SECCION CULTURA PAGINA 35 CABEZA: Los rios y la mar de Jorge Manrique CREDITO: ALFONSO SIMON PELEGRI* Siglos despues, alla por El cuatrocientos, nos dice Jorge Manrique en su maravillosa elegia efimero del placer, el cual, paradojicamente, no tarda en ser causa del dolor al ser recordado; se nos viene haciendo, sin mas, lo de Pero volviendo a los rios de Jorge Manrique, muerto en el asedio a la fortaleza de Garci-Munoz y caballero sin tacha el cual, en opinion de su antoloo Carlos Sainz de Robles, Por estos rios El caso es que, bachillerias aparte, estas Coplas ponen un sabor de ceniza y transitoriedad en la boca, un sentimiento culpable sin motivo, frustracion, impotencia y un desolado para que todo esto; una accesis de contricion con todo el cortejo tradicional de pausados golpes de pecho penitentes, suspiros, y ademas parafernalia propia de las pompas funebres, mas funebres que pompas regularmente. En opinion de Americo Castro, el autor de las Coplas va mas alla de un temblor emocionado y elegiaco en su poema: con un prefigurado aliento renacentista coloca la figura de su padre, el Comendador de Ocana, en el umbral de una via heroica. Diaz Plaja, abundando en esto, nos dice que en este poema inmortal no solamente Decir fama es como decir honra, y Asi lo refrenda Jorge Manrique cuando en el poema de referencia pone en los labios de la Muerte la siguiente exhortacion dirigida a su padre agonizante: Y junto a esta exaltacion de la vida de honor, muy mejor que la otra temporal y perecedera, como colofon del poema, el profundo sentido cristiano del buen caballero don Rodrigo es el que contesta a la muerte cuando le dice que consiente en morir con voluntad placentera (...) *ESCRITOR .