SECCION DEPORTES PAGINA 32 CABEZA: FERNANDO MARCOS COMENTA Si, en efecto, son muchos goles para nueve encuentros. El promedio es de 3.5 tantos por juego. Y en el futbol de nuestros tiempos eso es algo que pocas veces se ve. Pero, si enjuiciamos con logica, aplicando para su interpretacion la ley de la causalidad, es decir, si vemos cuales fueron las causas que hicieron posibles estos resultados, la euforia toma su justo lugar y no tira cohetes de satisfaccion al viento. Hay dos causas para lograr estos resultados. Una, la calidad de los vencedores. Otra, la debilidad relativa de los vencidos. Por otra parte, no olvidemos que la gran mayoria de los encuentros no registro sino marcadores cortos y apretados, que segun el sapo es la pedrada. En tanto que el Cruz Azul se daba vuelo a expensas de los Toros, y el Necaxa hacia tiritas a un Puebla sin perfil, en otros casos los marcadores fueron los habituales en el medio futbolistico de nuestro pais. Sin contar con que los penalties menudearon aunque, por fortuna, ninguno de ellos fue fallado. Cuanto hubieramos dado porque en el juego contra Bulgaria tampoco hubieramos errado un tiro, que bien lanzado, debe ser gol siempre! Pasando del terreno cuantitativo de los goles a juzgar la calidad de ellos, tenemos que anotar, una vez mas, que en Mexico se logran los goles mas bellos del mundo y se fallan los mas simples de conseguir. Benjamin Galindo hizo dos tantos soberbios... Luis Miguel Salvador logro otro que fue producto de una gran jugada de cooperacion del conjunto, bien rubricada por Luis Miguel, este chico tan excelente en su juego, pero tan falto de esa proyeccion que hace que el publico, y no pocos comentaristas, aclamen un gol sin mas lucimiento de Hugo Sanchez y que sus companeros lo festejen lanzandose sobre el como lo harian algunos chicos de la "disco" sobre Madonna... Y muchos comentaristas, en los cuales cabe suponer equilibrio en el juicio y analisis de sus circunstancias, echan todo su entusiasmo para afirmar, casi como si fueran heraldos de algo inusitado: "Hugo hizo un gol, Hugo hizo un gol", en tanto que no corean con igual o superior enfasis a quienes lograron otro, o dos, o tres, como lo hicieron Zague, Galindo o Hermosillo. Por supuesto, pienso que el comentario de un partido de futbol debe tender mas a lo metodico, a lo colectivo, a lo permanente durante el juego, mas que a un chispazo de talento que produzca un gol, por supuesto, sin quitarle a este su verdadero merito como objetivo final de todo juego. Mientras las alabanzas y ditirambos son faciles de hacer, no lo es tanto el juicio a fondo de las causas que lo hicieron posible, dando a Dios lo que le toca a Dios y al Cesar lo que le corresponde al Cesar. Por ejemplo, si asi fuera, nuestra Seleccion Nacional habria sido mucho mejor, de haberle senalado los graves errores, las timideces arrogantes, valga la paradoja, de su tecnico. En vez de eso, grandes sectores de la critica se centraron en cantar alabanzas, merecidas por cierto, de algunos actos sobresalientes de ese plantel, en vez de dirigirse las criticas a que si fulano o zutano deberia figurar o no en una alineacion que, como todos sabemos, tuvo mas altibajos tipicos, por ejemplo, de las viejas carreteras del Mexico emergente. El futbol se llama "de asociacion" y no de relampagos de inspiracion que solo son consecuencia de un trabajo colectivo bien culminado. Con todo eso quiero decir que los entrenadores deben poner su atencion en el conjunto y en la regularidad de rendimiento de ese conjunto. No existe un gol que haya sido producto esencial, determinante de su realizacion, porque el tanto se produce solo desde ciertas distancias y no hay que olvidar que la pelota, convertida en gol, le llego a quien lo hace con fundamento en el trabajo de los que hicieron posible que la pelota cayera en el control del equipo, superando el esfuerzo del rival, y no como caido del cielo. Digamos ahora que "del cielo solo cae la lluvia y nada mas". .