SECCION CULTURA PAG. 32 CREDITO: RICARDO POHLENZ CABEZA: ntrarreferente literario al hecho de que en nuestros dias el oceano se cruza en avion, en unas cuantas horas, y el libro que podria llevar uno de paseo por las nubes, para responder a las necesidades de tiempo y eficiencia que nos exige el mundo actual, deberia ser demasiado ligero, y no exceder, digamos, de las doscientas paginas, apoyado por una tipografia que fuera lo suficientemente enorme como para que uno no se pueda perder entre las lineas. ¨Se trata acaso de abolir la lentitud? No, mas bien se trata de una tipica paradoja del arcano mercadotecnico. A todos nos gusta el exceso, viva Pantagruel y el comer, beber y follar hasta el hartazgo, pero, por favor, en dosis manejables. Aunque no lo parezca y no debe parecerlo, ¨que gracia tendria entonces la publicidad? los medios masivos pretenden mantenernos en brazos de una ninez perpetua, en un juego de roles donde todo producto, actitud o referencia no es mas que un juguete, eso esta muy bien siempre que uno no se lo tome demasiado en serio, de la barra de chocolate al cigarrillo, del chamoy a los jalapenos, de la coca-cola a la cerveza (o al ron con coca-cola, que no deja de ser una golosina empalagosisima), del libro de los monos a l bestseller (en el mejor de los casos, siempre quedan los libros de superacion personal), y en medio de todo, el televisor, ese inocuo objeto que se mide en pulgadas y que sufre de la obstinacion de mantenerse encendido, en donde la evolucion se marca, sobre todo, por el horario. Nadie se toma la molestia de censurar obras literarias, ¨por que? Es sencillo, nadie se toma la molestia de leerlas, y los que lo hacen, ¨que dano pueden hacer? Un poco de subversion siempre es benefica para el sistema, a fin de c uentas, la metafisica del asunto se traduce en comportamientos tipicos de un escolar de ocho anos. En estos terminos, Avenida del Parque 79 del mitico conglomerado Harold Robbins (desenmascarado por Sabato) no deja de ser un libro para ninos y algo como Under the Volcano de Lowry o Eumeswil de Jnger (no nos vayamos a los tipicos excesos de Ulysses de Joyce, o felices efemerides como la del Quijote o el Tristram Shandy, tan populares en su epoca, tan de especialistas en la nuestra) serian para adultos, como el vino de cepas legendarias, los habanos confeccionados a mano y otros tantos, tantos juguetes que requieren de un consumado, meditado y atemporal know-how para rendir verdaderos frutos o placer mas alla de la novedad inherente que tiene todo objeto nuevo para nuestras menudas y torpes manos. Incluso algo tan delicioso como la Lolita de Nabokov se queda a medias al irse metiendo en nuestros ojos, y es que, su mayor encanto es el vodevil de su disfraz. Siempre queda la excusa de que no se tiene la obligaci on de entender, comprender, degustar, decantar o captar todo lo que guarda tal o cual libro, habano o licor; es cierto, aunque tambien es cierto que tal excusa es la disculpa ad hoc para justificar el impetu sin direccion tan tipico de los ninos. .