SEC. INF. GRAL PAG. 12 CABEZA: La dura verdad de los votos duros CREDITO: German Perez Fernandez del Castillo La reaccion a las declaraciones del doctor Jorge Carpizo aparecidas en la prensa ponen de manifiesto, una vez mas, que las heridas provocadas el 21 de agosto estan lejos de haberse restanado. Digo heridas, porque las expectativas creadas en algunos grupos y partidos politicos por la eventual derrota del PRI empiezan a mostrar secuelas mas que de desencanto, de rencor. Es dificil admitirlo, pero aun existe en muchos intelectuales y militantes desden por la propia realidad. Un poco de paciencia, un poco de cr edibilidad y otro poco de apertura a los rasgos de la modernidad que asoma en nuestra sociedad hubieran ahorrado desgarramientos emocionales. Resulta sorprendente que lo que en todo el mundo es una practica aceptada y casi natural, en nuestro sistema se le haya tratado con desprecio. Es el caso de los metodos estadisticos utilizados en el proceso electoral para conocer el sentido y los componentes sociopoliticos del sufragio. Ensenanzas interesantes y de enorme pertinencia se desprenden de los resultados de las encuestas. A partir de ellos pueden crearse escenarios completamente distintos de las opciones reales que tuvieron los partidos politicos en el pasado proceso electoral y de las que tendran en los futuros comicios. Tambien permiten aquilatar con justicia el esfuerzo en las campanas. Por ejemplo, se han criticado con plena razon las desiguales condiciones de la competencia, pero se soslayan algunos de sus elementos mas importantes. De las encuestas de salida, y de algunas otras hechas en dias anteriores a la jornada electoral, destaca el asunto de los votos duros. Los votos duros representan al segmento del electorado "cautivo", es decir, que con independencia de la situacion economica o politica que se viva o de la personalidad del candidato, votara por un partido determinado. El voto duro obedece a las preferencias politicas que se han mantenido toda la vida. Son los votos con los que cuenta incondicionalmente cada agrupacion politica y con cuya referencia un partido puede medir los desafios que debera enfrentar en una campana electoral. Del analisis de las encuestas aparecidas en este proceso electoral se desprende con constancia que el PAN tiene aproximadamente el nueve por ciento del electorado inconmovible a su favor; que el PRI cuenta con 32 por ciento de votos duros y, en el contexto que implica que el PRD solo haya participado en dos procesos electorales, los de 1991 y los presentes, cuenta con el seis por ciento (vease el cuadro). Si sumamos esos porcentajes tenemos un 47 por ciento de votos que estan fuera del mercado politico; dic ho de otra forma, los partidos politicos solo pueden disputarse el 53 por ciento de los votos restantes. PARTIDOS PAN PRI PRD Votos duros por partido 9 32 6 Votacion en 1994 27 50 17 Ganancia en el mercado 18 18 11 libre de votacion Porcentaje del mercado de 77 34 83 votos que necesitaria cada partido para obtener el 50 por ciento Nota: las cifras se dan en porcentajes. Ahora bien, lo anterior conlleva a que en una eleccion como la del 21 de agosto de ese 53 por ciento de votos puestos en el mercado politico Ernesto Zedillo y el PRI hayan captado 18 puntos; Diego Fernandez y el PAN, 18 tambien, y Cuauhtemoc Cardenas y el PRD, 11 sin contar los puntos que se repartieron los partidos pequenos numericamente. Estas cifras hablan de la eficiencia real de las campanas politicas, del carisma y convencimiento de sus candidatos y, sobre todo, de lo acertado o equivocado de sus estr ategias de campana electoral. El hecho de que por primera vez se pueda hablar con certeza de la proporcion de votos duros de cada partido, nos dice mucho de las condiciones reales de la competencia y de nuestro sistema de partidos. No es lo mismo empezar con un seis por ciento que con un 32 por ciento de votos cautivos a favor de un candidato. Esos votos pueden explicarse como una sedimento que deja la historia, como producto de la organizacion partidista, de las costumbres familiares, incluso, pero el hecho es que la competencia es des igual. No puede ni siquiera decirse en voz baja que sea injusta, pero si profundamente desigual. El esfuerzo que hubiera requerido el PRD para lograr el 50 por ciento de la votacion que obtuvo el PRI, habria supuesto conquistar 44 puntos del 53 por ciento del mercado de votos, esto es, el 83 por ciento de ese mercado. Asi, resulta que un eventual triunfo del PRD era practicamente imposible, mientras que para el PRI resulto mucho mas sencillo obtener su 50 por ciento. El PRI tuvo que conquistar solamente 18 puntos, esto es, el 34 por ciento del 53 por ciento del electorado sin preferencias. Finalmente, tambien destaca que las estrategias del PRI y del PAN combinadas con la fuerza de sus respectivos candidatos hayan obtenido una eficiencia muy similar. En realidad, lo que distingue a los resultados de ambos partidos esta determinado no por la campana sino por los votos duros. Es notorio, por otra parte, que el PRD y Cuauhtemoc Cardenas hayan obtenido casi siete por ciento menos que sus contrincantes en el mercado electoral, y eso deberia motivar la reflexion de los estrategas de ese partido. .