SECCION ESPECTACULOS PAGINA 39 BALAZO: POR EL BOULEVARD DE LOS SUE¥OS ROTOS CABEZA: Joaquin Sabina, volvio el irresistible seductor CREDITO: OSCAR SARQUIZ F. pteto, canciones que se alojan en corazon y comisuras cual astillas que se disuelven e integran en el metabolismo del portador), el hombre que desmiente enganosas mentiras institucionalizadas cantando El twist de las verdades verdaderas exorcisa la maldicion de los trajes grises con su sempiterno terno blanquinegro en cuyo chaleco despuntan ahora -senal de reencontrado jubilo personal y artistico- vivos colores de una llamarada y un globo terraqueo verdiazul e incontaminado por el grosero materialism o de los enemigos de este moderno Quijote de la alegre figura. "Que barbaro, que foulero te has vuelto!", le dije premonitorio, aludiendo festivamente el intensificado romance con nuestro pais y Latinoamerica toda que parece haberle devuelto el impetu y goce de cantar, cuando lo vi el viernes en incomoda conferencia de prensa que documento su renovada paciencia y cooperatividad: inesperadamente, el generoso recital del sabado por la noche deenfatizo inusitadamente la tradicional promocion de su mas reciente y excelente album Esta boca es mia en pro de un doloso masaje cardiaco a los intensos fans que reencontraron en vivo amplisima muestra de su larga trayectoria desde que era, como dijo, palabras mas o menos, "un cantautor barbado que envidiaba desde un barecito llamado La Mandragora a los surgientes rockeros madrilenos". Nada tiene ya que envidiar, pues vino y trabaja activamente con el la banda que sono; tres mosqueteros que se multiplican en sabias guitarras y multiples teclados: Pancho Varona, viejo e indispensable companero de ruta y guardaespaldas musical cuya armonia vocal es el insustituible diastole del latido vocal de Joaquin; Antonio Garcia de Diego, pulcro, tecnico, inflamable; Jose Antonio Romero, confiable sesionero amorosamente contagiado de pasion; la robusta y sutilmente virtuosa base ritmica de Paco Bastant e al bajo y el tocayo Quezada (feliz mexicana nueva, macho y maja!) en experta bateria, complementados por la voz y seductora presencia femenina de Olga Roman y el calido saxofonista canario Quique Perdomo. Importante y sincrea precision, el autor y vocalista aprovecho para senalar, cediendoles el microfono que lejos de temporal y mercenaria, su banda es plena coparticipe -en orden de aparicion- de la creacion de las canciones que el letra y canta como expresion indudablemente propia y envidiablemente eloc uente. El concierto Sabiniano de esta gira es inesperada y gratamente "espectacular", alojado por un familiar cerco de barras cantineras y puntuado por la proyeccion de diapositivas ingeniosamente alusivas y adornado por moderados y chispeantes recursos escenograficos que contrastaron positivamente con la adusta sobriedad de sus cinco incursiones previas. La noche se inicio informalmente apenas cinco minutos despues de la hora senalada, cuando un instrumental de guitarras acusticas acompano la entrada de los music os hasta que Oscar, licenciado del ritmo, marco el tiempo para que entrase Sabina con energica alegria a anunciar con temas exprofeso el levantamiento de hipotetico telon e iniciar la noche, como su nuevo album, con Esta noche contigo y el inmisericorde 1-2 de Por el Bulevar de Los Suenos Rotos tras ranchera fachada de foto quiosquera y frente a deambulantes imagenes de Chabela Vargas, Diego Rivera, Frida Kahlo y un tal Jose Alfredo. Una breve muestra de los mercuriales dedos del veterano experto Garcia de Diego dio paso al viejo reproche, al vicioso e inmovilizado Conductor suicida, y un bello octeto del poeta a una seguidilla de aplaudidas remembranzas: ¨Quien me ha robado el mes de abril?, Mentiras piadosas, Oiga doctor y un rescate entre tantos posibles de anos antanones: Calle melancolia. Del implacable efecto de la gravedad sobre las parejas advirtio el autor con Mucho ruido que la pareja de Os de la banda metio en ritmica cintura de sonaja y cajon peruano bajo un chaparron visual de onomatopeyas de comic; luego, breve lucimiento digital de Romero conjuro a la nocturna Princesa bajo la mirada conocedora y aquiescente del proyectado correligionario sabiniano Tom Waits. La inesperada introduccion a capella de Sabina y Varona y propulsivo strut campirano de Ganas de... ungio -para gozoso lucimiento de Antonio- a Mark Knopfler en la inspiracional compania de Dylan, Serrat, Reed y Waits con sus inconfundibles ecos Straitianos antes que su autor hiciese su acostumbrado breve mutis brindando el micro a Antonio para recordar a la miserable nina rica Onassis y Olga cantase dulcemente algo que no reconoci pero me enamoro (gracias, Joaquin, por reservar algo palos cuates). Comando a su regreso el dirigible musical hacia Nueva Orleans cuando los bares se iluminaron con lucecitas y la evocacion Dixieland de Ponme un trago mas y tercamente devoto ("Tocamela otra vez, Sam"), llamo a envidia al dia con Peor para el sol y elogiando el nocturno maquillaje urbano del Zumo de neon. Caracteristicamente rebelde al estereotipo, Sabina recordo a Juana la Loca ataviado con boa y bolsa de pirujil carmesi y a la terca compania de la musa Que se llama Soledad<$ >. El publico saludo en masa la vocacional bandera de El pirata cojo, y subimos rocanroleando El blues de lo que pasa en mi escalera antes de intentar despedirse -hipocriton- enumerando el rosario metaforico Asi estoy yo sin ti. La banda evoco instrumentalmente A summer place antes de una falsa salida que desenmascaro Pancho regresando para apropiarse vocalmente Y si amanece por fin. Sabina volvio armado de un bombo que ha de haberle pirateado a Sosa Mercedes y casi lo destroza recordando lo que dejo en Buenos Aires Con la frente marchita. Recetando urbis et orbi rockn roll contra el virus melancolico, ratifico el Pacto entre caballeros bajofonderos y trataron de retirarse entre la euforia result ante, pero un aplauso mucho mas entusiasta que el anterior los trajo de vuelta a cabalgar Caballo de carton, encabezar en coreo de callejoneada Y nos dieron las tres y cerrar por fin recetando a los pusilanimes el quimico chotis Pastillas para no sonar. Postrer coda tematica "a punto de terminar la funcion" y un paso doble grabado lograron al fin dispersar a los extaticos feligreses del ministro laico del placer y la pasion; no asi mi personal insatisfaccion, reproducida muy probablemente por quienes queriamos mas (y muchos, mejor sonorizacion, que artista y musicos la merecen de sobra), pero como dijo en algun punto su autor, las canciones se le agolpan por aparecer, y son demasiadas sus liricas hijas. No logro sin embargo -pese a su prodigalidad, consist encia y recogijo en mas de dos horas y media de suave seduccion-, superar mi decepcion ante la ausencia de la catartica Mas de cien mentiras y de la sublime pieza titular de album y gira, probable cima de una carrera admirabilisima y sin cuya providencial aparicion grabada muy probablemente estaria yo interrogando a Kurt Cobain en vez de resenar al supremamente biofilico bardo espanol. Gracias Joaco, a nombre de tantos... por infeccioso! .