SECCION CULTURA PAGINA 37 CABEZA: CREDITO: ENESIMO NEMO Al que estas lineas escribe, como lo ha dicho otras veces, le preocupa mas que un Don Giovanni, como el de Peter Sellars en el Bronx neoyorkino, se cante como debe cantarse Mozart. Si la adaptacion escenografica, el vestuario o la opera son otros que los del original, el problema es secundario (no afirmo que no tenga importancia, pues no es desagradable gozar de una puesta en escena genial, o cuando menos brillante). Ninguna duda tenemos del talento, de la capacidad tecnica y de la imaginacion de Alejandro Luna (la ha probado en multiples ocasiones), que cumplio eficazmente con su cargo en esta Cosi fan tutte, pues el acuerdo con la empresa era intentar el diseno de una libre y nueva produccion. Licito era, en los 60 anos del Palacio de Bellas Artes, hacer un homenaje al suntuoso art-deco del edificio, utilizando las puertas mismas y herrajes que lo caracterizan en ese acto segundo de la opera; y afortunados, y, como muchos otros, nada estorbosos para la obra, son los juegos con la maquina del tiempo que transforman la energia de la piedra iman en las descargas electricas que se aplican a los albaneses, mediante el acumulador del antiguo automovil (por cierto con cables de los anos actuales). Tambien, a la hora de su estreno hace mas de dos siglos, Si estorban a veces (como lo hemos dicho con franqueza al propio B. Cann, director de escena), algunos excesos y golpes de escena comicos, que resultan burdos en la ya de por si chocarrera y magistral farsa de Da Ponte, la cual se desenvuelve en un medio ridiculo, pero elegante. Estorban tambien, sobre todo en el segundo acto, los largos lances eroticos, especialmente el de Dorabella y Guglielmo, que se prolonga infinitamente al fondo del salon, distrae de lo que ocurre en primer termino y hubiera bastado simplemente apuntar en una breve vineta. Algo lentos nos parecieron los tiempos del primer acto, que contribuyeron a hacer la funcion muy larga (pues, de por si, se ofrecio acertadamente la obra sin cortes). Muy activos y brincadores andaban los galanes tenistas, raqueta en mano en la escena, pero muy ralentados el ritmo de sus arias y duos. Buena fue en el aspecto vocal la segunda funcion de la temporada, y fue agradable sorpresa la actuacion de Octavio Arevalo, que reside hace tiempo en Europa, y que posee una excelente voz de tenor lirico, que cumplio plenamente con su papel, si bien se le advierte algo inseguro en la linea de canto mozartiana, aunque ya ha cantado el repertorio aleman y el italiano correspondiente. Lo mismo continua ocurriendo a Maria Luisa Tamez, mas pucciniana y verdiana en su Fiordiligi, que extremo el volumen de sus notas agudas en arias duos y concertantes, y mejoro considerablemente en la segunda parte de la obra. Bien plantado en su Don Alfonso el bajo Rosendo Flores, que impuso la sonoridad y buen timbre que esperabamos, a lo largo de toda la opera, y muy acertada, impecable teatral y vocalmente en su Despina Lourdes Ambriz, para quien son ideales esta clase de papeles, extensos y nada simples en ningun sentido. Contenida, exacta como interprete y cantante, y en una de sus muy afortunadas sesiones, estuvo la experta Encarnacion Vazquez, a la que favorecen, mas que el muy arduo de La Cenicienta, vgr., papeles como el de Dorabella. Jesus Suaste canto mejor que nunca su Guglielmo, en buen estilo mozartiano, si bien como en Las Bodas, volvio a exagerar el bajo volumen de sus pianisimos (sobre todo en los duos y en los concertantes), acaso por indicacion del conductor musical. Creo que sin embargo hace falta en esos casos mayor presencia baritonal en tales conjuntos. .