seccion inf. gral. guia: ERA Pag. 1-I cabeza: Errores medicos, una cadena impune en hospitales publicos y privados credito: CELIA TERESA GOMEZ RAMOS (PRIMERA PARTE) La iatrogenia, dano causado por impericia del medico, aumenta cada dia en los hospitales publicos y privados del pais, donde se realizan mas de dos millones de intervenciones quirurgicas anuales. El 32 por ciento, en opinion de Federico Ortiz Quesada, es mal practicado. "Si vas por la calle y un senor te asalta y te encaja un cuchillo que secciona las vias biliares, mueres y el senor merece 40 anos de carcel; pero si un medico te secciona las vias biliares porque no sabe operar tu mueres y tu familia paga la cuenta, pero a el nada le pasa y puede seguir operando", destaca el cirujano Jorge Cervantes, del Hospital ABC, uno de los mas prestigiados del pais. El rango de impericia en los hospitales publicos y privados va desde una costura inadecuada hasta la sobredosis de anestesia que provoca la muerte, pero casi todos los errores medicos quedan impunes. "Nadie ha querido agarrar al toro por los cuernos: ni las autoridades de salud ni las instituciones educativas, que deberian discutir los errores", subraya Cervantes, quien en 1991 publico el libro Iatrogenia en cirugia, que documenta 108 casos de iatrogenia que el autor recibio en su consultorio. La iatrogenia, entendida como la actuacion equivocada de un medico que desencadena males mayores en un paciente, "es cada vez mas comun y frecuente, tanto que en Mexico alcanza ya un 32 por ciento, debido a la falta de preparacion y la incorporacion de nuevas tecnologias", sostiene el medico Ortiz Quesada, especialista del hospital Angeles y autor del libro Ciencia medica y derechos humanos. Una encuesta reciente para la Academia Nacional de Medicina encontro que "la iatrogenia es frecuente y puede calificarse de grave", ya que el 59 por ciento de los medicos acepto que ocurre con frecuencia y solo un 12 por ciento considero que se registra "en raras ocasiones". A pesar del creciente numero de errores medicos, de acuerdo con abogados, los afectados practicamente estan en el desamparo tanto por desconocimiento de la practica medica como por una legislacion obsoleta que, con frecuencia, solo contempla el apercibimiento, es decir, un regano al medico para que no lo vuelva a hacer. En el caso de la iatrogenia en cirugia, desde el punto de vista del contenido de la conducta, se aplica el criterio de delito imprudencial o culposo, senala Sergio Vela Trevino, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, en lo que constituye quiza el unico ensayo sobre el tema. La pena, entonces, seria de tres dias a cinco anos de prision en los casos graves (entendiendose por grave la muerte o la incapacidad permanente del paciente), segun interpretacion del articulo 60 del Codigo Penal. A pesar de ello el periodista Miguel Angel Sanchez de Armas ha decidido denunciar su propio caso: en el hospital Angeles, en una operacion que costo 200 millones de viejos pesos, le perforaron la vesicula y el duodeno. Su historia forma parte de la galeria de errores medicos. Su demanda esta en preparacion. Cada dia muere gente por operaciones mal hechas y nadie dice nada, sostiene Cervantes. Galeria de errores Dicen que los medicos entierran sus errores. Pero algunos sobreviven. Y hablan. En una documentada galeria de 108 casos de errores medicos cometidos en hospitales publicos y privados de Mexico, el cirujano Jorge Cervantes expone los problemas de pacientes que recibio en su consultorio con danos provocados por una mala practica medica, condicion que se conoce como iatrogenia. Los casos de iatrogenia van en aumento, pero los medicos, en terminos generales, se confabulan para protegerse a si mismos, coinciden el propio Cervantes y Federico Ortiz Quesada. Cervantes omite los nombres como parte de la confianza que sus pacientes depositaron en el y en su secreto profesional, ademas de que estos pertenecen a la esfera de la vida privada, pero relata: Un medico ligo una arteria en el brazo de un bebe de 8 meses y provoco que el nino, dos dias despues, fuera sometido a la amputacion de los cinco dedos de la mano izquierda. Otro olvido en el estomago de un paciente una compresa, una especie de gaza que mide 40 por 60 centimetros, suficiente para cubrir la mitad de la mesa de un comedor para seis personas. Uno mas dejo las pinzas hemostaticas -del tamano de una pluma popular, 15 centimetros- en el abdomen de una paciente, donde permanecio 3 anos. Un ginecologo opero a un hombre de lo que llamo un barro en parotida, la glandula que secreta la saliva, y provoco la paralisis facial de media cara. Una mujer de 24 anos acepto una operacion para extirparle del muslo una bolita de grasa que no le provocaba molestia. Al final, por una mala practica medica, le amputaron la pierna. Los cinco ejemplos anteriores forman parte del libro Iatrogenia en cirugia, de Jorge Cervantes, pero cada dia, en los hospitales publicos y privados, ocurren casos de mala practica medica que van desde impericia en la costura de una herida e inadecuada aplicacion de inyecciones hasta la sobredosis de anestesia que provoca la muerte. La mayoria queda impune. La iatrogenia es un mal que actualmente se generaliza. La palabra significa el dano ocasionado por la actuacion de un medico que por error, falta de conocimientos, de responsabilidad o por negligencia genera en nuestros dias y en Mexico problemas a un gran numero de pacientes, provocando enfermedades mayores, lesiones e incluso la muerte. Los especialistas, medicos y abogados consideran que la iatrogenia es un problema sobre el que se ha puesto la atencion solo recientemente, para el que en Mexico no existen leyes que controlen o regulen la accion irresponsable de los medicos, que no obstante su falta de especializacion atienden casos y generan danos mayores a aquellos por los que un paciente acude a consultarlos. Cinco dedos menos por un error El primer caso: un pequeno de ocho meses ingreso al hospital con un cuadro de meningitis aguda. El bebe se notaba molesto y lloroso cuando permanecia despierto, sin embargo tambien padecia de sueno la mayor parte del tiempo, algo poco comun. El pediatra solicio se le efectuara una venodiseccion para poder administrarle liquidos y antibioticos -via venosa- y devolver la tranquilidad al infante. Se le practico la venodiseccion, despues de anestesiarlo de manera local. El medico ayudante del cirujano pediatra fue quien realizo el procedimiento, hizo una abertura en el brazo del menor, para colocar un cateter que recorriera la vena hasta la cava superior del corazon, para administrar los medicamentos pertinentes y la inflamacion cediera. Pasadas 24 horas de la intervencion, los padres observaron que la mano izquierda y el antebrazo del nino estaban frios, amoratados y sin pulso. Preocupados, preguntaron al pediatra si eso era normal. No, dijo el pediatra y pidio al ayudante que realizo el procedimiento una opinion de lo que ocurria. El medico ayudante explico enseguida: "Lo mas probable es que se trate de una contraccion temporal de la arteria, por haber trabajado cerca de ella". "Debe ser eso -senalo el medico-, cubra entonces el area afectada -manos y antebrazo- con compresas calientes y retire el cateter de la venodiseccion". Pero el episodio no concluyo ahi, pues al dia siguiente la mano continuaba amoratada. Los padres insistieron en que algo raro sucedia, que eso no les parecia normal. Nuevamente hablaron con el pediatra y al fin se solicito el diagnostico de otro medico. El nuevo diagnostico describio la mano y el antebrazo de un menor de color negro, contraidos, sin movimiento y sin pulso, ademas de ampulas por doquier, y a un pequeno que se quejaba del dolor, sollozaba, no tenia vida en la mirada y se mantenia inquieto y afligido. El segundo medico realizo un examen de evaluacion del pequeno y lo opero de urgencia, bajo anestesia general y microcirugia. Durante la exploracion se obtuvo que habia una doble ligadura de la arteria del brazo que impedia el fluir de la sangre. Retiro las ligaduras y volvio a unir la arteria para restablecer la circulacion sanguinea. Durante los siguientes dias el color negruzco de la mano desaparecio, pero tambien los cinco dedos de la mano izquierda del infante. La gravedad del problema radico en que por su falta de conocimientos el ayudante "confundio" una arteria con una vena y que el cirujano pediatra encomendo la venodiseccion a su auxiliar, sin siquiera estar presente. La iatrogenia se complico aun mas cuando se noto el amoratamiento extremo del antebrazo y de la mano y el medico ordeno al ayudante aplicar calor local para terminar con la "supuesta contraccion de la arteria", lo que propicio las ampulas y las llagas. Tanto cirujano pediatra como auxiliar mostraron su ignorancia total, ya que una extremidad sin circulacion jamas debe someterse a calor local, porque sufre severas quemaduras. Aqui la iatrogenia se presento cuando el cirujano pediatra dejo la intervencion en manos del "ayudante de cirujano", una irresponsabilidad total, porque el auxiliar no tenia experiencia, y el nino termino perdiendo sus cinco dedos y la funcion de la mano, despues de dos operaciones, sufrimientos y gastos medicos. La compresa olvidada Un segundo caso: un hombre de 26 anos llego a un hospital 26 horas despues de que se le desencadeno una apendicitis aguda, se instalo y hasta pasadas 20 horas de haber llegado lo intervinieron quirurgicamente. Encontraron un apendice perforado y peritonitis, ultima que se genero por las 46 horas transcurridas desde que se le presento el cuadro de dolor intenso, sin haber recibido tratamiento ni operacion alguna. Pasados cuatro dias de la intervencion, lo enviaron a su casa con una fiebre que no cedia. Regreso a consulta 48 horas despues, al notar que la herida se abrio y constantemente salia pus. Ya en el hospital, le hicieron curacion y otra vez lo mandaron a casa. Sin embargo, volvio a las 24 horas siguientes con mucho dolor y fiebre mas intensa. A su llegada le retiraron los puntos de la operacion, le administraron antibioticos orales -para disminuir el dolor- y le pidieron que se fuera a su casa una vez mas, pero con las instrucciones de lavarse la herida dos veces al dia. Pero a la manana siguiente ya estaba de nuevo en el hospital. No lo quisieron recibir en urgencias, como en las ocasiones anteriores, y lo remitieron a cirugia. Tampoco lo atendieron alli y despues de explicaciones, perdida de tiempo y desesperacion otra vez lo mandaron a urgencias. Asi se paso durante 12 horas, alegando por que lo atendieran, hasta que finalmente regreso a cirugia y fue atendido. En cirugia fue internado nuevamente, ocho dias despues de la operacion de apendice; alli lo tuvieron durante cinco dias con curaciones y antibioticos. La familia del paciente lo veia muy mal, la fiebre continuaba y estaba muy decaido, por lo que pidio que el jefe de cirugia del hospital lo revisara. Las recomendaciones del jefe de cirujanos fueron: "Que se vaya a casa, y pongale vendoletes en la herida". El paciente no salio del hospital ese dia, pero al siguiente solicito su salida voluntaria, por continuar con fiebre de 40 grados y mal estado general, pero los medicos lo amenazaron con perder todos los derechos de la institucion si hacia eso. No obstante ello, se fue de ese hospital e ingreso a otro, ya con insuficiencia cardiaca, infeccion de todo el organismo por la peritonitis mal erradicada, fiebre muy alta y la herida de la cirugia del apendice abierta y segregando pus. En el segundo hospital le tomaron una radiografia de abdomen y solo con eso descubrieron la presencia de un gran cuerpo extrano. Tuvo que ser operado de emergencia, pero antes debieron restablecer su estado de salud general y extrajeron, finalmente, una compresa de 40 por 60 centimetros, que habia sido olvidada en la intervencion del apendice. Aqui los errores fueron muchos y muy graves. El paciente ingreso al hospital con apendicitis de 26 horas de evolucion y no fue operado inmediatamente, sino despues de 20 hrs. Se hallo apendicitis con peritonitis y se cerro totalmente la herida sin drenarla y erradicar la infeccion. Durante la operacion se dejo en el abdomen una compresa de 60 por 40 centimetros, error que no debe ocurrir ni a un principiante en cirugia. El paciente fue enviado a su casa cuatro dias despues de la intervencion quirurgica, con fiebre, y no se investigo el por que de la alta temperatura. Nuevamente acudio a consulta y no se le recibio ni en urgencias ni en cirugia sino doce horas mas tarde. A partir de entonces permanecio en el hospital una semana y no se le tomaron radiografias ni se le practico revision alguna, unicamente le dieron antibioticos, a pesar de que continuaba con fiebre muy alta y su estado de salud era cada vez peor. Por si esto fuera poco, el paciente solo fue atendido por las enfermeras y estudiantes. Y cuando se le solicito al "jefe de cirugia" su opinion el solo recomendo vendoletes y que se fuera a casa, no obstante ver su deplorable estado de salud jefe de cirugia" su opinion el solo recomendo vendoletes y que se fu .