PAG. 33 SECCION: INTERNACIONAL CINTILLO: COORDENADAS CABEZA: Pakistan: la mujer maravilla CREDITO: IKRAM ANTAKI Cuando, por primera vez, subio al poder en diciembre de 1988, Benazir Bhutto, sabia que estaba forzando la historia: el profeta Mahoma, si bien amaba a las mujeres mas que a cualquier otra presencia terrestre, tambien ha dejado detras de el una coleccion de Hadith (tradiciones), que expresan su recelo: las mujeres no moran en el paraiso de Ala, donde las houris -que vuelven sabrosa la eternidad de los hombres- son seres no humanos. En cambio, el infierno estaba poblado esencialmente de mujeres. El Coran, palabra divina, enaltece naturalmente a las madres, pero la esposa debe ser sumisa y puede ser relegada y corregida en caso de "merecerlo". La ley concedio al varon el doble de herencia que su hermana y, si bien a los ojos de Dios ellos y ellas son iguales, en la vida privada, social y politica una mujer vale la mitad de un hombre. Asi que el gobierno de "la incomparable" estaba condenado de antemano. "Jamas prospera un pueblo si confia la autoridad a una mujer". Pero Benazir era capaz -horrendo referens- de contradecir al Profeta. Su primer viaje al extranjero fue hacia Arabia Saudita, mostrando por ahi que no subestimaba el juego y la influencia saudita en el Valle del Indo. El dictador Zia ul Haq, asesino de Ali Bhutto, carcelero de su hija, antes de su muerte en 88, en un enigmatico accidente aereo, habia sido el fiel ejecutor de las peticiones sauditas, aplicando la legislacion religiosa (con sus flagelaciones publicas), apoyando a los mas islamistas de los resistentes afganos, e impidiendo asi una solucion concertada. Este poderio saudita vestido de petrodolares y del prestigio de La Meca, tiene su simbolo mas visible en Islamabad, en la inmensa mezquita -Universidad Rey Faisal- de Arabia, construida al pie de las verdes colinas que tanto quiso Rudyard Kipling. Asi que se necesitaba una revolucion para que Benazir, o cualquier otra, pueda gobernar sin que el juego sea truncado antes de empezar. En este Pakistan desconocido, Benazir hubiera podido existir desde 1965. Aquel ano, las elecciones estaban a punto de llevar al poder a una vieja senorita -un colmo para el Islam, que considera el matrimonio como la mitad de la religion-, lo que llevo mas tarde a Benazir a casarse antes que entrar en politica como se entra en un convento. Asi dejo de ser la que Salman Rushdie llamaba: "la virgen con calzones de fuerro". Aquella senorita de 1965 se llamaba Fatima Jinnah, hermana del fundador del pais, Ali Jennah. En aquella epoca, los sauditas no ejercian aun sus presiones castradoras sobre el pensamiento islamico y el mas famoso de los teoricos fundamentalistas, Abul Ala Maudidi (1903-1979), habia dicho: "esta prohibido tener a una mujer en el poder, pero esto puede permitirse si se hace para el bien general". Asi que Benazir gano la batalla legislativa, llevada por una irresistible ola popular, una ola masculina, machista, musulmana, que habia puesto todas sus esperanzas en una joven casi irreal de 30 anos, edad en que muchas paquistanies ya eran abuelas. Fue un movimiento unico, aquel que consagraba el encuentro de la "hija del martir Bhutto" con el pueblo enganado desde 1947, ano en que la cirugia imperial dejo en territiorio hindu a 90 millones de musulmanes -casi tanto como los que hay de lado paquistani (105)-. Desde la desaparicion del "santo" Ali Jennah, en 48, los gobiernos civiles y militares han estado preocupados esencialmente por su propia sobrevivencia. Asi que el encuentro entre Benazir y las masas ultra-masculinas parecia esteticamente perfecto. El matrimonio de la "nina bien" con un rico "yuppie" de Karachi, Asif Ali Zardari, le dio respetabilidad necesaria. Ya podia gobernar ... y empezar a cometer errores. Nombro a su suegro, Hakim Ali Zardari, a la cabeza de una curiosa Comision de Control Financiero. Luego nombro a su propia madre, la impetuosa Begum Bhutto, como viceprimera ministra. Dos mujeres pretendian, de esta manera, dirigir al pais, cuando u na sola ya era una provocacion insostenible. De pronto, el 6 de agosto de 1990, vino el golpe de Estado legal, organizado por el Presidente de la Republica Ghulam Ishaq Khan. Estabamos en pleno principio de la crisis del Golfo, asi que nadie, o casi nadie, se dio cuenta del hecho. La nina maravilla, sin embargo, no habia nacido para un itinerario tragico. "Little Pinkie", como la llamaba "papa", hija de una senora irani chiita y de un aristocrata sunnita de Larkana, en el fondo del Sind, educada a la derecha como los hijos de tantos politicos de izquierda (se de que hablo), Benazir tenia 13 anos cuando su padre fue encarcelado. Tres anos mas tarde la mandan al colegio Radcliffe, en Estados Unidos, luego a Oxford (73-76). Los aleas de la carrera paterna se encargaron de hacerle descub rir la realidad y darle una conciencia politica. "El 29 de septiembre de 1977, fui arrestada por primera vez", dice en su Autobiografia (89). Su padre pasara sus ultimos dos anos en la carcel, antes de ser ahorcado por Zia ul Haq. Entonces Benazir empieza a vivir en medio de las amenazas permanentes y en medio de la historia mayuscula. Los golpistas no se atreveran a quitarle la vida a la hija, como lo habian hecho al padre, y ella aprovecha esta inmunidad para plantarse frente a su pueblo, engrandecida por el duelo. Sus partisanos esperaran de su primer gobierno (diciembre 88-agosto 90) uans reformas agraria y fiscal, sin las cuales Pakistan seguira siendo una tierra de injusticia y de subdesarrollo. No hubo nada. La muy tercermundista ex presidenta de la Sociedad de Conferencias Estudiantiles seguia siendo una nina de Polanco asiatica. Ha vuelto a forzar el destino. Fragil elegida del sufragio universal, rodeada por una coalicion despiadada, su historia apenas comienza. Ademas, tiene un marido bello como un objeto sexual y dos esplendidos hijos. Les digo que no hay justicia! .