SECCION ESPECTACULOS PAG. 41 BALAZO: SONIDOS CABEZA: Del comic gotico a la rockoparodia CREDITO: OSCAR SARQUIZ Hace mas de una decada que los empresarios fonograficos y cinematograficos confluyeron en una forma alterna/cooperativa de comercializacion de sus proyectos que ha rendido dividendos desiguales -tanto artisticos como economicos- pero ocasionalmente brinda oportunidades atractivas a los melomanos mas serios y coleccionistas. Los pretendidos albumes de "banda sonora original", que a diferencia de los de antano no incluyen mas que muestras aisladas de la musicalizacion incidental de la cinta pero aglutinan en cambio un buen numero de interpretes de interes y/o renombre en lo que en rigor debiera considerarse mas bien albumes recopilatorios de temas ocasionalmente compuestos exprofeso para la cinta, o simplemente idoneos para redondear la accion en pantalla. Aunque con este motivo hemos sido invitados a numerosisimas premieres filmicas en las que la musica frecuentemente (no) brilla por su segundo plano y la brevedad temporal de su inclusion, los albumes en cuestion han pasado a ser uno de los mejores equivalentes actuales de estos recopilatorios antes llamados samplers y cnceptualizados en torno a cliches como el amor, las vacaciones, etcetera. Pero cuando la pelicula en cuestion es lisa, llana e inequivocamente un proyecto comercial de explotacion juvenil, y la musica es seleccionada en funcion de realzar la rentabilidad del proyecto, los acoples resultantes pueden terminar siendo hasta mas atractivos que la misma cinta. No es ese el caso de las peliculas en torno a las que se han creado estos dos acoplados complementarios: un relato de justiciera y violenta venganza desde ultratumba y otra de anecdota aun mas improbable en la que un trio de rockeros toman accidentalmente una estacion de radio y exponen por casualidad las componendas y corruptelas de la industria musical. Tonterias acaso, pero eficaces, una como esforzado y ocasionalmente memorable comic noir, la otra como urgente parodia del carrerismo y comercializacion d esmedida del rock. Ademas de recomendar ambas cintas como entretenimientos rockeros y sin mayores argumentos de calidad filmica, la conjuncion de los sendos albumes por ellas generados es una virtual "batalla de las bandas" de nuevo cuno y alto tonelaje que resulta, ademas de disfrutable, ilustrativa. La musica de El Cuervo, la malhadada cinta donde murio accidental, misteriosa y prematuramente Brandon Lee (para siempre el hijo de Bruce) no sin exhibir posteriormente mas talento histrionico que trucos de artes marciales, confirma la envidiable consistencia de The Cure, que tras su exitoso cover de Hendrix aporta aqui un "Burn" tan certero como predeciblemente idoneo al caracter ominosamente negro de la pelicula; Machines Of Loving Grace le sigue sin brillo ni desdoro y luego, por alguna razon, "Big Empty " de Stone Temple Pilots resalta aqui aun mas que en su propio reciente segundo album; tambien Nine Inch Nails continua la ascendente racha de su decadente protagonista Trent Raznor, quien canta "Dead Souls" con escalofriante empatia. La vitriolica rabia urbana de Rage Against The Machine tambien le viene como anillo al dedo a este relato de -ya nada ficticia- violencia urbana desatada; los oscuros Violent Femmes suenan dignos pero tardios y trasnochados con sus acostumbrados ecos de los Talking Heads de hace tres lustros, y la Rollins Band exhibe la monotonia que es su talon de Aquiles, y el sucesivo contraste con el musicalmente mas interesante Helmet (cuyo cantante y guitarrista Tom Hamilton es el mas viable heredero de las glorias vo cales (?) de Ozzy Osbourne), y la desmedida furibundez de Pantera explica el por que de tan temible pique entre el forzudo literato Henry Rollins y el aun mas feroz y vociferante cantante panteriano Phil Anselmo; calle vence poeta, creo. En tan rudamente ilustre compania tambien se magnifican y resaltan los defectos y limitaciones: For Love Not Lisa, por ejemplo, suena convincente mientras se dedica a azotar obsesivamente un riff, pero en cuanto su "Slip Slide Meeting" llega a su segunda, mas relajada seccion, el grupo revela toda su inmadurez y falta de consistencia. Otro tanto sucede, tras contrastarlos, con la aparente fiereza de My Life with the Thrill Kill Kult y su sicodance rock "After The Flesh", al siempre sobrevalorado duo fratern o The Jesus and Mary Chain, cuyo "Snakedriver" suena tan delgada y adolescente como los Archies estrenando distorsionadores; y a proposito de chicle bomba, la participacion de Medicine, "Time Baby III" esta tan fuera de lugar y de caracter como Josie y sus melodicas; su funcion aqui pareceria solo prepararle el camino a la mas digna baladita final de la ex Go Go Jane Siberry. En cuanto al album que musicaliza la aventura de los cabezas huecas Llaneros Solitarios que obligan a punta de metralleta de agua a un popular disc jockey a difundir su cinta de demostracion (pese a sus protestas de que un trio no puede ser solitario) contiene una serie de joyitas sencillas creadas especialmente para el caso y por tanto no disponibles localmente -a diferencia del contenido del album previo- en ningun otro album. Asi, el rapero antitira Ice-T y Whitfield Crane (a quien no tengo el gusto) se echan un provechoso palomazo con Motorhead, los pioneros del thrash cuyo mitico cantante Lemmy Kilminster es reconocido como deidad en la cinta; divertida sorpresa, 4 Non Blondes se divorcian momentaneamente de sus nexos folk para homenajear a Van Halen con un cover casi literal de la vetusta "In The One" de sus anos debutantes. Ominoso hasta la autoparodia, "Feed The Gods" del inignorable cuarteto White Zombie recrimina con impacto contundente y tono inquietante la injusta inatencion local a su propio album notoriamente desatendido promocionalmente por su disquera. Sin quedarse atras, el cada dia mas omnipresente trio san franciscano contribuye con otra de sus inconfundiblemente intituladas extravagancias, "Bastardizing Jellikit"; en cambio, la version de Anthrax a "London" de los Smiths palidece ante la comparacion con el electri zante sonido de su ultimo album Sound Of White Noise. Prong, localmente inedito, justifica su fama subterranea con "Inheritance" que los confirma aventajados descendientes de Sabbath; y no tan sorprendentemente, los venerables Ramones brillan entre todos ellos como una pieza que pareceria escrita especialmente para la cinta, pese a ser la excepcion a este respecto: "We Want the Airwaves", virtual pero durable oldie extraida de su ochentero Crime Of The Century. En cuanto al resto... los grungeros Candlebox prometen aunque aun no cumplen con un "Cant Give In" decoroso pero nada distintivo; Dig son una nerviosa revelacion con un "Curious George Blue" hardcorero y sin pretensiones; los ficticios Lone Rangers son previsiblemente genericos (musicos sesioneros, seguramente) pero divertidos en "Degenerated"; Stuttering John, quien se hizo popular en Estados Unidos como comparsa del lepero locutor radial Howard Stern, es apenas otro popunkero rellenador con "Ill Talk My W ay Out of It", y los merecidamente anonimos Stick tambien hacen mas bulto que otra cosa con "Fuel". Algo mejor el comic gotico que la rackoparodia, ambos albumes logran sin embargo impacto positivo en el sismografo auricular, y son decididamente mejores que otros tantos albumes de sus participantes individuales. Para muestra basta un monton, pues, y como se sabe en asuntos de peso mas es mejor. The Crow, Music from the Original Motion Picture (Atlantic) * * * 1/2. Airheads, Original Soundtrack Album (Fox/Arista) * * *1/2. Crow, Music from the Original Motion Picture (Atlantic) * * * 1/2. Airheads, Original Soundtrac .