SECCION CULTURA PAGINA 37 CABEZA: LIBROS Y AMORES CREDITO: PATRICIA MORALES* hablar. Nos contamos vidas, proyectos y suenos rotos. Y entonces puede ser que la simpatia ya no de para ir mas lejos y los encuentros, si los hay, se vuelvan infrecuentes hasta desvanecerse, alguna ocasional llamada por telefono, algun saludo. Acaso a la primera cita siguen muchas mas, esa relacion sin sexo se estrecha con el tiempo, y la amistad que de ella resulta nos brinda consuelo y serenidad. O bien, puede ocurrir que ya la primera cita culmine en una cama y se inicie, por el milagroso y reciproco entendimiento de los cuerpos, una hermosa pasion que tal vez se convierta en amor. Con el tiempo. En la lectura y en el amor entre autor y lector, entre dos que se gustan puede suceder cualquier cosa. Leer es como amar. Esther Cohen lo pone asi en fascinacion por lo explorable. Ambas llevan al goce del desciframiento y el descubrimiento Encontrar autores que un dia seran nuestros y amores, es cosa del azar. Asunto de tiempo y voluntad, convertir ese feliz y raro azar en destino. Conocer a un hombre, saber de inclinaciones suyas y actitudes, hechos importantes de su vida, aprender a padecer o a disfrutar rasgos de su temperamento, nos lleva tiempo. Suave explorador de laberintos y cautiverios es el amante, diria Esther. Tambien el lector, porque acercarnos a un amor y sentirlo es como acercarnos a un autor y sentirlo; pide varios encuentros y desencuentros, lecturas. Suele ocurrir, tambien, que no lleguemos al final y lo abandonemos, amor o libro, a mitad del camino, de sus paginas: no era lo que pensamos podria ser. A un autor bien leido, que nos sacudio y transformo como un ser que amamos, lo conservamos para siempre. No importa si el amor se enfria, o el libro descansa lleno de polvo en un estante, ya ambos forman parte de nosotros, son memoria y sangre. Lo que, en el caso del amor, no excluye que lamentemos su incapacidad de permanencia viva, de conservarse voz, mirada, piel y sonrisa por mas tiempo. Aunque estemos concientes de que no es la duracion lo que confiere peso y gravedad a un encuentro amoroso, una relacion. Todo eso requiere tiempo. Asi como el amor dificilmente brota en una tarde pasada entre sabanas, asi tampoco conocemos y asimilamos todo aquello que nos ofrece un autor con una apresurada lectura de su obra. Toma tiempo acercarse a alguien, llegar hasta su intimidad, permitirle entrar en la nuestra y construir una nueva juntos. Toma tiempo que la vision de mundo de un autor, sus ideas y sentimientos tanto se nos metan que lleguen a confundirse con los nuestros, incluso a conformarlos. Leer es acariciar palabras con la mirada, detenerse y perderse en ellas, beber el aliento de aquella idea o sensacion; asi mirar y sonreir, acariciar a un ser que amamos es leerlo, adentrarnos en su enigma. Y ambos son un asunto de mucho tiempo y de paciencia. Pense en todo esto al escribir sobre CD-ROM, los libros electronicos, living books. Imposible imaginar que el encuentro entre autor y su lector, tan parecido a ese entre amado y amante si de literatura se trata, pueda darse en una computadora. Hecha, justamente, para ahorrar tiempo. *Ensayista y Psicoanalista .