SECCION CULTURA PAG. 36 CREDITO: Juan Pablo Villasenor CABEZA: Cineastas contemporaneos: Aki Kaurismaki Leos Carax, Jim Jarmush y Aki Kaurismaki son tres realizadores que en los ultimos anos han marcado los rumbos del cine joven a nivel mundial; la critica los sigue casi con devocion y en los festivales europeos siempre hay un buen sitio para ellos. Los dos primeros pertenecen a una industria cinematografica solida: Carax a la francesa y Jarmush a la norteamericana. El frances es intelectual y renovador segun marca la tradicion, y el norteamericano ironico y jugueton y aspero, pero mucho menos culto. Kaurisma ki, tercero en cuestion, es una especie de eslabon entre aquellos; viene de un pais tan extrano como su nombre: es finlandes. Nacio en 1957 y desde los 25 anos es dueno, junto con su hermano Mika, de una compania productora. Si fuera necesario buscarle alguna influencia en su tierra, esta vendria seguramente del fallecido Risto Jarva, director de aquella hermosa pelicula titulada El ano de la liebre (1977). Jarva era un hombre muy comprometido; en su cine estuvo el lado amargo de Helsinki. Kaurismaki crecio justamente en Helsinki, escenario de algunas de sus primeras obras, en las que mostro que no todo era bienestar dentro del eria y el desempleo, el suicidio y la desilusion. Todo ello barnizado con un humor salvaje, hiriente, que corre paralelo a la fuerza dramatica que la empuja; caracteristica presente incluso en las peores incursiones del realizador, Los vaqueros de Leningrado en America (1990), por ejemplo (hasta el momento, la unica que se ha exhibido comercialmente en Mexico). Es una comedia con musica de rock curiosamente dedicada a la memoria de Guty Cardenas. No es la primera vez que el compositor yucateco aparece en lo s creditos de Kaurismaki, tambien esta presente en Sombras en el paraiso (1986). Por otro lado, es preciso mencionar que la melancolia de la trova yucateca y la musica tradicional de Finlandia tienen muchas semejanzas. para muestra basta con escuchar los discos de Kary Rydman. A principios de 1994, Kaurismaki volvio a encontrarse con el grupo Los Vaqueros de Leningrado para hacer un documental sobre sus conciertos, en los cuales se anuncian como La muchacha de los cerillos (1989) es tal vez la cinta mas importante que el realizador finlandes haya hecho hasta la fecha. Pertenece tambien a la primera etapa, la anterior a Los vaqueros..., que es la mas rigurosa y libre en cuanto a contenido y forma. En ella existe todavia un profundo compromiso con los marginados, como esa inocente y poco atractiva trabajadora de una fabrica de cerillos, que un buen dia decide vengarse de sus padres y de todos aquellos que considera, debieron haberla amado. Nada es su perfluo es esta puesta en camara. El estilo es austero, crudo; con el minimo de elementos logra el maximo de efectos, en la mas pura artesania minimalista. No se busca la elegancia de la imagen sino la verdad; no se ve la envoltura humana sino su interior, en esos largos y silenciosos planos que se pierden en la mirada de su protagonista. Con La muchacha de los cerillos, Kaurismaki se perfilo como un cineasta de valores universales a quien era preciso seguir la pista, tanto por su calidad cinematografica como por la novedad de sus propuestas, las cuales ya habian dado mucho de que hablar, desde Crimen y castigo (1983), su opera prima. La fotografia en blanco y negro y la anacronia son los elementos que hermanan dos obras absolutamente modernas: Hamblet goes to business (1989), una divertida afrenta a la consumista sociedad yuppie, y La vie de boheme (1991), donde se demuestra que Paris no ha cambiado desde que Henri Murger escribio sus celebres Profesor del Colegio de Literatura Dramatica y Teatro de la FFyL de la UNAM. .