SEC. INF. GRAL. PAG. 4 CINTILLO: Polemica CREDITO: Ruben Alvarez CABEZA: Partidos y reforma politica Aunque a Jose Francisco Ruiz Massieu no le guste, la reforma interna del Partido Revolucionario Institucional, de llevarse a cabo, involucrara no solo a esa fuerza politica, sino al conjunto de las organizaciones sociales actuantes y a la sociedad entera. Supongo que Ruiz Massieu declaro que la reforma del PRI solo compete a los priistas, por un prurito o por un exceso de delicadeza, puesto que apenas se conocieron los lineamientos generales de la reforma, presentados el sabado pasado por el candidato presidencial triunfador, y de inmediato se tuvo una cascada de declaraciones al respecto de los dirigentes de los principales partidos opositores y de representantes de diversas agrupaciones y organismos de la sociedad, incluida la Iglesia Catolica. Por supuesto que en rigor, solo los priistas deben resolver sobre el destino de su propio partido, pero el hecho de que ese partido este en el gobierno y que en las pasadas elecciones haya capturado el 50 por ciento de los votos, lo convierte en una entidad sujeta a escrutinio publico, obligada a asumir el mandato de cambio que la nacion reclama. No me refiero aqui al debate ocioso que busca determinar cuales votos son los buenos: El 50 por ciento que voto por el PRI o el 50 por ciento restante que lo hizo por opciones diferentes o que anulo su voto. Lo importante, me parece, es que el nuevo escenario politico, derivado de los comicios del 21 de agosto, obliga a todos los partidos y al futuro gobierno, a replantear las relaciones politicas y a proponerse la busqueda de entendimiento que hagan posible una atmosfera mas respirable y civilizada, que a punta a una nueva reforma en nuestro sistema electoral. La reforma politica, sin embargo, no se agotara con nuevas modificaciones y anadidos a la legislacion electoral vigente y pasara, inevitablemente, por las estructuras de los propios partidos politicos, que en las pasadas elecciones evidenciaron sus anacronismos y deficiencias frente a una sociedad cada vez mas demandante. Ya veremos cual es la capacidad real de reciclaje en el PRI, pero hay que advertir por el momento que su reforma interna ocupa y preocupa a propios y extranos. "Yo no doy cheques en blanco" dijo Cuauhtemoc Cardenas el sabado mismo en que Ernesto Zedillo delineo las bases de la reforma priista. Y, sin embargo, es precisamente al partido del sol azteca al que mas interesa ahora que esa reforma efectivamente tenga lugar y que, de llegar a buen puerto, garantice una real separacion ("replanteamiento de la rela cion" como gusta llamarle Ruiz Massieu) entre el PRI y el gobierno. Ahora, hasta al mas pintado dentro del PRI le parece "urgente" esa separacion y no faltan por ahi los prohombres dentro de ese partido (como, por ejemplo, Pedro Ojeda Paullada) que piden a gritos su independencia o divorcio del gobierno. Encuentran criticable y hasta horrible ahora, lo que hace algunos meses les parecia perfectamente natural. En la entrevista que Notimex le hizo a Ruiz Massieu, el secretario general del CEN priista y presunto diputado electo, dijo que durante el proceso de reformas internas no preve rupturas o, en sus palabras, un "desprendimiento caudaloso de priistas". La experiencia mas reciente de desprendimiento, la de Cardenas y Porfirio Munoz Ledo, ocurrio hace ocho anos, que en terminos historicos no son nada. Y, sin embargo, al dirigente priista le parecio poco probable que algo asi ocurriera. Y envio un mensaje respecto de la posibilidad de que algun priista notable o un grupo de priistas, pudiera intentar la creacion de un nuevo partido: "Lo que acabamos de ver en estas elecciones -dijo-, es que es muy dificil construir un nuevo partido, que es mas facil obtener o retener un registro legal que construir un nuevo partido capaz de captar sufragios de los ciudadanos. Si algo mostro el comportamiento electoral, es que hay que ser muy realista para intentar construir un nuevo partido politico". Puede ser, pero ya se ven en el horizonte los intentos por crear una nueva organizacion politica, que agrupe a lo mas reformista del PRD y del PRI y que busque ubicarse como una nueva opcion adecuada, se dice, al momento de transicion que vivimos. No hablo de oidas: Uno de los principales promotores del Grupo San Angel, Jorge G. Castaneda, ha propuesto tal especie y no se necesita ser muy aguzado para identificar en esa proposicion, una invitacion al ex regente capitalino, Manuel Camacho Solis. Pero mientras florece o no tal proposito, lo cierto es que nuestro sistema de partidos se debe fortalecer y proponerse el arribo a una nueva etapa de entendimiento politico. No se trata de que el PAN o el PRD crean o no en los buenos propositos reformistas planteados por los principales dirigentes y el candidato triunfador del PRI. La reforma del PRI podra ser tan amplia como la inercia al interior de ese partido lo permita, pero me parece que la presion externa puede ampliar los alcances reformadores que se postulan. Suponer que solo a los priistas quimicamente puros les compete la reforma de su organizacion, implicaria suponer que esa fuerza politica nunca ha tenido nada que ver con el gobierno y que siempre ha actuado por su propia voluntad, lo que, evidentemente, no ha sido asi a lo largo de su historia. Baste decir que el planteamiento de una separacion del PRI con el gobierno, no es exclusiva ni original de los dirigentes de ese partido, sino que, por el contrario, ha sido una aneja demanda de todos los partidos opositores y ha sido ubicada en el centro del debate que busca mayor equidad en la competencia electoral y en la presencia partidista en los medios de comunicacion. El proposito reformador abarca mucho mas que a los partidos politicos. El PAN y el PRD deben a la sociedad y, en particular, a quienes votaron por sus respectivos candidatos, un planteamiento muy claro de lo que debe cambiar en su vida interna y de las nuevas relaciones que estan dispuestos a tener con el gobierno y con el partido triunfador. Por lo pronto, la agenda politica nacional debe asumir que se requiere "mayor equidad en las condiciones de la contienda electoral, fortalecimiento de un real sistema de partidos, concluir el proceso de supresion de la presencia de los poderes publicos en los organos electorales y definiciones mas precisas sobre el papel que juegan los medios masivos de comunicacion en la contienda electoral", como dijo ayer el secretario de Gobernacion y presidente del Consejo General del IFE, Jorge Carpizo, en un memorable discurso del que nos ocuparemos manana. .