SEC. INF. GRAL. PAG. 4 CINTILLO: ASOMBRO ENTRE LOS PRIISTAS CABEZA: En medio de llanto, Salazar Adame demandaba desafuero CREDITO: ARMANDO ALCANTARA E. Espero, pacientemente a que este concluyera, sin decir palabra, sin hablar con nadie, sin escuchar consejos. Florencio Salazar Adame, oriundo de guerrero. El amigo, el companero, el seguidor fiel en la lucha politica por el cambio en el pais. El y sus recuerdos, del jefe, del guia ideologico, esperaron el momento oportuno de decir su verdad, callada por siete dias. Una larga semana, desde aquel infortunado dia en que Jose Francisco Ruiz Massieu, cayo por las blas del odio y la sin razon. Sin consultar a nadie, sin pedir permiso, ni linea, con la venia que se le otorga a quien desea decir su verdad. Solicito el uso de la tribuna, la mas importante del pais. Su "osadia", acaparo la atencion de todos. Era una intervencion no prevista. Esos cuchicheos se dieron entre sus companeros. Salazar Adame, el diputado por el estado de Guerrero, companero de trabajo de Ruiz Massieu, se refirio al artero crimen. Se cego la vida, dijo, de un hombre lucido, preparado, que buscaba un cambio en bien de su partido y del pais. Contra el autor intelectual del asesinato, Manuel Munoz Rocha, companero tambien en las labores legislativas, no formulo ninguna muestra de rencor o resentimiento, solo un deseo de justicia. Se discutia en ese momento y desde hace tres horas la solicitud de licencia al presunto autor intelectual del homicidio. Reconocio que la solicitud del diputado Manuel Munoz Rocha para separarse de su puesto de representacion popular a fin de someterse a la disposicion de las autoridades facilitaria la aplicacion de la justicia y de ninguna manera suspenderia el juicio de desafuero iniciado ya en su contra. Sin embargo, escucho y esto causo enorme conmocion entre sus companeros, los argumentos del PAN y del PRD, contra el tramite que la Comision Permanente del Congreso de la Union, deberia de dar al caso de desafuero de Munoz Rocha y le parecieron aceptables. Creo, asevero, que el Congreso ganaria si se instaura este juicio. Por ello, expreso que en uso de su conciencia y tratando de ser leal a su jefe, amigo y a las instituciones anuncio su voto en contra de otorgar la licencia al diputado tamaulipeco. Eso, siguio diciendo, ante el asombro de sus companeros de partido, me indica un legado de verticalidad de Jose Francisco Ruiz Massieu, una exigencia del pais de que mas que la celeridad, mas que la prisa, debe estar la claridad para saber donde estan los responsables y que se aplique la ley. No por la muerte de un hombre, sino porque este pais reclama justicia, seguridad publica, certidumbre, cambios politicos que enfrentan con conciencia las responsabilidad de su modo de ser para poder seguir siendo. Sus palabras, calaron hondo en el sentir no solo de sus companeros, sino de todos los presentes. Las lagrimas lo traicionaron, el silencio fue profundo. Obligo a la meditacion pero tambien a la preocupacion de los responsables de sacar adelante la estrategia disenada para resolver el caso Munoz Rocha, sin danar al Congreso de la Union, a su partido, ni a las instituciones. El titubeo en los priistas que ocasiono la intervencion del guerrerense, fue aprovechado colmilludamente por los panistas. Gonzalo Altamirao Dimas, a nombre de su fraccion parlamentaria, solicito de inmediato que la votacion fuera nominal, para aprovechar la incertidumbre mostrada en ese momento por los priistas. Seguro estaba el dirigente del PAN en el Distrito Federal, que la votacion provocaria una profunda division en la diputacion del Revolucionario Institucional. Entonces la experiencia de dos viejos lobos de mar, se hizo presente. Humberto Lugo Gil, a traves de mensajes enviados con su personal de apoyo a Miguel Gonzalez Avelar, decidieron solicitar una tregua, un receso, para ordenar el voto de su correligionarios. Fueron 15 minutos de intenso cabildeo. Uno por uno, fueron consultados diputados y senadores, sobre la intencion de su voto. El mensaje discreto, fue por la disciplina, la unidad partidista. Se reanudo la sesion alfilo de las 15:10 horas. Habian transcurrido 20 minutos del receso anunciado de 10, nada mas. Vino la votacion. La expectacion se adueno de los presentes, del publico que abarroto el salon Verde del palacio Legislativo de San Lazaro. Uno a uno, en forma nominal, se dieron los sufragios. A favor, a favor, en contra, a favor, a favor. Los rostros de Humberto Lugo Gil y de Miguel Gonzalez Avelar se comenzaron a tranformar. La estrategia dio resultado, la disciplina se impuso, el voto priista fue casi unanime: 21 a favor de otorgar la licencia a Manuel Munoz Rocha y solo uno, de los priistas, en contra: el de Florencio Salazar Adame. Junto con los del PAN y PRD, sumaron entonces nueve. La licencia estaba dada. Manuel Munoz Rocha habia quedado sin fuero. Tendra que responder ante las autoridades judiciales. Florencio Salazar Adame, sin rencor, con los ojos humedos, volvio a hundirse en su tristeza. .