SEC. INF. GRAL. PAG. 6 CABEZA: EL GATILLERO Y LA HISTORIA CREDITO: Ikram Antaki* El asesinato de Ruiz Massieu, las nuevas amenazas de los secuestradores a Harp Helu, nos parecen confirmar en nuestra sicosis de inseguridad. La tasa de criminalidad se ha visto multiplicada. La gran delincuencia gana terreno cada vez mas, y la pequena crece y crece, en un clima de hiperemotividad. La gente se siente agredida, amenazada, inquietada: es el sindrome newyorkino. Sin embargo, el analisis pertenece mucho menos al dominio policiaco que al desarrollo historico. Existe, en la mayoria de la poblacio n, un sentimiento difuso de que hay una sociedad invisible, inagarrable, que irrumpe por la violencia, que parece poner a la delincuencia a proximidad de la vida real, que parece haberse instalado en el corazon mismo de la nacion, y que la amenaza. Con los crimenes, esta sociedad invisible atestigua del poderio cada vez mas grande de todas las mafias. A traves de cada una de sus manifestaciones, la violencia demuestra hasta que punto nuestro universo esta sobre la defensiva, frente a la expansion insidiosa de todas las zonas del desorden. En mi colaboracion del dia viernes 30, trate de ubicar lo que nos pasa en Mexico en el marco de lo que esta pasando en el mundo entero. En todas partes, en efecto, los espacios de no-derecho y de ilegalidad crecen a expensas del derecho y de la legalidad. El desorden muerde sobre los territorios del orden y de su representacion mas evidente que es el Estado. Este, como toda creacion humana, no tenia ninguna razon para ser eterno: de hecho, su logica de crecimiento, punto omega, y decadencia, esta inscrita e n su nacimiento. Pero, habia sido, a lo largo de varios siglos, el mas extraordinario, antinatural y eficiente invento que han logrado las sociedades humanas para permitir a los hombres vivir juntos, fuera de los marcos biologicos naturales: familia, clan, tribu. El Estado ha crecido gracias al reforzamiento de las instituciones, poderes y contra poderes que le conforman. No existe Estado posible sin gobierno, sistema juridico, policia y demas instituciones, que permiten su representacion, funcionamiento y proteccion. Todas esas instituciones tienen un ciclo que las lleva inevitablemente a la crisis. Si estas crisis son simultaneas, el Estado no tiene ninguna oportunidad de sobrevivir. Esto es lo que nos esta pasando. Esto es lo que permite al universo de la ilegalidad tutear al campo de la legalidad, y tratar con el de igual a igual. El tono esta dado por la impresionante carta de los secuestradores de Harp. ¨Acaso hemos llegado al punto en que la sociedad invisible ha alcanzado ya el 49 versus 51 por ciento? y, ¨que hacer para imperdirle pasar al 51 por ciento y ganarle a la sociedad visible? Y, para empezar, ¨como se que hemos llegado a esta situacion? Algunas de las razones caben adentro de nuestra estructura politico-historica. Otras, adentro de nuestra estructura sicologica y social. No hemos logrado ni hemos propuesto, durante mucho tiempo reforzar el mas importante de los estabilizadores en cualquier sociedad humana organizada: un sistema juridico y un estado de derecho solidos e independientes del Poder Ejecutivo. La ineficiencia de las instituciones anexas: sistema penitenciario, polic ia... no son mas que consecuencias. A nivel de la sociedad, repugnamos a cualquier tipo de rigor, y llamamos esto fexibilidad. Empero, la ley es rigor. Es la unica tentativa seria de introducir algo del espiritu matematico en el caso social. Pero, este rigor se nos antoja totalitario, inadecuado, intolerante e insoportable. Nosotros acomodamos, arreglamos, negociamos y... destruimos con ello las bases mismas del espiritu de la ley. Todo funcionamiento social se vuelve, a partir de este momento, alentador, individual, inagarrable: jamas generalizable. Asi, el policia bancario que intercepto al asesino de Ruiz Massieu no es un prototipo del buen policia, que hace su deber, sino un heroe, un valiente Indiana Jones mexica, merecedor de reconocimientos y medallas. Sobre esta base gelatinosa, que pretende tener y mantener un Estado sin darse, en ningun momento, los medios para volverlo viable, el unico elemento salvador, cuyo exito ha sido indispensable durante decadas, ha sido el autoritarismo. Con la exigencia democratica, el autoritarismo retrocede, sin que su lugar sea ocupado por las instituciones que permiten el funcionamiento del Estado. Asi que esto tiene tambien que retroceder. Si, ademas, por irresponsabilidad, romanticismo, o simple idiotez, nos planteamos la tarea de humillar y destruir las instituciones pocas y malas que tenemos (como ha sido el caso de todo el discurso y toda la practica anti-institucional que han regido a lo largo de este ano), no cabe la sorpresa: retroceden las instituciones, retrocede el Estado, avanza la sociedad invisible, la ilegalidad, el desorden. Todos los narcotraficos, mafias y guerrillas caben en este esquema. Todos los gatilleros tambien. *Antropologa, escritora y autora de El Espiritu de Cordoba .