SECCION INF. GRAL. PAGINA 11 BALAZO: CHIAPAS Y AYACUCHP CABEZA: EL EMPRESARIO POLITICO MADURO EN UNA DECADA CREDITO: 2. Si trasladamos estos planteamientos a America Latina, no parece demasiado probable que se pueda generalizar el sindrome de Sendero: se diria que las condiciones para la accion insurreccional son relativamente excepcionales. En efecto, parece que hay que contar con comunidades campesinas reconstruidas por la accion de empresarios politicos y que acumulan recursos materiales y organizativos hasta el punto de poder desafiar al poder del Estado. Se puede tratar de ver si estas condiciones se dan en el Peru de Sendero Luminoso y en el Chiapas del EZLN y tambien que otras condiciones especificas explican ambas insurgencias, pero de entrada hay razones para sospechar que tales fenomenos dificilmente pueden llegar a generalizarse. Otra cosa son estallidos como los de Caracas o Santiago del Estero, de caracter excepcional y esporadico, que traducen sin duda una frustracion colectiva, pero que no llegan a tener una continuidad organizada. Semejantes estallidos son una amenaza para la gobernabilidad, como lo es la aparicion de zonas fuera del control de gobierno y en las que se impone el poder de la delincuencia organizada, o la simple generalizacion de fenomenos de violencia anomica difusa en las grandes areas urbanas. Pero estas patol ogias creadas por la desigualdad y la pobreza no pueden ser la base para la aparicion de un poder politico de nuevo signo. En realidad, se puede suponer que las protestas no organizadas solo amenazan seriamente la continuidad institucional de la democracia cuando no existe experiencia social reciente de una dictadura: los resultados de las elecciones en Venezuela y las protestas que ya ha debido afrontar el presidente Caldera, son un buen ejemplo. La ausencia de memoria colectiva de un regimen autoritario favorece la busqueda de soluciones de fuerza y da cierta credibilidad a las propuestas de corte populista-autoritario como l a que representa el Movimiento Boliviano de Hugo Chavez y el problema es saber si opciones como Causa R, que ha experimentado un considerable crecimiento (3), pueden acabar por apoyar una propuesta de esa indole si el gobierno de Caldera no consigue controlar la economia y a la vez satisfacer las demandas sociales. En Peru y Mexico, en cambio, el riesgo de una involucion autoritaria ante la insurgencia parece mucho mas temible. En el primer caso, existe una extendida opinion sobre las hipotecas que el presidente Fujimori habria adquirido con las fuerzas armadas, para conseguir su apoyo al autogolpe del 5 de abril de 1992, hipotecas que podrian ampliarse si la reeleccion de Fujimori en 1995 se viera en peligro. Algo, por cierto, que no puede descartarse a la luz del escaso apoyo a la nueva Constitucion en el plebiscito del 31 de octubre de 1993. En el caso de Mexico, igualmente, el descontento del ejercito ante la via negociadora elegida por el presidente Salinas ha creado cierto temor, que se acentuo notablemente con la grave crisis provocada por el asesinato del candidato del PRI a la sucesion, Luis Donaldo Colosio. Parece razonable pensar, por tanto, que el principal riesgo para la gobernabilidad democratica puede surgir de movimientos insurreccionales que provoquen una dinamica de intervencion autoritaria de las fuerzas armadas, independientemente de que los movimientos en cuestion no tengan posibilidades reales de destruir el Estado, o de que su proposito sea hacer mas real la democracia. Volvamos entonces a la cuestion de las condiciones de posibilidad de tales movimientos. En Peru, existe cierto consenso en que el arraigo de Sendero en la zona de Ayacucho, que explica su espectacular irrupcion en 1980, es fruto de la aparicion de un empresario politico forjado a partir de la Universidad por el propio Abimael Guzman, que habria llegado a influir con sus doctrinas quiza en la mitad de los 5 mil maestros existentes en Ayacucho en 1981 (McClintock, 1989: 78). Degregori argumenta la insuficiencia de las explicaciones de la insurgencia a partir de la pobreza de la zona (por otro la do indiscutible), sosteniendo que "la antigua region (...) se defiende contra una modernidad capitalista que la aplasta y descuartiza" (Degregori, 1986: 235). Su propia narracion, sin embargo, sugiere otra interpretacion. Economicamente, la modernidad ignora a Ayacucho, pero la reapertura en 1959 de la Universidad Nacional de San Cristobal de Huamanga, en cambio, supone un tremendo impacto social (4): abre un canal de ascenso social a traves de la educacion superior y adquiere un papel esencial en la formacion de los maestros que, a su vez, a causa de la creciente demanda de educacion en las comunidades campesinas, van a construir la red de empresarios politicos de Sendero Luminoso. La hegemonia del grupo de Abimael Guzman e n la UNSCH va a ser decisiva, precisamente, para crear, ideologica y organizativamente, esa red. Se puede pensar entonces que son la modernidad y sus canales de movilizacion social, los responsables de la aparicion del personal politico de Sendero. La frustracion de expectativas de estos jovenes provincianos, sin posibilidad de empleo en Lima y asentados en una region estancada (5), se une con la pobreza objetiva de la zona para permitir la aparicion de la insurgencia. Y el factor clave en el exito inicial de esta es la existencia de "comunidades campesinas (...) con poca tradicion moderna, (...) m uy encerradas en si mismas y, ademas, reticentes al Estado" (6). Este factor, junto con la formacion del empresario poitico, es el que permite aplicar a los origenes de Sendero Luminoso el modelo de Popkin: inicialmente al menos, hasta que su sectarismo destruye los equilibrios comunitarios, Sendero sustituye a la elite mediadora del Estado o de los terratenientes por una nueva elite que refuerza los recursos para la accion colectiva. No parece exagerado suponer, a falta de mejores datos, que la izquierda cristiana (la demonizada teologia de la liberacion, con el posible apoyo de la jerarquia local) haya sido la base del empresario politico que da origen al EZLN chiapaneco (7). El hecho de que en las movilizaciones de Chiapas participaran indigenas de etnias diferentes y el nivel comunicativo y estrategico de los insurgentes, permiten descartar una revuelta indigena espontanea como explicacion. Tampoco parece que se pueda pensar en < PU>agitadores extranjeros (o mexicanos sin arraigo en la region) para dar cuenta de un movimiento duradero y que posee evidentemente bases locales estables. Hoy Sendero Luminoso, tras la caida de Abimael Guzman, sus llamadas a la negociacion de la paz y la formacion de una direccion dura desvinculada del fundador, parece estar en una grave crisis. El EZLN, en Mexico, ha perdido protagonismo hasta que Cuauhtemoc Cardenas se lo ha devuelto, quiza de forma excepcional, con su sorprendente viaje a Chiapas. La ausencia de sectarismo y la modernidad del lenguaje del EZLN son bazas que quiza puedan llevarle a traves de la negociacion a convertirse en una fuerza de mocratizadora en Chiapas. Tambien es posible que ese ejemplo influya en otras partes de America Latina en las que existen comunidades indigenas. No es facil de prever ni es este el objetivo de esta nota. Lo que se ha pretendido subrayar es que la desigualdad y la injusticia solo desembocan en insurgencia contra el Estado cuando existen condiciones adicionales (estructuras comunitarias mas o menos intactas y empresarios politicos capaces de reforzarlas) que hacen posible una movilizacion colectiva violenta y de larga duracion. Tanto en Ayacucho como en Chiapas se puede pensar que el empresario politico maduro durante una decada: no parece posible que una movilizacion equivalente se pueda improvisar. En este sentido, mas alla de que se considere o no que la participacion democratica es la mejor via para resolver las desigualdades y de que convenga recordar las amenazas para la continuidad de la democracia que pueden venir de un enfrentamiento civil armado (y de la consiguiente ascendencia del actor militar), conviene al menos tener en cuenta que, hasta donde sabemos, los ejemplos de violencia colectiva frente a la injusticia en America Latina no ofrecen argumentos para un renacimiento de las teorias insurre ccionales del foquismo. NOTAS: (3).- Causa R obtuvo, en las elecciones del 5 de diciembre de 1993, un 24% del voto, frente al 31% de la coalicion Convergencia Nacional que apoyaba a Rafael Caldera y por encima de COPEI y AD. (4).- La Universidad habia existido entre 1776 y 1885. Su reapertura bajo el rectorado de Efrain Morote la convierte en un polo de atraccion de profesores jovenes y de izquierda de todo el pais. (5).- "Sendero Luminoso (...) surge alrededor de 1970 como producto del encuentro previo de una elite universitaria provinciana con una base social juvenil tambien provinciana, que sufria un doloroso proceso de desarraigo y necesitaba desesperadamente una explicacion ordenada y absoluta del mundo como tabla de salvacion" (Degregori, 1986: 260). Es facil traducir: la modernizacion ha producido frustracion de expectativas, o disonancia cognoscitiva, a las que el discurso senderista ofrece una salida en forma de identidad colectiva. (6).- Para el autor, "mas que por ser zonas campesinas, o ademas de ello, porque al ser zonas de comunidades son zonas de escuelas, ya que las comunidades son las que mas han reclamado y conseguido la apertura de centros educacionales y son, por consiguiente, las zonas rurales con mayor proporcion de estudiantes y maestros, estratos originarios del senderismo ayacuchano" (Degregori, 1986: 251-252). (7).- Chiapas, a consecuencia del control oligarquico del poder local y de la exclusion de los indigenas, seria un excelente ejemplo de zona semirrepresiva, en el marco ademas de un Estado que aunque esta atravesando un profundo proceso de liberalizacion, no habia completado en enero de 1994 su transicion a la democracia. REFERENCIAS Castaneda, J.G. (1992), "Los nuevos dogmas en America Latina", El Pais, 31 de enero. Castaneda, J.G. (1993), La utopia desarmada: intrigas, dilemas y promesas de la izquierda en America Latina, Mexico: Joaquin Mortiz. Degregori, C.I. (1986), "Sendero Luminoso: los hondos y mortales desencuentros", en E. Ballon (comp.) Movimientos sociales y crisis: el caso peruano, 225-266, Lima: DESCO. Gurr, T.R. (1970), Why men rebel, Princeton: Princeton University Press. McClintock, C. (1989), "Perus Sendero Luminoso rebellion: origins and trajectory", en S. Eckstein (comp.) 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