SECCION ESPECTACULOS PAGINA 41 BALAZO: RELEVO GENERACIONAL CABEZA: Protagonistas del nuevo cine mexicano/I CREDITO: ROGELIO SEGOVIANO Para mi gran amigo, Gustavo Moheno Nada parece desanimarlos en su intencion de plasmar en imagenes en movimiento un caudal de ideas y fantasias; de reflejar aspectos de la realidad desde diferentes perspectivas; contar historias y anecdotas cotidianas; realizar denuncias sociales; entretener y divertir... ejercer un oficio. Ellos son la nueva generacion de cineastas. La generacion en la que un pais tiene apostados sus suenos de cara al nuevo milenio, y a la que no la desanima ni siquiera el lugubre panorama que desde hace varias decadas caracteriza a la industria cinematografica nacional, hundida en una grave crisis economica. A estos cineastas menos parecen amedrentarlos esos abrumadores periplos burocraticos que tienen que sortear para convencer a todos de que sus proyectos son los que deben ser apoyados. En su mayoria egresados del Centro de Capacitacion Cinematografica (CCC) y del Centro Universitario de Estudios Cinematograficos (CUEC) -aunque por ahi vienen empujando tambien estudiantes de la Universidad Iberoamericana y de la Universidad de Guadalajara-, los noveles realizadores de gran talento son detectados desde su formacion academica. Los ejercicios filmicos presentados en los diversos cursos y materias, la depuracion de guiones, la adecuada organizacion de equipos de trabajo, la firme creencia en determinados proyectos y, en no pocas ocasiones, la proximidad y los debidos contactos con los grupos de poder que controlan los hilos de la produccion de cine estatal, son los elementos requeridos para que estos jovenes toquen a la puerta de las oportunidades. Una puerta que, a pesar de todo, no siempre se abre facilmente. "Cuando acabe la carrera en el CUEC, yo me tuve que esperar casi seis anos para hacer mi primer pelicula", dice Juan Carlos de Llaca, director de la cinta En el aire, estrenada apenas en la pasada Semana de Cine Mexicano. Roberto Sneider, otro debutante en la industria con la cinta Dos crimenes, afirma: "Hacer una pelicula en Mexico, sobre todo en nuestras condiciones, requiere muchisima energia, y si no partes de algo que te entusiasme bastante, la voluntad se te acaba en el camino. A mi me animaba demasiado la novela de Jorge Ibargengoitia, por eso hice la cinta". Por su parte, el recien egresado del CCC Erwin Neumaier, quien adapto y dirigio para el cine la novela Un hilito de sangre, aun sin estrenar, dice categorico: "Para mi, el conseguir el financiamiento de mi pelicula fue algo bien facil. No requeri de tocar puertas ni de rogarle a nadie; el mismo proyecto convencio a todos". Lo cierto es que los 20 o 25 egresados anuales de las diferentes escuelas de cine en Mexico, no corren con la misma suerte de Neumaier para integrarse a una industria que si bien no esta muerta ni devastada, tiene pocas oportunidades de absorber laboralmente a toda esa nueva generacion y dar continuidad a la carrera de todos los cineastas surgidos en la ultima decada. Por suerte, para varios de ellos, en los anos recientes hay quienes han descubierto que existe un abanico de posibilidades en el area audiovisual en donde tambien pueden encajar. "Antes, casi todos querian ser directores. Ahora, unos prefieren tener otra especialidad y ser cinefotografos, editores, sonidistas y guionistas. Son mucho menos los que optan ya por la realizacion, pues actualmente se han revalorado otras especialidades", dice Marina Stavenhagen, subdirectora del Centro de Capacitacion Cinematografica. Egresada del CCC como guionista, Stavenhagen senala que todavia hace poco tiempo "se pensaba que el cine de autor y el sentarse en la sillita del director era lo maximo", sin embargo agrega que esa mentalidad ha variado en las nuevas generaciones de cineastas. "Ahora son tan valorados los cinefotografos como Emmanuel Lubezki, Claudio Rocha, Guillermo Granillo y Xavier Perez Grobet, como editores de la talla de Rafael Castanedo y Sigfrido Barjau. Sin su trabajo las peliculas serian imposibles". Como se sabe, durante la epoca de oro del cine mexicano, en la decada de los cuarenta, por una politica erronea de los sindicatos se cerro el acceso a los nuevos directores. Nadie debuto en el cine mexicano, porque como una forma de proteccionismo se impidio que las nuevas generaciones entraran a hacer cine. Salvo contadas excepciones (Luis Bunuel), por casi cuatro lustros nadie ingreso en la industria, lo que genero un importante rezago generacional. En aquel entonces, cuando la cinematografia nacional se mostraba verdaderamente solida, era comun que cada director contara en su filmografia con 30 o mas peliculas, mientras que ahora, cuando se mezclan hasta cuatro generaciones de cineastas cuyas edades fluctuan entre los 25 y los 50 anos de edad, cada realizador que cuente con cuatro o cinco peliculas en su haber, puede considerarse un privilegiado. Sin duda, una de las caracteristicas principales del asi llamado Nuevo Cine Mexicano, es la capacidad de los aspectos tecnicos por encima de las tematicas. "La alta calidad tecnica que tienen ahora las peliculas no se habria logrado sin un trabajo de busqueda e investigacion para afinar el sonido directo. Antes no se veia cine mexicano porque no se le entendia, pero ya hay un intento gigante por mejorar ese aspecto y armar mejores pistas en la postproduccion. Esa es una especialidad, y el CCC forma gente en esos niveles", asegura Gustavo Montiel, director del Centro de Capacitacion Cinematografica. Al ser cuestionado sobre los aspectos que distinguen a esta novel generacion de cineastas con las anteriores, Erwin Neumaier reconoce que "ahora no interesan tanto las historias en si, sino la forma en como se resolveran las peliculas en el aspecto tecnico y visual". Dice que gente como Jaime Humberto Hermosillo, Jorge Fons y Arturo Ripstein, son directores que manejan un argumento "esplendidamente" y saben como destacar los momentos dramaticos, aspectos que para los debutantes no son prioritarios todavia. A partir de la segunda mitad de la decada de los ochenta, era comun escuchar entre algunos jovenes, sobre todo de clase media alta, el deseo de estudiar cine, quiza fastidiados y hasta apenados de las insulsas peliculas de narcos y ficheras que marcaron la epoca y, por que no, motivados por esporadicos destellos en pantalla como El imperio de la fortuna, de Arturo Ripstein, Frida, de Paul Leduc; Dias dificiles, de Alejandro Pelayo; Cronica de familia de Diego Lopez; Vidas err antes, de Juan Antonio de la Riva; Bajo la metralla, de Felipe Cazals y Amor a la vuelta de la esquina, de Alberto Cortez, que demostraban que si se podia hacer otro tipo de cine en Mexico. La matricula para estudiar la carrera de cine es quiza de las mas limitadas, por lo que aprobar los examenes de seleccion es una verdadera proeza. Actualmente, de casi 500 personas que pagan y llenan una solicitud de examen para entrar en el CCC y el CUEC, solo son aceptados -entre ambas escuelas-, unos 30 o 40 aspirantes. "En el CCC aceptamos entre 15 y 20 nuevos alumnos cada ano. En total son cinco generaciones, lo que nos da unos 60 estudiantes en el plantel (por las deserciones). Nos encantaria que en vez de 15 se aceptaran 50 nuevos estudiantes anualmente. Creo que el Centro debera tender a eso", dice Marina Stavenhagen. -Marina, ¨la industria tendria la capacidad para recibir a todos los egresados? -Ahora todavia no. -¨Cuando? -Bueno, el mundo es cada vez mas audiovisual y ahi esta la capacidad para insertar laboralmente a todos estos chicos, no solo en funcion de la industria cinematografica, sino tambien de la television, el video, la postproduccion, el videoclip y la publicidad, en donde se valora a los egresados de las escuelas de cine porque dominan el lenguaje cinematografico. -¨Ya han incursionado en estos campos alternativos? -Hay muchos haciendo videoclips. Hasta han ganado concursos en este ramo. Por ahi tenemos a Daniel Groener, Esteban Reyes y Juan Carlos Martinez. Tambien hay mucha gente haciendo comerciales. Entonces, la escuela debe de crecer y ampliar sus posibilidades de ingreso y acogida. -Una acogida muy selectiva, por cierto. -Pero no es selectiva en mala onda. Hay que tener mucho cuidado en que los 15 alumnos que se eligen desde el principio, sean los que acaben cinco anos de carrera. Ademas, el CCC es una escuela profundamente subsidiada por el Estado. La colegiatura es simbolica, se deberia de cobrar como treinta o cuarenta veces mas. La inversion por alumno es muy alta, por eso esperamos que quien ingresa termine. Los procesos creativos no tienen plazos, por eso no existe un regristro del numero real de egresados que hay cada ano de las escuelas de cine. Al menos, esa es la justificacion que se da en estos centros educativos. Sin embargo, el Centro de Capacitacion Cinematografica, organismo que depende en forma directa del Imcine, desde hace cinco anos establecio el Programa de Opera prima, el cual financia totalmente el primer largometraje de uno de los alumnos de la generacion saliente, luego de someter los diferentes proyectos a concurso. Obviamente, los trabajos ganadores son casi siempre los que cuentan con un presupuesto bajo (lease de hasta un millon de nuevos pesos), un programa de produccion bien definido y, sobre todo, una historia con una estructura solida para filmar. Del Programa de Opera prima han surgido La mujer de Benjamin, de Carlos Carrera; Lolo, de Francisco Athie; Dama de noche, de Eva Lopez y, La orilla de la tierra, de Ignacio Ortiz. Historias que incursionan en el realismo magico (o "Nueva ola ranchera", sui generis clasificacion que Ignacio Ortiz da a La orilla de la tierra), hasta rurales interpretaciones de clasicos como La bella y la bestia (La mujer de Benjamin) y denuncias de corrupcion e intolerancia policiaca (Lolo). .