SECCION CULTURA PAGINA 38 CABEZA: EL AMANECER, CUANDO SE EMPIEZA A VIVIR CREDITO: ANDRES HENESTROSA* do, no solo a la causa de su Patria, sino tambien a la del mundo entero, ciertamente significa para mi un reconocimiento que, si no supera a los otros, por lo menos es en lo mas intimo de mis entranas el aplauso que pudiera llamar de toda mi Patria. He hablado de tristezas, de alegrias, de venturas y desventuras. No puedo evitarlo. Padezco males del alma y del cuerpo. Mi casa tiembla a ratos; a ratos tambien siento como que mis hombros flaquean, como que mi resistencia disminuye. Recuperarme, reconstruirme, han sido afanes de estos ultimos meses. Siento que el hombre ha de luchar contra la tristeza que acarrean los anos, contra el anticipado dolor de la vejez, que es un poco decir la cercania de la muerte. Cierto en eso, de un modo natural trabajo, me enfrento cada dia, cada manana. Los suenos, si es que alguno me formule cuando nino, se han cumplido. Algunos que luego me hice cuando mayor estoy en espera de que se cumplan. En mi lengua natural, o en una de mis lenguas naturales (hablo ahora del zapoteco), vivir es esperar. Por lo demas no hizo el hombre otra cosa, como acabo de leerlo; nunca hizo otra cosa el hombre mas que trabajar, esperar, sufrir. El hombre trabaja, sufre, espera. Recuerdo haberlo leido, quiza repetido por Romulo Gallegos, en su novela Dona Barbara. Yo no tu ve necesidad de buscarlo o de encontrarlo en otra gente, no en otra pluma, porque esta, ya lo dije, en mi idioma: en zapoteco no se dice donde vives, sino donde esperas. Esta la barca con la proa hacia el Oriente; el remero pronto a surcar las aguas de la vida que conducen a las aguas de la muerte. La noche se aproxima, pero hay que remar hasta el amanecer, que es cuando la vida comienza; cuando sale el sol comienza el dia, comienza otra vez el hombre a vivir. En esas estoy. *ESCRITOR .