SEC. INF. GRAL. PAG. 2 CABEZA: ¨Costos de la transicion? CREDITO: JACQUELINE PESCHARD* En efecto, al igual que hace seis meses, en Tijuana, hoy, en la ciudad de Mexico, con el asesinato de Jose Francisco Ruiz Massieu, la violencia vuelve a ocupar el centro de la vida politica del pais y con ello a plantear interrogantes sobre aquello que los comicios del 21 de agosto habian confirmado: el despeje de nuestro tan accidentado proceso de transicion a la democracia. Estamos lejos de poder comprender los moviles y los intereses vinculados con el crimen, pero lo que si podemos vislumbrar son el significado y las repercusiones del mismo, y no solo desde la perspectiva de las instituciones y los procesos politicos, sino de los animos y expectativas de la poblacion ciudadana. Durante los ultimos anos, hemos venido atravesando por una epoca de cambios politicos, quiza mas profundos de lo que a primera vista podemos captar. Las viejas practicas y reglas del quehacer politico, propias de un sistema de partido casi unico y de un partido imbricado con la estructura gubernamental, han sufrido un gran desgaste, pero no acaban de disolverse, mientras que las nuevas -propiamente plurales y democraticas- no logran asentarse para tomar su lugar. En este contexto de transicion politica, en la que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, el recurso a la violencia politica de este tipo, que se expresa en atentados y asesinatos de figuras de los mas altos cuadros gubernamentales, es una manifestacion de fuerza que conlleva un mensaje de venganza, de ajuste de cuentas entre los que estan a favor de los cambios y aquellos que los rechazan porque ven en ellos la perdida de sus prebendas. Esto revela la existencia de fuertes tensiones dentr o de la clase gobernante, pero tambien la vulnerabilidad de la misma en este contexto, lo cual genera incertidumbre y angustia, tanto en sus propias filas, como entre la poblacion en general. La desaparicion de Jose Francisco Ruiz Massieu tiene implicaciones evidentes sobre los procesos politicos que estan en marcha. En tanto coordinador de la futura mayoria priista en la Camara de Diputados, Ruiz Massieu representaba el puente no solo entre el salinismo y el futuro equipo gobernante, sino entre las fracciones parlamentarias del PRI y de la oposicion. En lo inmediato, el ex gobernador de Guerrero estaba identificado como el artifice de los acercamientos entre los partidos, de cara a la calificacion de la eleccion presidencial de noviembre proximo, que aunque en esta ocasion se prevee como menos conflictiva que la de 1988 por los mayores margenes de transparencia, el recuerdo de aquella hacia necesario establecer lineas de entendimeinto, previas a las reuniones de Colegio Electoral, para poder aprovechar los 15 dias escasos que tendran los legisladores pa ra realizar su labor de definir al presidente electo. En el corto plazo, el secretario general del PRI tenia el cometido de sentar las bases para las futuras reglas de funcionamiento de la Camara Baja, en las que se contemplara introducir la pluralidad politica a las tareas parlamentarias y contribuir con ello a la conformacion de un Legislativo no solamente con mayor potencial deliberativo, sino con mayor capaciad para vigilar y controlar el desempeno gubernamental. Su desaparicion vulnera a las fracciones y grupos politicos comprometidos con el avance de la reforma del poder en Mexico, y consecuentemente alienta a las corrientes reacias al cambio, y no solamente dentro del PRi, sino dentro de las demas fuerzas politicas. Pero las repercusiones del asesinato no solamente se han dejado sentir en el plano de los procesos y los actores politicos, sino tambien en el de los estados de animo y las perspectivas de diferentes grupos de la sociedad. De acuerdo con un sondeo de opinion realizado por una cadenda nacional de television, una buena parte de la poblacion se expreso a favor de que se instaure la pena de muerte para aquellos que cometan homicidios con premeditacion. Algunos dirigientes empresariales se han sumado a esta opin ion, con el argumento que este tipo de crimenes son cometidos por personas que son incorregibles. Estos reclamos a favor del establecimiento de la pena maxima no pueden verse sino como reacciones provocadas por el miedo y la inseguridad que los atentados politicos causan en una sociedad, y que la llevan a clamar por soluciones que se piensan como definitivas, pero que reflejan posiciones de total intolerancia y falta de confianza en la fuerza de la justicia. El problema es que invocar la pena de muerte como solucion es clamar porque la sangre limpie la sangre. Una demostracion conjunta y decidida, de los distintos partidos y de las organizaciones sociales de todo tipo, en contra de la violencia y a favor de que se esclarezcan los moviles del crimen y se castigue a los responsables, es un imperativo para fortalecer la capacidad y el compromiso que tiene el Estado mexicano de cumplir con ese reclamo de la sociedad en este momento de cambios profundos en nuestro pais. *Investigadora de El Colegio de Mexico .