SECCION ESPECTACULOS PAG. 40
BALAZO: ES SOLO ROCK PERO ME ENFERMA
CABEZA: ¨Para que nos sirvio Kiss?
CREDITO: XAVIER VELASCO

Hubo muchas especulaciones cuando Peter Criss, mejor recordado por su disfraz de gato, dejo a Kiss. Francamente, su amigo y humilde narrador estaba seguro de que a Peter Criss lo sustituiria Cepillin. Por albergar dudas como aquella, recibi muy pronto la carta de un enfurecido kissmaniatico que, luego de soltar las mentadas y maldiciones propias del caso, concluia: "Me gusto la revista... tu no". Sin pedirlo ni desearlo, quienes desdenabamos a ese grupo mas o menos mayaton llmado Kiss por considerarlos mas 
ceranos al Tamborileiro que, por ejemplo, al satanico gordito Ozzy Osbourne, pasamos a engrosar las filas de los antikiss. De algun torcido modo, los seguidores de la banda nos habian ganado el juego: el mundo quedaba dividido en los kissmaniaticos y los antikiss, y no habia terminos medios. Fue asi que me descubri rodeado de correligionarios: mis padres, mis cuates, mi musas y hasta mis antipaticas tias eran, como yo, antikiss.
¨Que hicimos todos nosotros para entrar en esa misma clasificacion que solo servia para tacharnos, parejo, de intolerantes? Hicimos el ridiculo, punto. ¨Por que, si jamas me ocupe en resenar los discos de Cepillin, que resultaban bastante mas insoportables, tuve que ofender a los inocentes kissmaniaticos que, a su muy respetable modo, se estaban pervirtiendo? Pues porque cuando a uno se mete a intolerante no solo pretende regular la manera en que los demas han de recibir adecuada educacion, sino tambien est
ablecer las normas segun las cuales deben pervertirse. Evidentemente la lenguota sicaliptica de Gene Simmons, las joterias caricaturescas de Paul Stanley, el futurismo pacotillero de Ace Frehley y las inocentes gatadas de Peter Criss no podian competir mas alla de las escuelas primarias y una que otra secundaria, pero lo cierto es que muy pocos entre los tales antikiss nos detuvimos a pensar en dos contundentes argumentos:
1. Lo ridiculos que nos veiamos criticando furiosamente a la competencia directa de Cepillin.
2. Lo que pasaria con esos escuincles disolutos que, una vez pervertidos por Kiss, tomarian caminos que terminarian por hacerlos tan densos, acidos y pesados como ninguno de nosotros sono serlo a los catorce anos.
¨Como percibian los Kissmaniaticos a Kiss? Tal es cosa que uno, enchilado como chiita cardenista por la manipulacion mercadotecnica que veia detras de Kiss como uan legitima conspiracion diabolica, jamas se molesto en considerar. Es por eso que poco mas tarde, cuando la television sorprendionos con las imagenes de Menudo, Parchis y Mia y Matias, el futuro parecionos tan espantoso que muchos quisimos ir corriendo a llamar a Kiss. Aunque todo ello no fuese sino una retahila de las mismas pataletas intolerante
s por las que un dia nos rebelamos contra nuestros padres y maestros en el nombre de tipos como Aalice Cooper -que despues de todo no fue sino un antecedente inmediato de los mismos Kiss-.
Tal como podemos advertirlo en el reciente album Kiss My Ass, los viejos kissmaniaticos terminaron por ser no payasos de tercera, sino rockeros intensos y respetables. Cosa semejante ocurre a nivel local: quienes un dia miraron a Kiss con reverencia de discipulos, hoy andan espantando viejitas a puritita detonacion electrica, integrados a bandas que cultivan los mas diversos estilos. Uno de ellos -eclectico bajista, turbio amante del grunge- en el transcurso de tremendo tapete y a mitad de un reventon de lo
 mas recomendable, confesome: ¨Sabes una cosa, gey? Me cae que Kiss si era la neta.
Fue asi que al dia siguiente me clave entre los armarios a buscar una vieja y desdenada reliquia que seguramente haria muy feliz a mi cuate. Dos horas despues, sali de una cordillera de triques y papeles con el objeto anhelado en la mano: cinco posters de Kiss, enrolladitos y sin usar. A partir de entonces, mi cuate y su mujer se despiertan a diario con la imagen de Gene Simmons escupiendo sangre y sacando la sinhueso cuan larga es. Tengo la impresion de que son muy felices.
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