SECCION CULTURA PAGINA 40 CABEZA: Hofmannsthal: Jedermann en Salzburgo CREDITO: HECTOR ORESTES AGUILAR* de Salzburgo un con lentitud a un letargo semejante al que captura a los oyentes de un servicio religioso en las entranas de una iglesia monumental. Toda la ciudad sirve como caja de resonancia para la ausencia de uno mismo, para el recogimiento. No es extrano que esta ciudad haya sido elegida por Hugo von Hofmannsthal y Max Reinhardt como el escenario de un festival artistico que convocaria a destacados grupos y solistas de las artes escenicas del mundo. A partir de 1919, cuando ambos se convierten en los responsables del celebre Fest ival Anual, Salzburgo ha ido perdiendo paulatinamente su espiritualidad en aras de un espectaculo masivo que congrega a una cantidad abrumadora de visitantes de todas partes del mundo. Intransitable aun de pie por las calles del viejo disfrute de los conciertos y puestas en escena (y mas bien hacen insufrible el acceso a las salas y teatros), en el caso de la obra teatral Jedermann, de Hugo von Hofmannsthal, proporcionan cuando se convierten en audiencia que asiste religiosamente a la plaza de la catedral que sirve como escenario en una celebracion casi mistica. La obra, donde se trata el topico de la muerte del hombre rico y poderoso, esta inspirada en una representaciones urbanas de la tardia edad Media por sus sentido alegorico y su movilizacion de seres emblematicos. El publico que la pieza exige por el lugar en el que se representa la explanada de la catedral, presidida por portales y estatuas impresionantes, por los simbolos culturales que evoca las tensiones entre lujuria y sobriedad, libido y pudibundez, humildad y orgullo y por el lenguaje dramatico que resulta, incluso para los austriacos, de un alto grado de dificultad, es un publico que termina participando de un ritual escenico fascinante, que envuelve a los sentidos. Para cualquiera resulta un impacto inolvidable la aparicion de la muerte tras las arcadas de la catedral, una figura que, incluso despues de que el Festival termina y las representaciones cesan, pareciera seguir rondando por los rincones de Salzburgo para acechar la gula de los contemporaneos. *Ensayista. FIN .