil, ya sin panuelo, los hay de todas las edades a partir de la adolescencia. Ya sin el panuelo sobre el rostro, se ve que moquean sangre, antes de que los avienten boca abajo sobre la plataforma de la carroceria de redilas. No falta el moquete en la cara ya descubierta, la captura es estricta. Un policia que lleva a un joven esmirriado le florea la boca de un trompon. ¨Por que le pega?, le pregunta un reportero. Trece, trece! le aconsejan sus companeros. Trece que en clave policial ha de significar que no responda. Ni una palabra. Tampoco sobre uno que otro agente de la ley y la subametralladora USI que porta, cuando nadie debia llevar armas. Si nos disparan, nos retiramos de inmediato; no responderemos habia dicho el comandante Del Pino antes de partir hacia estos lugares. El tan solo llevaba un cuchillo y es enemigo de los que se quieren sentir "Rambo". La captura es de un centenar de personas que son concentradas en la caja de un trailer Kenworth, de esos "thermo-king" refrigerados, asi viajaran con aire acondicionado en el vehiculo de autotransportes refrigerados "tortuga". Los predios desocupados fueron La Herradura, Santa Fe, San Jose Morelia y Lorelay, con un total de 36 hectareas, y el se mira de vez en cuando entre las espesura. En Las Garzas no hay ni garzas; huyen espantadas por el vuelo constante de los helicopteros. Los invasores huyeron tambien de las 56 hectareas invadidas. El trailer es el que primero regresa escoltado por una camioneta de la seguridad y poco antes de pasar por el ejido La Libertad, lo detiene cerca de un centener de campesinos. A pedradas rompen el parabrisas, a machetazos le desinflan las llantas. Dicen que aqui son tan finos con esa herramienta, que a filo de machete se cortan las unas de los pies. Luego le arrancan los cables de todo el sistema electrico y mientras tanto abren la puerta trasera y liberan a los que van en la caja, tras el repliegue de los guardianes. Llegan las fuerzas de seguridad al paraje. Descubren que hay gente metida entre los platanares, les lanzan gases lacrimogenos, les responden con piedras. En el dia anterior, Comunicacion Social de esta region envio un comunicado donde explica que la operacion habra de ejecutarse con cautela porque s e sabe que hay armas entre estos invasores. Un policia afirma ver a dos sujetos entre las matas portando escuadras; lo cierto es que las unicas armas que salieron a relucir en manos de los invasores fueron las resorteras, y con buena punteria, por cierto. Varios vehiculos del calor del pavimento, alla quedo esperando, asi verian a los que estaban enfrente. Del grupo se desprendio una forma que cobro vida en tres campesinos que llevaban desplegada la Bandera de Mexico. A su encuentro salio el subprocurador de Averiguaciones Previas del Estado, seguido por un contingente de policias con gases y escudos. Queremos hablar, queremos paz dijo alguien que casi inaudible, se identifico como el comisariado ejidal de La Libertad. Yo quiero que ya no echen gases sobre la escuela, todos los ninos estan llorando, hay uno que se desmayo, soy el maestro. Y zaz! Que el subprocurador les arrabata la Bandera, la hace hilachos, la arrastra un poquito, ahora en fiestas patrias, y ordena avanzar; suelta al funcionario municipal, mas para afianzar al maestro del cabello. ¨Por que le quita la Bandera si estan pidiendo paz?pregunta este reportero ¨Me puede decir su nombre, oficial? Luego te lo digo. Su nombre es Miguel Angel Esquinca Molina, aunque nunca lo dijo y sus hombres siguieron disparando. Entraban a las casas junto al camino y sacaban bicicletas, enchuecaban los rines sobre las piedras, las aventaron a las aguas percudidas de un canal de riego o sobre las camionetas. En la refriega los lugarenos se retiran y el aterrizar en un terregal del camino. El proximo punto es el silencio, dentro de este municipio. Guia Fernado Necochea, su propietario, porque la caravana se desmiembra con frecuencia. Guias, quiero guias. No mapas grita el comandante Uberclain Ramos Montes titular de Seguridad Publica de Tapachula, cuando uno de los propietarios que lo guiaban, le dijo que le habian entregado planos. El silencio es como su nombre. Fernando Necochea, su dueno, habia dicho poco antes que si el gobierno lo dejaba solo, solo s eguiria. Que habia luchado toda su vida por tener un rancho que es legal con sus 140 hectareas. Alli aprehendieron a 25 personas que sin resistencia abordaron las camionetas. Vieron como el fuego consumia unas cuantas chozas construidas con varas y hojas de platano. Al salir del predio se pierde parte del achico, donde caen 10 personas. Avanzan a las 65 hectareas de La Nonza, en Cacahoatan. Los ocupantes se acaban de ir. Solo hay cobijas y plasticos, vestitiditos, bolsas de Mazeca. Las chozas son incendiadas y concluye el operativo. Aunque queda un destacamento, no se siente seguro Camilo Brito, su propietario, quien afirma tener resoluciones presienciales de los anos cuarenta. Piensa que en cualquier momento las invasiones volveran. Como ocurrio en los cinco predios del Suchiate, que un par de horas despues , volvieron a ser tomados, ya que las fuerzas de seguridad consideraron su estancia como una posible provocacion. Pero ademas, los campesinos ya tomaron tambien la carretera y amenazan hacer lo mismo con las fincas, las casas de los duenos, como ya ocurrio en Liquidambar. Miguel Angel Marmol, vocero de la OPEZ, habla que este movimiento ha agarrado la bandera de la toma de tierras como parte de la resistencia civil. Considera que el gobierno no cumplio con el acuerdo firmado en conjunto el pasado 14 de sept iembre, donde se comprometieron a desalojar siempre y cuando el gobierno les diera tierras, pero estas resultaron inundadas y no les convino el trato, por eso seguiran en su lucha. .