seccion inf. gral. guia: ALP Pag. 1-1a. balazo: LA NACION Y EL MUNDO cabeza: ¨Que clase de violencia en Brasil? ¨Que significados? credito: Juan Maria Alponte Uno de los mas grandes brasilenos de este siglo -que ha muerto y sobrevive sin hacersele la justicia adecuada- ha sido Josue de Castro. Fue el autor, memorable, de un libro de la implacabilidad: La geografia del hambre. Habia nacido, Josue de Castro, en el nordeste de Brasil. Hijo de una familia de la pobreza aprendio alli, en aquella clase de economia, lo que el, mas tarde, denominaria el ciclo del cangrejo. Ese ciclo corresponde a una aberracion real: los seres humanos alimentaban a los cangrejos, con sus detritus, que buscaban sobrevivir en el rio, y los cangrejos alimentaban, despues, a los hombres. Como un retorno hacia si mismo -a veces sin decirle que ya se lo habia oido muchas veces- volvia, a el, esa imagen que, quien esto escribe y aun le escucha, la vinculaba a una atmosfera tropical sofocante. Despues, andando el tiempo, conoceria su lugar de origen: el origen del "ciclo del cangrejo". Aquel nino fue arrancado, por su talento natural indisputable, de aquellos lugares. Llego a la universidad, fue medico famoso, especializado en la alimentacion y... las dietas. Eso le hizo rico. Su memoria, anclada en su infancia, en la trama de su pueblo, no lo olvidaba y cuando su vida parecia hecha abandono su profesion y volvio a la Universidad para estudiar ciencias politicas. Estaba ensimismado en una interrogacion gravitante: "¨por que son, asi, las cosas?" Comenzo a relacionar los problemas del hambre y la demografia (causando el escandalo de los bien pensantes) y llego a ser embajador brasileno ante la FAO. Para ser el primero en decir, alli, en la santa casa, la significacion historica del hambre y sus interacciones con la vida economica y en el desarrollo humano. Nada agradable en la conversacion de un caballero. Al instaurarse la dictadura militar Josue de Castro estaba en la lista de los primeros 25 nombres que "merecian" la expulsion del pais. Fue a Francia exiliado, pero con la obsesion de Brasil en su cabeza, en su conciencia. El general De gaulle, que parecia un hombre insensible, en su grandeur, se ocupo inmediatamente de el y le habilito un centro de investigacion, el Centro Internacional de Desarrollo, donde pude trabajar con el y ser su amigo por muchos anos. En la primera traduccion, al espanol, de su libro La geografia del hambre me pidio que le hiciera el prologo. Lo hice. Por ahi debe andar: en el tumulto. Conoci alli -vivian en Paris en la calle Lord Byron, lo que no se por que me divertia por el contraste- a su esposa y a una de sus hijas, tan hermosa que nunca tenia aire para respirar cuando yo estaba a su lado. Al resto de su familia la encontre, despues, en Rio de Janeiro. Dias largos de la existencia. Josue de Castro no regreso a Brasil. La dictadura duro mas que el y el menos que la vida. Poliglota, de una cultura deslumbrante, con ideas nuevas de casi todo, me quede con la pena de que no se entendiera bien con Juan Bosh (que andando el tiempo seria presidente efimero, al lado de las bayonetas), de la Republica Dominicana. Hice lo posible por sosegar a los dos, por intermediar como pacificador, como mediateur. En frances mediateur es la figura juridica que, en otros paises, se ha bautizado ombudsman y en espanol ha pasado a la vida corriente como defensor del pueblo. El vocablo mediateur procede del griego mesites. Los teologos han denominado al Cristo, que en griego es Mesias, mediador entre los hombres y Dios. Es una dura tarea. La ultima vez que supe de Josue de Castro fue a traves de una doctora, en medicina, mexicana: la doctora Maria de la Luz Perales. Le llevaria, a Paris, una carta mia. Le encontro muy enfermo. Hizo un esfuerzo y la entrego, para mi, una tarjeta de visita con solo su nombre. Eran unas tarjetas desusadamente grandes, para la costumbre, y la doctora se quedo asombrada de que no escribiera, en ella, nada para mi. El sonrio: "el ya sabe". Aun no se muy bien. Como de costumbre. La doctora me entrego la cartulina. Ahora, despues de haber estado en la conferencia cumbre latinoamericana de Bahia, he vuelto a pensar en esa familia que repico, como un incendio, en la region entera. Recuerdo que, cuando estuve con la esposa (¨tendria que decir viuda?) de Josue de Castro, muchos anos antes de ese ultimo vuelo, y con dos hijos que no le conocia, intente que la joven viniera a Mexico a la Universidad. Consegui la autorizacion, generosa, de la UNAM. Los militares, que la dejaban ensenar en la Universidad de Rio de Janeiro, no le permitieron salir de la ciudad. Hablabamos y hablabamos. En estos dias, con la memoria muy cercana a Brasil y al escenario de la inflacion cotidiana que vivi en Bahia (un 31 por ciento de aumento de la inflacion solo en el mes de julio y, por tanto, para el ano completo de 1993 la hecatombe de la desigualdad acumulada porque eso y no otra cosa es la inflacion, un inmenso "reparto" al reves del ingreso nacional), he vuelto a encontrarme con los datos impresionantes de la violencia brasileira. El corresponsal del New York Times en Boa Vista senalaba, el 29 de agosto ultimo, que la justicia brasilena "es la cultura de la impunidad". Asi se titulaba el trabajo a tres columnas: "Brazilian Justice and the Culture of Impunity". Relata James Brooke, como prueba, los ultimos testimonios. Entre ellos el asesinato de 111 presos, en Sao Paulo, ante una insurgencia de los encarcelados. Batalla a muerte que se ha ratificado en las calles donde decenas de ninos, huyentes de sus casas, en verdaderas bandas, son ultimados. De la misma forma, a su vez, las matanzas de los indios en los bosques, donde se centra una de las grandes reservas de agua de la Humanidad, y donde fuera asesinado, a su vez, el noble, esforzado y extraordinario Francisco Alves Mendes Filho (para todos nosotros Chico Mendes) por revelar que se estaba procediendo a un gigantesco ecocidio forestal. Los asesinos de Chico Mendes han salido en libertad, por la puerta grande, sin que nada se probase contra ellos. Culture of impunity?, como dice James Brooke, que, por cierto, recuerda ese triste episodio. Cuando la vi en Queretaro, en la reunion de los ex jefes de Estado o de gobierno, bien suplique a mi vieja amiga, la ex primera ministra del gobierno portugues, que recordara la memoria de Chico Mendes en la Conferencia de la Tierra en Rio de Janeiro. De Queretaro volaron, justamente, hacia alla. Solo recuerdo sus palabras en su magnifico espanol adornado por la dulzura portuguesa: "Bien sabes que he hablado por el en muchos escenarios". "En el mes de febrero -dice el corresponsal estadounidense del New York times (en el citado articulo del 29 de agosto porque a cada quien sus creditos)- los acusados del crimen de Francisco (Chico), el renombrado defensor de la ecologia del Amazonas, se burlaron de la justicia brasilena y salieron del juicio sin que se supiera mas de ellos..." Ese conjunto de hechos, con una hiperinflacion que derrota a un pueblo entero, destruye su economia, transforma su ahorro y su trabajo en humor negro y enriquece, por una transferencia real del cruzeiro a una minoria cada vez mas reducida, me han hecho recordar a Josue de Castro. Brasil contaba, en 1990, con 150.1 millones de habitantes (52.3 millones en 1950, segun la CEPAL) que ascenderan, en el ano 2010, dentro de 17 anos, a 200.7 millones. Mas del 40 por ciento tiene menos de 15 anos, mientras en los paises ricos escasamente el 20 por ciento se encuentra en ese estrato. Bandas de matones pueden asesinar a unas decenas de esos ninos o adolescentes en las calles de Rio o de Sao Paulo. Nada de ello evitara esa inmensa explosion demografica en busca de familia, escuela, proyecto de vida y proyecto de esperanza. Ya se, sin duda, que no puede generalizarse y que Brasil proporciona, en su universo multiple, formas culturales de existencia que son, sin duda, asombrosas. No es posible olvidar, sin embargo, que la geografia del hambre es un escenario no menos real. La CEPAL senala que en 1986 el 34 por ciento de la poblacion urbana del Brasil vivia en la pobreza y que, en el mismo ano, esa situacion afectaba al 49 por ciento de su poblacion agraria. Nada permite pensar que ese balance sombrio no se transporte, ampliado, al siglo XXI. La explosion demografica, en esas condiciones tendra, todavia, connotaciones muy graves (la poblacion crece aun a la tasa anual de 2.05%) sobre el conjunto y, en consecuencia, dificilmente los problemas sociales, sobre todo en el area de los estratos entre 0 y 15 anos, mejoraran. Es pertinente, por tanto, preguntarse si la violencia (esa cultura de la impunidad de que habla mucha gente, incluido James Brooke) no es el resultado de violencias sociales, educativas, nutricionales, familiares y de habitat que no dicen su nombre o se "travestizan", si se me permite decirlo asi, detras de legendarias manifestaciones folkloricas o carnavales suntuosos. Habra, un dia, que preguntarse, en consecuencia de que violencia hablamos cuando hablamos de la violencia. Quiza todo ello, en su conjunto, permita reorientar responsabilidades, criterios y proyectos hacia la transformacion real de las infraestructuras basicas del desarrollo que no son, solamente, economicas. Una cultura de la inflacion es una cultura de irresponsabilidades, de desigualdades abisales (porque, insisto en ello una vez mas, la inflacion no es la contradiccion entre dinero, medios de pago, y bienes, sino una inmensa y brutal transferencia de la riqueza y el ahorro de las mayorias a una cupula social) y, por consiguiente, la infraestructura cultural y politica de esa cultura es la impunidad. Con 124.700 millones de dolares de deuda externa (en 1992) y con una exportacion de 35.600 millones de dolares en el mismo ano (sobrecogedoramente baja para 154 millones de habitantes) apenas se puede pensar en una transformacion profunda. No hay que olvidar que ya, en 1992, las exportaciones mexicanas superaron, por vez primera, los 46 millones de dolares. ¨Puede entenderse por que causa, en este dia, he recordado a Josue de Castro? Se habla, con fruicion de los tiranos (heroes, claro) que han empobrecido y envilecido a sus pueblos con unos discursos para ninos cautivos de los abalorios. Pocas veces se habla de los hombres que, como Josue de Castro, han enriquecido, moralmente, a su pueblo y, por tanto, a todos los hombres. Un tirano no es nunca transportable de la leyenda a otra odisea, como la suya, en otro pais. Un hombre de bien que trabajo por la patria comun de los hombres esta siempre, intacto, como prueba, en nuestro proyecto de vida mbre de bien que trabajo por la patria comun de los hombres esta siempre, intac .