PAG. 28 SECCION: INTERNACIONAL CABEZA: La "Border": el vigilante espera... CREDITO: MARTHA AGUILAR* Desde muy temprano por la manana, el drama de El Bordo comienza con el trajinar de los vendedores ambulantes de comida y la gente que va a "brincar" cuando se anime. Rostros cansados por el largo viaje desde sus estados, otros mas optimistas, se sientan en los bordes de la cuna de cemento (El Bordo) ya que nomas van a ver como -se-le-hace para no errarle. Pero el hecho de estar alli sentado ya es ventaja. Para llegar, la mayoria durmio donde le agarro la noche, rodeado de peligros ya que el area de El Bordo se encuentra junto a la zona roja de Tijuana. Esto, mas la presencia del Grupo Beta (formado por los que tienen el silvestre grado de judiciales estatales y federales) junto con los agentes mexicanos de migracion, sazonan el caldo de cultivo de la violencia fronteriza de "este lado". Al ponerse el sol la actividad prende. Los mas aventados, los "chavos" se trepan por la malla metalica, gritan, rien, hacen senas a una patrulla fronteriza con las luces prendidas en apacible esper. En cuestion de segundos, uno salta y corre hacia unos matorrales, animado por los gritos y aplausos de los demas, otra patrulla va por el, y en eso se queda porque no se ve el resultado. Los jovenes prendidos calientan los animos de los adultos. Sobre todo el de un zacatecano al que le faltaba conviccion, y no por miedo o por falta de fe sino por mal comido. Relata con lujo de detalles su opipara comida, la ultima dos dias antes: un plato de tunas que compro en el camino a Tijuana. Asi pensaba aguantar hasta llegar con sus hermanos que trabajan en los campos de fresa californianos. Nuevamente los gritos atraen la atencion. Con entonados chiflidos, los jovenes vitorean a una muchacha que baja la pared inclinada de El Bordo con unos tacones de -est- tamano. Zapatillas negras, falda oscura, llega a la parte media de la cuneta donde corre un poco de agua. Paga un peso a los ninos que pusieron una tabla, para pasar y no mojarse, sigue y sube la otra pared. Se sienta a esperar la oportunidad, el descuido o el desvio de la Border Patrol. Pero no toda la vigilancia se hace por tierra y en la zona del Bordo, hay helicopteros, y mas adentro de territorio norteamericano, puestos de vigilancia con aparatos de vision nocturna, sensores y lamparas de luz gigantescas. La frontera de retazos Si todo esto funcionara, los vecinos no armarian tanto barullo aunque mas bien, todo forma parte del sistema: la frontera fisica es dificil de localizar, hay piedras, cercos incompletos de madera, matorrales y a veces, la tierra de nadie. De pasar se puede, pues la perseverancia vence a una frontera de retazos. La tenacidad mexicana contrasta con los rostros frustrados -a veces indiferentes- de los patrulleros norteamericanos. Algunos relatan que "sus" esfuerzos no dan frutos: de uno que atrapan, se les cuelan unos seis o siete. Otros se quejan de la falta de recursos: Salarios y patrulleros insuficientes, no hay posibilidades de rotacion y su nivel de escolaridad es muy baja. En esas condiciones, aseguran que no garantizan un optimo rendimiento. Los patrulleros que tiene exito, conducen a sus detenidos a unos autobuses que van a la estacion de la Border Patrol en San Diego. Alli son registrados y repatriados, una y otra vez, cientos de indocumentados. La estacion plagada de boletines informativos, fotografias de personas, datos, etc., mantiene sus pantallas encendidas y conectadas en las zonas sembradas de sensores. Claro que hay fallas, segun confiensa un sonriente patrullero, los malo es cuando algun animal atraviesa la zona de sensores y moviliz a las unidades, fuera de eso, todo es rutina. Este mundo del indocumentado detenido puede variar: o tiene exito o muere a punto de alcanzarlo. Algunos, en sus largas caminatas pierden la nocion de la distancia y la velocidad, al atravesar la carretera de San Diego (rumbo a Los Angeles) son atropellados en su intento. Otros, logran llegar. Los mas favorecidos se cuelan en algun trabajo clandestino -negocios de comida, maquilas, fabricas, servicios de limpieza- los desafortunados a veces se aventuran a trabajos mas temerarios bajo el peligro de una captura: el de limpiabrisas, vendedores ambulantes de frutas o flores en el Centro de Los Angeles, al igual que en los semaforos de la Ciudad de Mexico. Aun asi, la diferencia es muy grande, en Mexico la propina seria de 50 centavos o un poco mas mientras que en Los Angeles podria ser de una "cora" (veinticinco centavos de dolar), o mas si se trata de flores. De esta manera, algunos logran establecerse formando parte de esa "Cuarta Ola" descrita por Muller, un estudioso del fenomeno migratorio. Se ubican por barrios, de preferencia del Este de Los Angeles; Pacoima, en el norte; Wilmington y San Pedro en la zona del sur. Sus habitantes, buena parte de ellos mexicanos, cruzaron alguna vez por Tijuana, el lugar donde pasan y seguiran pasando, el 50% del flujo de indocumentados, pese a todas las represalias. La prueba de que seguiran pasando, es la necesidad de la economia californiana de contar con este ejercito de infraproletarios mal pagados, para sostener una plusvalia que su deficiente "competitividad" no les puede garantizar. Mas aun, hace unos cuatro anos durante La Guerra del Golfo, la vigilancia en la frontera se reforzo. Aun asi siguieron pasando. Hoy, a pesar de la Operacion Portero y los movimientos militares en la frontera Kuwaiti -hecho que podria empeorar las cosas- es probable que la necesidad siga impulsando a esto mexicanos en busca del sustento. El ambiente, fronterizo se torna volatil. Los hechos violentos, que ya comenzaron con un lesionado y con amenazas a un consul mexicano, amenazan con multiplicarse. De ser asi, Mexico tendra que tomar cartas en el asunto y no limitarse a embarcar a los consulados en tareas que son de inmediato rebasadas por la realidad xenofobica. A estas alturas quiza nadie tome en cuenta las "Campanas de Reconocimiento de la labor del Mexicano". Frente a esta realidad, no es valido que el gobierno mexicano evite el problema cobijandose en un largo estudio de tres anos sobre el flujo migratorio. Prestigiosos academicos, en ambos lados de la frontera, se han dedicado por mas de 20 anos al estudio de este fenomeno, tomarlos en cuenta ahorraria mucho tiempo. Si de evadir se trata, pretextos no faltan. Lo malo es que Mexico reitera su impotencia ante el eterno temor de contrariar a su poderoso vecino. * Egresada del Centro de Periodismo Internacional de la Universidad del Sur de California. .