SECCION ESPECTACULOS PAGINA 42 BALAZO: NOCHES VENECIANAS CABEZA: Lobos, tontos y seductores CREDITO: ERNESTO PEREZ La manifestacion sirve tambien como oportunidad para presentar en el Lido a los actores mas famosos del momento, sean estos Jack Nicholson, que presento Wolf, o Harrison Ford, que por segundo ano consecutivo desembarca en Venecia disfrazado de agente de la CIA, Jack Ryan, esta vez con el tercer capitulo de la serie Clear and Present Danger. Pero para que no se diga que en Noches venecianas hay solo ese cine de Hollywood que tiene que disputar con unas y dientes con el que ofrece por la misma epoca el festival de Deauville, verdadera vidriera del cine norteamericano en Europa, la resena admite tambien filmes franceses, australianos, alemanes, etc. Pero la verdad es que sin Hollywood estas noches quedarian desiertas, como se vio con los dos primeros filmes presentados, Wolf de Mike Nichols y Forrest Grump de Robert Zemeckis, dos peliculas de gran espectaculo, con actores carismaticos y de fama mundial, pero que tocaban aunque fuese de soslayo temas actuales e importantes. El de Wolf es el de la sociedad actual, moderna y sofisticada, pero cada vez mas alejada de los valores naturales a cuyo primitivismo vuelve un manso supervisor literario, dotado d buen gusto y cultura (Nicholson), que esta por ser despedido y que a causa de la mordedura de un lobo recupera los instintos primigenios de posesividad, territorialidad y supervivencia. Con un guion de primer orden de Jim Harrison y Wesley Strick y un reparto de ensueno (Nicholson, Michelle Pfeiffer, James Spader y Christopher Plummer), la acertada direccion de Nichols, la musica embrujadora de Ennio Morricone y la genial fotografia de Giuseppe Rotunno, Wolf es una parabola sobre la alienacion del hombre moderno y tiene entre sus virtudes la economia de los efectos especiales que estan al servicio de la historia. Zemeckis en cambio renueva puntualmente su cita con el exito (su filme esta segundo en taquilla detras de The Lion King de la Disney) con otra parabola, esta vez sobre el norteamericano medio que se siente inocente a pesar de las guerras sucias, los magnicidios y el aumento del crimen y la violencia que le ha tocado vivir con mayor o menor deleite. Forrest Gump es un muchacho medio tonto que atraviesa 30 anos de historia norteamericana ayudado por la buena suerte y la sensatez campesina. Sin mas cualidades que su honestidad y una velocidad en las piernas de estirpe africana, Forrest superara escuela y universidad, la guerra del Vietnam y un ciclon que lo hara rico, eliminando a la competencia en la pesca de langostinos, cuatro presidencias (de Kennedy a Ford), varias pestes -entre ellas la del sida, aun sin nombre- y lograra todo lo que quiere con la obcecacion que le da su encefalograma casi chato. Tom Hanks ha hipotecado un segundo Oscar despues del ganado este ano con Philadelphia gracias a su interpretacion de este esparrago con cara con el que se ha identificado todo Estados Unidos. Del cine lleno de estos dos filmes al medio vacio que tuvo The Moment and the Hour tiene solo la culpa la italiana Anna Maria Tato, que despues de mucho hacer jefa de prensa de peliculas, dirigir colecciones de libros de cine, hacer cortos y television, debuto en el largo con Il doppio sogno del signo X en 1980, reincidiendo con Desiderio en 1982, empujada por el feminismo que soplaba en las velas de todas las directoras y aterrizando finalmente en Paris con su filme mas ambicioso hasta el momento, un canto al erotismo del siglo XVIII que en realidad es una Relaciones peligrosas con el despertador atrasado. Inspirado en una novela del escritor libertino Crebillon Fils La nuit et le moment tiene varios defectos: primero esta hablada en ingles y los dialogos presuntamente refinados e inteligentes de Jean-Claude Carriere pierden notablemente en la traduccion. Segundo y mas importante, Willem Dafoe no es John Malkovich ni Lena Olin es Glenn Close. Evidentemente incomodos en los hermosos trajes de gala de Gabriella Pescucci, Dafoe y Olin pasan la mayor parte del filme en una alcoba con robes de chambres y camisetas de noche de mucho menor impacto plastico y juegan a galantearse con frases que suenan como pistoletazos en ingles en lugar de las caricias de plumas que deberian ser en frances. Todo construido sobre la palabra, el filme se hunde a causa de ella y no lo levanta por cierto ni Rotunno ni Morricone que en Wolf habian hecho maravillas y aqui parecen haberse aburrido por la escasa credibilidad del proyecto. .