PAG. 2 SECCION: INF. GRAL. CINTILLO: EDITORIAL CABEZA: Solidaridad, un compromiso social Apreciado y practicado por quienes deseaban mejorar la calidad de su vida y, al mismo tiempo, temido y combatido por gran parte de una oposicion que en cada acto de gobierno veia una maniobra electoral, el Programa Nacional de Solidaridad es, hasta hoy, una gestion coparticipativa que no tiene precedente en la lucha contra la pobreza aqui y en todo el mundo. Solidaridad ha canalizado recursos financieros y materiales para la transformacion del habitat en las zonas urbanas y rurales. Poblaciones que durante decenios estuvieron desprovistas de servicios elementales disponen, ahora, de alumbrado publico, agua potable y drenaje; otras, vieron cubrirse sus calles con carpetas asfalticas y banquetas, donde se instalaron desages pluviales; muchos ciudadanos participaron en la modificacion o edificacion de sus viviendas y no pocos participaron en la generacion de fu entes de trabajo. Globalmente, mas de 12 millones de los mexicanos con mayores carencias tuvieron participacion activa en el programa. El total de las obras desarrolladas, hasta la fecha, suma arriba de 13 mil 900 millones de dolares. Ningun pais registra cifras parecidas en su lucha contra la pobreza ni hay otro programa gubernamental que haya despertado la credibilidad y la confianza de los beneficiarios. La singularidad del Programa Nacional de Solidaridad radica en el hecho de que superando las concepciones del Estado benefactor, de la autoridad paternalista y de la caridad, fue establecida una relacion de compromiso entre autoridades y pobladores para que cumplieran con sus obligaciones: financiamiento y provision de recursos, por una parte, y mano de obra y control social, por la otra. Solidaridad, mas que un programa de obras es una estrategia generadora del compromiso social que obliga a las autoridades y a la sociedad civil; mas que la provision de paliativos circunstanciales es la planeacion situacional que ataca los requerimientos inmediatos. Al incrementar el nivel actual de vida crea condiciones propicias para que el mejoramiento sea continuo y ascendente. Este programa para muchos ha sido una realidad y, para otros tantos, sigue siendo una esperanza. Su fuerza posibilitadora debe permanecer para mejorar a Mexico. .