SEC. INF. GRAL. PAG. 12 CINTILLO: LA PARTICIPACION CIUDADANA EN LA DEMOCRACIA CABEZA: Los valores de la participacion democratica CREDITO: MAURICIO MERINO SUMARIO: En la democracia ya no hay a quien culpar de las desgracias sociales, ni tampoco ante quien reclamar sin mas el reparto gracioso de beneficios Resulta casi tautologico una explicacion que se explica a si misma- decir que el nucleo de la participacion ciudadana reside en la actitud de los individuos frente al poder. Ya en otra parte habiamos distinguido esa forma de acercarse a los problemas publicos, de tomar parte en ellos, de cualquier otra forma de accion colectiva. Pero todavia no hemos aclarado el ultimo punto: que no todas las formas de participacion conducen a la civilidad ni a la democracia, ni tampoco que el hecho de participar en act ividades publicas debe compartir una cierta etica: una carga de valores que no solo deben ser exigidos de los gobiernos, sino de todos y cada uno de los ciudadanos que dicen participar en favor de la democracia. En otras palabras: que no es suficiente participar sin mas en cualquier cosa y de cualquier modo, para decir que se trabaja en favor de la sociedad. Con mas frecuencia de la que quisieramos, por el contrario, nos encontramos con formas de participacion que tienden mas a destruir que a construir nuev os espacios para el despliegue de las libertades humanas o para el encuentro de la igualdad. De modo que es preciso subrayar que la participacion ciudadana apenas podria imaginarse sin una cuota, aunque sea menor de eso que llamamos concienciaa social. Me refiero a los vinculos que unen la voluntad individual de tomar parte en una tarea colectiva, con el entorno en el que se vive. Abundan los ejemplos de las empresas comunes que olvidan abiertamente los efectos postreros de la accion inmediata. El mundo no padeceria conflictos sociales ni sufriria la depredacion creciente de sus exiguos recursos, por citar solo los ejemplos mas conocidos, si todos los seres humanos actuaramos sobre la base de lo que Max Weber llamo una etica de la responsabilidad. (Etica que, por cierto, le asigno especialmente a los politicos profesionales). Pero ocurre que la mayor parte de las personas suele luchar por satisfacer sus intereses y sus necesidades individuales antes que permitirse el sacrificio por los demas. Y en la mayor parte de los casos, son esas necesidades e intereses privados los que mueven a los sere s humanos a emprender actividades conjuntas con otros: los que empujan a la participacion ciudadana. De ahi que la trama de motivaciones y aspiraciones que rodean la vida social resulte tan complicada. No obstante, el tema que nos ocupa se encuentra a medio camino entre las razones de cada individuo y la vida politica: entre los deseos personales y las restricciones y los estimulos que ofrece la sociedad. Pero ademas lo hemos abordado desde una perspectiva democratica, lo que supone que la soberania entregada a los pueblos les impone tambien ciertas obligaciones. Aquella idea de la responsabilidad que atane a los gobiernos de los regimenes democraticos atraviesa tambien, inexorablemente, por el comportami ento de los ciudadanos. No todo depende de las elites. Si bien son estas las que han de asumir mayores compromisos con el mantenimiento y el respeto a las reglas del juego que hacen posible la democracia, lo cierto es que esa forma de gobierno seria imposible sin un conjunto minimo de valores eticos compartido por la mayoria de la sociedad. Aunque la gente no participe siempre y en todas partes ya vimos que eso es sencillamente imposible, la consolidacion de la democracia requiere mantener abiertos los ca nales de la participacion y despiertos los valores que le dan estabilidad a ese regimen. Entre la actitud etica y la actitud politica hay ciertamente diferencias notables: "la etica es ante todo una perspectiva personal (mientras que) la actitud politica busca otro tipo de acuerdo, el acierto con los demas, la coordinacion, la organizacion entre muchos de lo que afecta a muchos. Cuando pienso moralmente no tengo que convencerme mas que a mi; en politica, es imprescindible que convenza o me deje convencer por otros". 1. Pero la participacion politica, la participacion ciudadana, supone a mbos procesos simultaneamente: el convencimiento propio acerca de las razones que me llevan a participar, y el acuerdo con los demas para iniciar una empresa comun. De modo que en ella se reunen los valores individuales que hacen plausible la iniciativa personal de participar, y los valores colectivos que hacen posible, ademas, la vida civilizada. Algo que Victoria Camps ha llamado, en sintesis, virtudes publicas 2. II. En buena medida, la democracia es una forma de emancipacion de las sociedades. Sociedades maduras que han abandonado la proteccion mas o menos cuidadosa, o mas o menos autoritaria, de alguien que vigila la convivencia a nombre de todos. En la democracia ya no hay a quien culpar de las desgracias sociales, ni tampoco ante quien reclamar sin mas el reparto gracioso de beneficios. Con la democracia los pueblos se quedan solos ante si mismos: ya no hay reyes, ni dictadores, ni partidos totalitarios, ni ideolog ias cerradas que ayuden a resolver las demandas o a responder las preguntas que nos hacemos. Hay leyes, instituciones y procedimientos que regulan la convivencia, pero que a fin de cuentas llevan a cada individuo a hacerse responsable de si mismo y de los demas. Tarea dificil y novedosa, cuando la mayor parte de la historia del mundo se ha construido a traves de los grandes lideres, de los dirigentes que lo decidian todo y por todos. Por eso la responsabilidad es la primera de las virtudes publicas que vale la pena considerar. Si antes dijimos que los monarcas absolutos eran responsables unicamente ante Dios, ahora hay que agregar que la responsabilidad de sus subditos no era como la que han conocido las democracias modernas, porque ellos no participaban en la confeccion de las leyes que los regian. No habian conquistado las libertades que nos parecen tan naturales: los derechos intrinsecos a la vida del ser humano. Ser libre, e n cambio, es ser responsable. šAnte quien? Ante los individuos con quienes se comparte la libertad. Y en ese sentido, la participacion ciudadana, en la democracia, es tambien una forma de influir y de dejarse influir por quienes comparten la misma libertad de participar. Responsables ante nosotros y ante los demas, pues el propio regimen de libertades que hace posible la participacion es, al mismo tiempo, su primera frontera. En otras palabras: seria absurdo que la participacion llevara hasta el extremo de destruir la posibilidad misma de participar. Ese era el riesgo que temian los griegos, y es el mismo que obliga a tener presente la responsabilidad de los ciudadanos frente a la construccion y la consolidacion de la democracia. El segundo valor que conviene recordar es la tolerancia: "el reconocimiento de las diferencias, de la diversidad de costumbres y formas de vida" 3. Tolerar no significa aceptar siempre lo que otros opinen o hagan, sino reconocer que nadie tiene el monopolio de la verdad y aprender a respetar los puntos de vista ajenos. šPor que se relaciona esto con la participacion ciudadana? Porque si la representacion politica se integra a traves de los votos, y estos suponen una primera forma de aceptar y de respetar las posiciones de los demas, la participacion se construye necesariamente a traves del dialogo: de la confrontacion de opiniones entre varios individuos independientes, que han decidido ofrecer una parte de sus recursos y de su tiempo en busca de objetivos comunes. Pero que tambien han decidido renunciar a una porcion de sus aspiraciones originales para cuajar una accion colectiva. Sin tolerancia, la participacion ciudadana seria una practica inutil: no llevaria al dialogo y a la reproduccion d e la democracia, sino a la confrontacion y la guerra. Por ultimo, la solidaridad: ese termino dificil y controvertido que, sin embargo, nacio desde los primeros momentos de la Revolucion Francesa, esa revolucion de occidente en busca de libertad, igualdad y fraternidad: "La libertad puede existir sin igualdad -escribio Octavio Paz- y la igualdad sin libertad. La primera, aislada, ahonda las desigualdades y provoca las tiranias; la segunda oprime a la libertad y termina por aniquilarla. La fraternidad es el nexo que las comunica, la virtud que las humaniza y las armoniza. Su otro nombre es solidaridad, herencia viva del cristianismo, version moderna de la antigua caridad. Una virtud que no conocieron ni los griegos ni los romanos, enamorados de la libertad pero ignorantes de la verdadera compasion. Dadas las diferencias naturales entre los hombres, la igualdad es una aspiracion etica que no puede realizarse sin recurrir al despotismo o a la accion de la fraternidad. Asimismo, mi libertad se enfrenta fatalmente a la libertad del otro y procura anularla. El unico puente que puede reconciliar a estas dos hermanas enemigas un puente hecho de brazos entrelazados es la fraternidad. Sobre esta humilde y simple evidencia podria fundarse, en los dias que vienen, una nueva filosofia politica" 4. En efecto, la idea de la solidaridad, siendo tan antigua, tiene que recrearse en el futuro. Pero el matiz con la idea fraterna es pertinente: si esta se encuentra ligada a la caridad como un acto simultaneo de generosidad y de salvacion individual, la solidaridad tiene que ver con la sobrevivencia de todos. La fraternidad se establece entre individuos: es una relacion entre personas, por si mismas. La solidaridad en cambio, quiere abarcar a la sociedad, pero sobre todo pretende surgir de ella, porque ambas se desprenden de la convivencia entre ciudadanos. De modo que la solidaridad es algo mas que un acto caritativo: es un esfuerzo de cooperacion social y una iniciativa surgida de la participacion ciudadana para vivir mejor. Responsabilidad, tolerancia y solidaridad son valores publicos que se entrelazan, por ultimo, con uno mas amplio que los abarca: la justicia. Pero de la justicia, "solo conocemos leves y esporadicos destellos. No sabemos como es la sociedad justa, porque queremos que la nuestra lo sea. Este querer implica una predisposicion que puede y debe concretarse en una serie de disposiciones. De ellas, tal vez entendamos mejor su significado negativo, lo que nos son, pero esa es ya una via para conocerlas. Di gamoslo ya de una vez: los miembros de una sociedad que busca y pretende la justicia deben ser solidarios, responsables y tolerantes. Son estas las virtudes indisociables de la democracia" 5. šPuede estimularlas la participacion ciudadana? Sin duda, pues no hay otro camino que reconozca, al mismo tiempo, la civilidad y la soberania de los pueblos. 1 Fernando Savater. Op. cit. p.11. 2 Virtudes publicas. Espasa-Calpe. Madrid, 1990. La lista de valores que recojo en lo sucesivo es deudora de las ideas de ese libro. Para el lector interesado en el tema, recomiendo su lectura completa. 3 Idem, p.81. 4 La otra voz. Universidad Complutense de Madrid, 1990, p.8. 5 Victoria Camps. Op. cit., p.32. .