19 SEC. INF. GRAL. PAG. 12 CINTILLO: Anoranzas y remembranzas CABEZA: Una vieja mansion CREDITO: Andres Henestrosa* Viandante: Cuando pases por la calle de Isabel la Catolica, el tramo entre 16 de Septiembre y Madero, en la acera derecha si vas rumbo a Tlatelolco, detente y veras un edificio de dos pisos, de recia y severa construccion; alta y bien labrada puerta de madera. Ahi, en el numero 30, estuvo durante cerca de dos siglos el hotel de El Bazar. Estuvo, porque desde principios de esta era, paso a ser casa particular, de apartamentos y de oficinas o despachos. Larga, historica y legendaria, esta casa. Fue propiedad del general y politico mexicano Francisco Iturbide, nativo de Patzcuaro, donde nacio en 1809. Ministro de Hacienda, por nombramiento del presidente Juan Bautista Ceballos; cargo del que no tomo posesion. Viajo por Europa, y en Francia caso con una princesa rusa, de la que tuvo un hijo, llamado igual que el, solo que escribia su apellido con y: Yturbe, quien fue el ultimo dueno del hotel de El Bazar. Ahi, lector, hay un mural La Piedad pintado por Manuel Rodriguez Lozano; ahi, Yturbe tuvo una pequena galeria de arte con cuadros del propio Rodriguez Lozano y de su discipulo, Abraham Angel (Card): un angel de la pintura mexicana, muerto en la flor de sus anos. Yturbe, hombre extrano. Tenia los ojos azules, muy blanco, de mediana estatura; hablaba escaso espanol, siendo su lengua la francesa. Escribio varios libros de solo tres ejemplares cada titulo: uno, para la Biblioteca Nacional de Francia; otro, para la de Rusia y el tercero, el suyo personal. Yturbe, hombre riquisimo, protegio a artistas mexicanos; a Rodriguez Lozano, ya memorado; y a Ignacio Aguirre, los dos, finados; entre otros. El ultimo dueno del hotel de El Bazar, si mi memoria no yerra, fue Guillermo Davila, apodado "el Cabezon Davila", autor de un precioso soneto. En el hotel de El Bazar hospedo en sus primeros dias de Mexico, Jose Zorrilla, al mediar febrero del ano de 1855. Homenajeado por liberales y conservadores, en una breve pausa de nuestras discordias civiles, en el hotel de El Bazar se ofrecio a Zorrilla un lujoso banquete, con musica, bandolones; discursos y poesias de Prieto, Roa Barcena, entre otros. Puede ser que ahi escribiera la serenata a las senoritas mexicanas y aquel pasaje de a Mexico, cosa de la que muy pronto abjuro, al ponerse en manos de los conservadores, y en pleito con los liberales. Lo dicho, viandante. Cuando pases por el antiguo hotel de El Bazar, detente y admira; si puedes, y procura poder, entra para gozar el perfume de lo que aun le queda a la vieja casona, motivo de estas anoranzas y remembranzas. *Periodista y escritor. .