SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: EN BUSCA DE OCTAVIO PAZ CREDITO: Elena Poniatowska Ayer lei en "Dirijase a os de informacion llegaban de aqui y alla, siempre enigmaticos, siempre furtivos, mejor dicho evasivos. No acababa yo de decir mi nombre: "Elena...", cuando ya me habian colgado el telefono. Me parecia escuchar entre las voces prudentes: "No te metas, no seas encimosa, no te obstines". A los Tauro hay que repetirnoslo mucho porque agachamos la cabeza y ahi vamos, tercos, los ojos cerrados, arando la tierra con los cuernos. "Puedes mandar un fax" supe hace una semana, marque el telefono de su casa en la colo nia Cuauhtemoc, sono en el vacio. Ahora Octavio Paz y Mari Jo estan aqui y es una alegria saberlo. Regresan de lejos porque la enfermedad nos manda a un mundo inexplicable capaz de alterarlo todo, nuestras posibilidades olfativas, gustativas, mentales, auditivas, tactiles. Vivimos en un tiempo distinto, en otra dimension, otras circunstancias. Todo lo que nos sucede es plural y resulta imposible (o casi) describirlo en el lenguaje corriente. La mente humana sigue siendo inexplicable y magica y en el caso de Octavio, cruza a traves del mundo como un viento cargado de semillas. En Mexico, su presencia estimulante nos alienta a superarnos, a cargar el hemisferio occidental y el hemisferio oriental en nuestra redonda cabeza que algunos llaman el Nuevo Mundo. Octavio Paz es un principio activo, una sustancia cristalina, su estructura quimica acelera nuestro metabolismo y nos hace pensar. Nos libera de los limites cotidianos y prosaicos de nuestra existencia mundana y nos hace entrar a otro mundo fascinante, el de su poesia y cuando asi lo desea el de su intimidad: ĻO no es intimidad ponernos al tanto de? "Del vomito a la sed atado al potro del alcohol mi padre iba y venia entre las llamas. Por los durmientes y los rieles de una estacion de moscas y de polvo una tarde juntamos sus pedazos. Yo nunca pude hablar con el. Lo encuentro ahora en suenos, esa borrosa patria de los muertos. Hablamos siempre de otras cosas. Mientras la casa se desmoronaba yo crecia. Fui (soy) yerba, maleza entre escombros anonimos. Un dia el tiempo se rompio: fui doble Vertigo abstracto: hable conmigo". Somos muchos los que por Octavio Paz sentimos gratitud. Gratitud por todo lo que nos ha dado desde que publico su primera linea. Abro uno de sus libros como si fuera pan. Paz tiene el don de crear, de transportar, de abrir la puerta del mundo del espiritu y acomodarnos alli como si hubieramos tomado un embriagante sagrado. Quiero contarle que alguna vez, en alguna cama de hospital, lo lei y mi mente se separo del cuerpo a tal grado que ya no senti dolor fisico. A el y a Marie Jo que acaban de regresar de un centro medico de Houston, esa experiencia puede gratificarlos, como a mi me gratifica su presencia en el Valle de Anahuac, a pesar de que nuestra ciudad sea tan insensata y tan calamitosa. .