SEC. INF. GRAL. PAG. 7 CINTILLO: "NO QUEREMOS UN ESTADO APROPIADO DEL PARTIDO" CABEZA: Distancia clara y sana entre PRI y gobierno, no ruptura: Zedillo CREDITO: ARMANDO ALCANTARA E. Y FELIPE DE JESUS GONZALEZ. Ernesto Zedillo Ponce de Leon ratifico ayer que a partir del primero de diciembre, como servidor publico, estara consagrado a ejercer exclusivamente las atribuciones dispuestas en la Constitucion de la Republica, y como miembro del PRI se atendra cabalmente a las decisiones de los organos del partido. Al poner en marcha la reforma interna del Partido Revolucionario Institucional, ante la dirigencia nacional de dicho instituto politico y la Comision Nacional de Ideologia, encargada de elaborar la agenda respectiva, el candidato triunfador en las pasadas elecciones presidenciales, agrego que esta debera tener el proposito central de fortalecer al partido, anticipar las condiciones del perfeccionamiento democratico de Mexico y responder directamente a demandas planteadas por su militancia durante la campana politica. En el vestibulo del edificio central de la sede nacional priista, Zedillo Ponce de Leon, considero que un elemento clave de la reforma priista sera redefinir las relaciones entre el Presidente de la Republica y el partido. Pero aclaro que ello no implicara una ruptura, sino una sana y clara distancia que permita al Revolucionario Institucional fortalecer sus tareas y su capacidad como interlocutor legitimo de la sociedad ante el gobierno. "Los priistas no queremos un Estado apropiado del partido ni un parti do apropiado del Estado". Dicha distancia, preciso, debe ser clara ante el escrutinio de la sociedad y tambien para cada militante. Debera establecerse por igual frente al gobierno federal que ante los niveles estatal y municipal. Para fijar esta, siguio diciendo, es necesario que al interior del PRI se generen nuevas reglas y procedimientos; se fortalezcan sus organos colegiales a fin de cobrar mayor relevancia en las decisiones y se aseguren la coherencia, continuidad y legitimidad de cada accion, de cada decision. Ratifico tambien su opinion de que una cuestion crucial de la reforma es el proceso de seleccion de candidatos, para lo cual se necesita postular a los mejores y que la evaluacion de estos se haga en el seno mismo del partido y por lo priistas, nunca fuera ni alejado de su militancia. De ahi que sugirio se formulen con precision las reglas de seleccion de candidatos para que respondan a las aspiraciones de su base ciudadana; es preciso que dichas reglas se hagan explicitas y sean una garantia para todos los priistas. Que en sus filas y fuera de ellas se conozcan los criterios para juzgar nuestra congruencia y lealtad partidista. Se exige tambien, comento, en este cambio, revalorar la militancia y disenar mecanismos que den mayor preponderancia a la actividad politica a todo lo largo y ancho del territorio nacional y en la extension de la base de la sociedad. Se debe trabajar mas cerca del electorado y abrir mas cauces de participacion para que los simpatizantes, que son mucho mas que los militantes, se sientan alentados a una mayor actividad. Sugirio, asimismo, se formulen con cuidado los plazos de la reforma, combinando un sano gradualismo en alguos aspectos y un paso veloz en otros, a fin de que toda transformacion sea sustantiva y contribuya en verdad a fortalecer a este instituto politico. De esta manera, dijo, se debe fijar el proposito de delinear la agenda de la reforma a fin de contar con ella antes del 15 de noviembre proximo. Asi, a lo largo del primer semestre del 95 todos podran participar activamente en un proceso de transformaciones internas que culmine en una convencion nacional donde se debatan y adopten sus formas definitivas. Ello permitira que los cambios comiencen a aplicarse ya en los procesos electorales que tendran lugar a partir del segundo semestre de l995, sin menoscabo de poder utilizar procedimientos innovadores en procesos previos, cuando asi lo juzguen adecuado los organos partidistas competentes. Nueva fase de la vida politica En su discurso, Ernesto Zedillo asevero que al concluir las elecciones, la vida politica continua, entra en una nueva fase. Los partidos no pierden sus funciones esenciales, ni entran en receso, sino que tienen cabida plena en un nuevo momento de dialogo, de convergencia, de unidad nacional, de sumar esfuerzos para fortalecer nuestro sistema de partidos y perfeccionar la vida democratica del pais. El PRI por su parte, apunto, no le teme a las nuevas condiciones de competencia politica. Es un partido triunfante, no triunfalista. Esta abierto al examen de sus militantes, a la reflexion de sus cuadros y a la opinion de la sociedad. Otros partidos dedican los periodos poselectorales a las quejas sin pruebas, a las descalificaciones sin sustento y a buscar, fuera de su organizacion, las causas de sus derrotas y limitaciones. El PRI, en cambio, demuestra su gran madurez politica, que examina su participaci on en el proceso electoral para calibrar, objetivamente, su fuerza; ponderar su estrategia y servir donde y porque le favorecio el sufragio popular y tambien donde y por que no lo obtuvo. Los priistas saben, refirio, que las victorias se forjan con el trabajo partidista serio, responsable, permanente y constructivo; en cambio, los descalabros, de debilidades internas, inconstancias partidarias, insuficiencias o contradicciones programaticas y carencia de identificacion con las genuinas demandas del electorado. Con su reforma, el PRI, insistio, se prepara para una contienda politica mas exigente y para condiciones de competencia electoral mas equitativa, incluyendo el acceso a los medios de comunicacion. Tampoco es el PRI un partido que teme a la autonomia de las instituciones electorales y a la organizacion ciudadana de los comicios, une su voz al reconocimiento nacional por la imparcialidad, objetividad y profesionalismo de las autoridades electorales. "Su condicion del proceso electoral, es ejemplo de conviccion republicana, de civilidad democratica y de elevada etica politica". Asi, el PRI, esta preparado como ningun otro, para desarrollar su actividad politica y participar en procesos electorales, organizados y regulados por una autoridad investida de plena autonomia respecto de cualquier dependencia gubernamental. Por eso, la reforma interna del partido se propone un partido moderno y fortalecido. Autonomo frente al gobierno, representativo de sus militantes, transparente en sus finanzas, capaz de competir en condiciones de equidad con otros. Como el partido en el poder somos y seremos los primeros en exigir que el gobierno cumpla el programa del partido. Pero de ningun modo aceptaremos que esa identificacion o esa exigencia signifiquen depender del gobierno", concluyo. .