SECCION ESPECTACULOS PAGINA 41 BALAZO: CARIBEĽOS CABEZA: Juan Luis Guerra, la tradicion del merengue CREDITO: ERNESTO MARQUEZ Si hay un exponente de la musica afroantillana que encarne el espiritu creativo del mundo latino de hoy, este es sin duda Juan Luis Guerra, carismatico cantante, compositor y director de orquesta nacido en Santo Domingo, Republica Dominicana, el 7 de junio de 1957, en el seno de una familia de clase media, siendo el menor de tres hermanos. Cuenta Juan Luis que en su casa se presentaba un ambiente muy musical. A su madre, espanola de origen, le encantaba escuchar zarzuelas y operas italianas. A su padre: los boleros de Agustin Lara y los sones de Miguel Matamoros y Benny More. A sus hermanos mayores el jazz. En tanto que a el le atraian los sonidos del momento: el rock, el calypso y las baladas tipo Joselito, mismos que recreaba en una vieja guitarra. A los 16 anos de edad la accion de la calle lo lleva a ganarse la vida tocando en algunos bares mientras cursa solfeo en el Conservatorio de Santo Domingo. A los 20 emprende la carrera de Filosofia y Letras, la cual abandona a los 22 para ir a estudiar musica a Boston, en el prestigiado Berklee College of Music, donde se especializa en armonia, orquestacion y direccion. Alli bebe de las fuentes del mejor jazz americano, se sumerge en las profundidades de Duke Ellington, se enamora de la musica de Pat Metheny y toca la guitarra a lo West Montgomery, lo que hace suponer su afiliacion al genero. Pero un dia se da cuenta de que todos sus conocimientos pueden ser revertidos en el folclore caribeno. Lo hace: mezcla lo aprendido con la musica de su tierra, y logra toda una revolucion musical rompiendo con las estructuras demasiado formuladas de la musica quisqueyana y aportando a ese universo musical una nueva onda. Pero eso si, sin abandonar las raices. En 1985 aparece su primera produccion discografica: Volando, (reeditada ahora por la Warner bajo el titulo de El original 4.40). Un ambicioso trabajo musical con fuerte influencia jazzistica pleno en arreglos vocales y giros armonicos intrincados, que le procuran, a el y sus complices, el apelativo de Los Manhattan Transfer del Caribe. Eran entonces un cuarteto musico-vocal integrado por Maridalia Hernandez, Mariela Mercado, Roger Zayas Bazan y el propio Guerra, como creativo y director. Todos ellos se habian conocido a principios de los ochenta, cuando Juan Luis recien regresaba de Boston y se ganaba la vida haciendo jingles publicitarios. Coincidieron en la radio y con un interes creativo: experimentar con las diferentes corrientes y tecnicas musicales para darle un nuevo rostro al merengue. Se hicieron llamar Los 4.40, partiendo del numero de vibraciones (4.40 hertzios) que provoca el tono de afinacion universal que coincide con la nota La en la escala diatonica musical. Despues de la experiencia con Volando, Karen Records, una discografica potente de la isla, los firma y facilita su aceptacion popular. Sus discos pierden en contenido jazzistico pero ganan en color antillano. Aparece entonces Mudanza y acarreo (86), en el que Juan Luis Guerra resuelve que sus canciones sean vehiculos para textos amorosos de un lirismo arrebatado (Si tu te vas, Ella dice), retratos costumbristas, no exentos de humor (Requiem sobre el Jaraga) y denuncias de miserias sociales, como lo hace en Elena, donde narra la anecdota de una inmigrante dominicana en Estados Unidos, describiendo sus peripecias y el tragico desenlace provocado por las drogas. Pero tambien se vale de otros autores y en este disco hace una version de Yo vivo enamorado, de Camaron de la Isla; A Santiago en coche, de Adalberto Alvarez y Thriller (Dame) de Michael Jackson, con los que el merengue se prueba en diferentes terrenos. El publico empieza a digerir estas canciones que muestran una nueva mentalidad tonal en las Antillas. Y lo hacen con la misma naturalidad con que Juan Luis Guerra resuelve sus propuestas. Su viaje musical continua con Mientras mas lo piensas... tu (88), donde, en una cancion como Me enamoro de ella, exclama: "Yo era de un barrio pobre, del centro de la ciudad/ ella de clase media padecir verdad", aprovechando el eterno tema del amor para presentar la contrastante realidad social de la Dominicana, un pais al que ama a pesar de todo, por lo que no olvida su caracter alegre que subsiste sobre las penurias. De ahi que abra el disco con un "Good morning, good morning! Good mor ning, muy guavaberry", que recoge la tradicion navidena de los cocolos de San Pedro de Macoris, de visitar casa por casa tocando su musica y pidiendo guavaberry, bebida elaborada por ellos para esa festividad. Este disco bate records de ventas en el Caribe. Pero es con Ojala que llueva cafe (1989) cuando entra fuerte en los mercados de Europa y Estados Unidos. El album contiene una seleccion de merengues, son cubano y canciones del tipo folclorica dominicana, sobre todo de la region del Cibao -zona cafetalera al norte de la isla-, un ritmo campestre ricamente lento y cadencioso conocido como "bachata". Este disco tiene musica para el baile (Razones), para el apapacho (De tu boca), para el dulce meneo (La gallera, Woman del callao, Reina mia), de inspiracion jazzistica (Angel para una tambora) pero tambien para la reflexion, como Visa para un sueno, una de las obras mas contundentes que se hayan escrito en el Caribe y que refleja vivamente el calvario de la emigracion latinoamericana a Estados Unidos, donde Juan Luis Guerra se pon e en el lugar de decenas de miles de personas que en todo el continente guardan cola ante la respectiva embajada norteamericana "con una foto dos por cuatro" y la ambicion de huir "hacia el asfalto", de huir "para no volver". O la que le continua (en el orden del cd), un tema que le sirve para gritar la miseria que se vive en el Caribe, Ojala que llueva cafe, cubierta de una metafora naf que le da un nuevo sentido al denostado termino de cancion protesta: "Que caiga un aguacero de yuca y te/ del cielo una jarina de queso blanco/ y al sur, una montana/ de berro y miel... pa que en el conuco no se sufra tanto... ojala que llueva cafe en el campo". Bachata rosa (90) es definitivamente su consagracion internacional. Este album alcanza un record de ventas jamas visto por la musica afroantillana. En todo el mundo se vende alrededor de 5 millones de discos, convirtiendolo en un fenomeno de masas. Su publico es ilimitado. En sus conciertos se evidencian lo mismo senoras de clase media, doncellas y efebos high life que intelectuales de izquierda. Son muchos los que se reconocen a si mismos mientras le escuchan desde lo alto de una mesa compartiendo el sudor y el ron con blancos, negros, indios, mulatos y mestizos que nunca antes habian visto. Bachata rosa es un album compuesto en un momento de madurez espiritual e intelectual por un artista al que el exito en lugar de envanecerlo le sirve para compartir y sumar criterios. La formula para este disco es la misma: metaforas cultas, variedad sonora y cuidada orquestacion. Burbujas de amor, un tema inspirado en Rayuela, el best-seller de Julio Cortazar, es la cancion muestra, pero en el disco hay 10 perlas como para hacerse un collar lucidor, 10 joyas en las que se dan el reciclaje afortunado de hallazgos populares antillanos asi como citas de poetas como Neruda, Garcia Lorca, Vallejo o Miguel Hernandez, que Guerra ha leido desde siempre como fuente revitalizadora de su espiritu. Lo que quiere decir que en el trabajo letristico de este cantautor hay viven cia, complicidad y oficio. Y esto logra, a lo sumo, que sus canciones sean redondas, muy apegadas a la descripcion de un arte mayor. Respecto a la musica, se escuchan los sonidos de Angel Viloria, Luis Alberti, Dioris Valladares, Luis Quintero y demas santos del altar merenguero; pero entre las armonizaciones se cuelan los Beatles, los Take 6 y Paul Simon (de quien dice haber asimilado las ideas de incorporar instrumentos africanos). Tras el boom de Bachata rosa vienen dos anos de ausencia de los estudios. Tiempo en los que se enfrenta a una enfermedad ocular de origen desconocido que le hace perder, de manera paulatina, la vision de su ojo derecho. Suspende las giras, se recluye en su hogar y poco se le ve en la farandula. Pero a pesar de esos obstaculos, Juan Luis Guerra no se doblega y trabaja en lo que sera su sexto elepe: Areito (1992). Un album de "avanzada" y "reminiscencia", segun el autor. Areito toma su titulo de un canto y una danza de celebracion de los indios tainos, antiguos pobladores de la isla de Santo Domingo. El disco fue grabado en el ano del V Centenario y significo para el Juan Luis una manera de recordar tal acontecimiento. Un rito de palmadas y voces en lenguas indigenas, acompanadas por el viejo mayohuacan (especie de teponaztli) y tambores afrocaribenos es con lo que hace Juan Luis Guerra, en esta evocacion ancestral para conducirnos por los vericuetos del tiempo hasta llegar, en espiral, al centro de la cosmogonia taina. Tiene voz para el pasado y tambien para el presente. En este cd hace certeros y causticos retratos del deterioro social en la zona, y en Si saliera petroleo nos lo hace saber: "Tres millones de indigentes/ analfabetos humanos... pero pueblo de valientes/ nos salva solo el trabajo" o en El costo de la vida, donde se le oye cantar: "Y la gasolina sube otra vez/ el peso que baja ya ni se ve/ y la democracia no puede crecer/ si la corrupcion juega ajedrez/ a nadie le importa que piensa usted". El mismo album le deja espacio para deliciosas mezclas de balada y bolero dominicano como Mal de amor, Cuando te beso, Senales de humo, Coronitas de flores; algunos sonecitos cubanos como: Ayer y merengues del corte de Rompiendo fuente. Continua con su linea de adaptar temas ajenos y esta vez nos sorprende con dos excelentes versiones, una del haitiano Nemours Jean-Baptiste (Mal de amor) y otra del guitarrista zaireno Diblo Dibala (El costo de la vida). Su pasion por Garcia Lorca lo demuestra en la cancion Frio frio, que arranca con un verso del poeta granadino: "Frio, frio, como el agua del rio/ caliente, caliente, como agua de la fuente..." Dice Juan Luis Guerra que con Areito hizo una "graciosa" huida del boom comercial, ya que este, a diferencia de su antecesor, no tuvo tanto exito de venta, pero las huidas siempre suelen ser fructiferas y en este 94 nos entrega un album con el mejor talante quisqueyano. Se trata de Fogarate, una sugerente combinacion de merengue tipico (Perico Ripiao) con merengue contemporaneo (urbano, de gran orquesta). Disco compacto de 14 temas, que significan un retorno a la forma de la copia sencilla y directa que dibuja muy bien el caracter del hombre quisqueyano y en el que ha contado con la colaboracion de uno de los grandes del merengue campesino, Francisco Ulloa, legendario acordeonista que participa con su conjunto, y algunas composiciones, como La cosquillita, el tema que ya se escucha en todo el Caribe y que tan solo es una muestra del potencial de este disco que sale al aire con grandes perspectivas de popularidad. .